* Nardo Flores Vázquez explicó lo difícil que ha resultado el simple hecho de querer informar lo que verdaderamente pasó; entre los desaparecidos iba su hijo Bernardo Flores Alcaraz, uno de los 43
* Este domingo estuvieron en San Cristóbal un estudiante de la Normal que logró salvar la vida y maestros que recordaron a otros luchadores sociales; el coro del uno al 43 se repitió junto con el “no están solos, no están solos”
Plaza de San Cristóbal. Uno de los padres de los desaparecidos, un estudiante de la Normal que logró salvar la vida y maestros solidarios con los visitantes de Ayotzinapa. Foto: Jorge Villa |
Jorge Villa | domingo 21 de diciembre de 2014
Ecatepec, Méx.- Quién lo iba a pensar, el guerrillero mexicano por antonomasia, Lucio Cabañas, de regreso, aquí, en Ecatepec, y no como recurso retórico sino como complemento de la fuerza de la verdad que ahora más que ayer pesa por la desaparición de 43 normalistas de la misma Escuela Normal Rural de Ayotzinapa en que estudió el también líder estudiantil Cabañas, fallecido el 2 de diciembre de 1974.
Verdad que pesa a partir de la fatídica fecha del 26 de septiembre en que “desaparecieron” en Iguala, Guerrero, 43 estudiantes de esa Normal que lleva el nombre de Raúl Isidro Burgos y que por la contundencia de los hechos que no se pueden ocultar, porque le ha sido imposible al gobierno mexicano hacer creer a la opinión pública nacional e internacional que ya no hay rastro de ellos, que no saben nada de ellos y que ya mejor “superen” los padres esa etapa, la realidad es que los compañeros, familiares y solidarios de los ausentes, no lo ven así ni tampoco le apuestan al olvido ni tampoco están solos.
Y este domingo estuvieron aquí en este municipio, en su plaza principal San Cristóbal, uno de los padres de los desaparecidos, un estudiante de la Normal que logró salvar la vida pero que vio cómo sus compañeros morían o eran golpeados, y otros luchadores que también recordaron el asesinato de otro maestro como ellos, Misael Núñez Acosta, quien murió asesinado el 30 de enero de 1981 a manos de esbirros provenientes del sindicalismo oficial, en el pueblo de Tulpetlac, también del estado de México y perteneciente a Ecatepec.
Mientras Nardo Flores Vázquez, padre de uno de los normalistas desaparecidos, Bernardo Flores Alcaraz, decía aquí que “el gobierno nada más está haciendo teatro”, por las noticias de la tarde el sitio en internet de Emeequis reportaba que “el gobierno federal suspendió las labores de la búsqueda de los normalistas de Ayotzinapa” y que los únicos que se encuentran trabajando en el terreno son los peritos argentinos que intervienen en la investigación, de acuerdo con lo que les informó el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, de esa zona guerrerense.
Así que el padre del normalista por la mañana exigía desde la plazuela local que se abra una verdadera y nueva línea de investigación, aunque por su lado efectivamente el gobierno va apostando en sentido contrario
“Seguimos en la lucha para exigir justicia para que nuestros hijos aparezcan y que el gobierno federal habrá nuevas líneas de investigación y que dejen de armar obra teatral sobre la desgracia que vivimos”, dijo Nardo.
“…que también se abra una investigación para el ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, así como al Ejército para esclarecer su participación en el acontecimiento que ha desatado el enojo no nada más en el país sino también a nivel internacional”.
Flores Vázquez explicó lo difícil que ha sido y que han vivido sólo por el simple hecho de querer informar lo que verdaderamente pasó ese día, y que entre los desaparecidos iba su hijo Bernardo Flores Alcaraz, de 21 años de edad, asegurando que el gobierno sabe dónde se encuentran, pero no quieren decirles la verdad, aunque han sido amenazados no tienen miedo a continuar su lucha.
En el espacio en el que se realizó el encuentro, la plaza principal de San Cristóbal, cabecera municipal, hubo música también y por supuesto que el coro del uno al 43 se repitió en varias ocasiones, acompañado del “no están solos, no están solos”.
Una sonrisa apenas disimulaba dibujó en algún momento y por un segundo durante su narración el rostro del joven normalista José Luis Méndez Pérez, uno de los que logró salvar la vida durante los lamentables sucesos del 26 de septiembre en Iguala.
Describió lo que le tocó vivir, lo que los “medios mediocres o vendidos” nos han estado denigrando, la verdad: esa en la que ellos son los malos y sus atacantes resultan ser los buenos. Y negó tajantemente que ellos fueran a interrumpir el evento o fiesta de la presidenta del DIF de Iguala, esposa del ex alcalde José Luis Abarca, como se puede escuchar en el video http://t.co/NfRmRe6l19 en la parte que explica que tuvieron que ir a Iguala porque compañeros suyos subieron a un autobús equivocado.
Luego empezarían los disparos contra ellos, las detenciones y los encapuchados que los agredieron y que iban por ellos, a matarlos. Seis de sus compañeros perdieron la vida mientras los otros 43 siguen desaparecidos. Se salvaron 67 cada quien por su lado. El grupo en que iba José Luis se salva gracias a una señora que los oculta porque los confunde con un familiar. Pero no olvida denunciar la forma en que fue desollado en la población uno de sus compañeros, lo torturaron y le quitaron la piel del rostro ¡eso no es de humanos!
Entre las y los artistas que con su música y su canto se sumaron al “Todos somos Ayotzinapa” y que seguían con atención los testimonios de los guerrerenses estuvieron Gabino Palomares, Amelia Escalante, Sonia Jiménez, Alejandro Ávila, Silverio Jiménez y Los hijos del Ahuizote que en parte se pueden observar en http://t.co/MPX4cdH5FI.
Nardo Flores Vázquez y José Luis Méndez Pérez agradecieron a los presentes las muestras de apoyo, las flores que unas niñas les regalaron, además de una colecta tan necesaria para su recorrido que, como ahora, también sus compañeros realizan en el país.
Otros de los presentes fueron, aparte del responsable de la presentación de los visitantes, maestro Eugenio Flores Martínez, la estudiante del 9º semestre de la Facultad de Derecho de la UAEM, Jazmín Ortega; Eric Gómez, de la FES Aragón; Donovan Vázquez, de la UAM, en la especialidad de Sociología; el guerrerense José Manuel Cisneros González; el profesor José González Figueroa, además de Carlota Acosta viuda de Núñez, quien fuera esposa del profesor Misael Núñez Acosta.
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