VILLA-TV
Por Ciber V.V.
Viernes 5 de septiembre de 2014
Bienvenidas todas y todos, como presidente de México, más que lucirme ante ustedes durante hora y media, para dejar claro lo exitoso que ha resultado mi mandato en estos dos años de gobierno, lo que me interesa es entablar un diálogo franco, partiendo de reconocer la historia política del partido al que pertenezco y los resultados de su devenir en la vida del país. Bajo este marco, informaré sobre algunos de los que pienso son los principales trabajos, avances y retos de mi presente administración, relacionándolos con nuestras acciones de gobierno como partido cuasi único en el poder, por setenta años. Debo develar entonces, que la aprobación de las reformas estructurales que impulsé, no tendría sentido sin considerar lo que antes hicimos para procurarla. El Partido Revolucionario Institucional ha ejecutado todo lo necesario para recuperarse, para regresar a la presidencia y mantenerse en ella sin obstáculos ni preocupaciones inquietantes, todo el tiempo que le sea posible.
Inicio con un pequeño preámbulo en agradecimiento al Partido de la Revolución Democrática, por su consentimiento para aprovechar su propuesta de alianza, misma que realizamos a través del denominado “Pacto por México” y que nos sirvió perfectamente como plataforma de despegue para empezar y dirigir las tareas de gobierno. No cabe duda de que sin la participación de todas fuerzas políticas, no hubiéramos logrado los acuerdos que dieron lugar a las reformas constitucionales; pero hay que decir, que el Pacto nos fue también muy útil para saber de que pie cojeaba cada quien y cómo podíamos manejar su actuación. Por ejemplo, en él se puso de manifiesto la división interna del PRD y nuestras posibilidades de hacerla más profunda. El hecho de que hoy esté flanqueado por dos de sus destacados miembros y de que no haya protesta social alguna fuera de este recinto, me hace saber que hemos sido hábiles y que podemos continuar jalando a unos para fregar a los otros.
Por su parte, el Partido Acción Nacional estaba muy debilitado después de la contienda electoral, así que si se resistía al Pacto, quedaría aún más distanciado de la jugada política, y aunque sus miembros ya habían promovido una reforma energética, no íbamos a respaldar su inconstitucionalidad, sino la nuestra. Lo cierto es que varias de las propuestas legislativas del PRD y del PAN, fueron retomadas por nosotros y ahora tienen nuestro sello, porque cuando fuimos oposición les negamos el apoyo vapuleándolas y votando en contra. Sin embargo, mientras ganábamos las elecciones, descubrimos las puertas abiertas para el crecimiento -de nosotros- con el capital privado nacional, pero sobre todo, con el extranjero. Al final, podemos decir que logramos consensos porque al PAN y al PRD, ya no les quedó de otra, luego de que nuestras mañosas comisiones legislativas hicieran su chamba. A continuación, doy comienzo a mi retórica.
Número 1. En primer término, quiero hablar de la educación y de lo que ha significado para nosotros como partido, pues sin haber sido uno de los grandes visionarios que desde los años sesenta y setenta, entendió que el tema no era escolar sino político-electoral, estoy contribuyendo a que la nueva dirigencia del magisterio se apegue a mis mandatos, sin necesidad de inculparla y castigarla por las faltas y delitos que, en su momento, comandó Elba Esther Gordillo. Esto, a condición de que nunca sea auditado el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y de seguir minimizando los escandalosos datos que arrojó el censo que el INEGI hizo a todas las escuelas, maestros y alumnos del país. La Reforma Educativa y la aprehensión de la lidereza sindical, fue el gancho para empezar a convencer a la gente de que nuestra empresa iba en serio, y como nadie podía defender lo contrario, anotamos un gol.
Creo que los únicos que podíamos hacerlo bien, éramos nosotros, pues en el seno del PRI, fue donde fundamos las estrategias electoreras de que nos valimos para manipular a los maestros y maestras del SNTE, y para administrar junto con sus líderes, todas las prerrogativas económicas, de tiempo y de plazas que les y nos permitieron, contar con los líderes necesarios y los suficientes votos, para ganar sexenio tras sexenio. Y si no, que nos lo digan los mil 587 millones 791 mil 856 pesos, que en el primer trimestre de este año se le pagaron a miles de maestros fantasma.1 Lo bueno es que durante décadas, dispusimos de muchos otros recursos destinados, por ejemplo, a la capacitación y actualización del magisterio, así como a la infraestructura escolar y a los materiales educativos para niños y docentes, que nos fueron muy provechosos. De éstos nadie sabe, nadie supo y nadie sabrá, mientras sigamos moviendo a México.
Continuará…
Publicar un comentario Blogger Facebook