“(…) El ritual de los difuntos ocupó el sentido vital de la existencia de los pueblos precolombinos y la ciudad de Monte Albán fue también lugar de los muertos.”.
Oaxaca, Oax.,05 de enero de 2015.- Monte Albán se localiza a 10 kilómetros de la ciudad capital de Oaxaca, fue asentamiento de los grupos zapotecos y mixtecos, y su construcción se cree inicio 500 años antes de cristo, con cinco periodos posteriores constructivos. Descubierta la Tumba 7 de Monte Albán, por Caso y su equipo el 9 de enero de 1932, no sería sino más de 30 años después que se publicaría información recabada del lugar, que constituye una de las etapas más formidables de los mexicanos por encontrar sus diversos y ricos orígenes.
Aquí algunas de las piezas más sorprendentes que permanecen en la Sala III (de 14 Salas de exhibición permanentes), del Museo de las Culturas de Oaxaca, también conocido como Centro Cultural Santo Domingo.
El día 9 de enero (1932), se introdujo Juan Valenzuela al interior y no pudo reprimir sus exclamaciones de asombro ante la riqueza de lo que veía, me determiné, a pesar de las dificultades a descender por el estrecho agujero, ante las regocijadas exclamaciones de los peones. Lo primero que se observaba, con la pobre iluminación de nuestra lámpara de mano, era lo translúcido de las vasijas de tecalli y cristal de roca, brillaban los objetos de oro y plata depositados. Cerca de la puerta se encontraba una lámina con la diadema de oro junto con un cráneo decorado con mosaico de turquesa. Al salir iluminé la tierra de la Tumba, y se veía brillar esta por las perlas, las cuentas de oro, las turquesas, las conchas y huesos que constituían este importante tesoro.
Alfonso Caso*
La tumba 7
La existencia en México de tumbas “ricas” por su contenido, en especial las de Oaxaca, era ampliamente conocida desde el siglo XVI. Los tesoros encontrados en oro, cobre, jade, turquesa y piedras preciosas confirman la procedencia de los objetos que eran pagados por concepto de tributo a los mexicas por parte de los pobladores de la región Mixteca, información que hasta entonces, únicamente se conocía por la matrícula de tributos y por documentos de la época de la conquista española.
La tecnología orfebre se introdujo a Oaxaca vía marítima costera, alrededor del año 800 dc, procedente de Centro y Sudamérica. Oaxaca tuvo fama de ser proveedora del oro circulante en el Anáhuac.
Los antiguos mixtecos dominaron las técnicas orfebres tanto en frío, como con calor y las mixtas. Utilizaron el martilleo, la presión, el forjado y la soldadura.
Aplicaron el dorado por oxidación o por fusión, el recubrimiento laminar, el repujado, la impresión, la granulación, el engastado y la filigrana por fundición, ésta última caracteriza su arte. Fueron maestros en la técnica de la cera perdida, así realizaron las más bellas piezas de toda Mesoamérica, ganando fama de ser los más destacados orfebres prehispánicos.
*Alfonso Caso Andrade, nació en 1896 en la Ciudad de México, donde también falleció en 1970. Abogado, antropólogo, y arqueólogo, además de sus trabajos en campo, se preocupó importantemente por precisar la cronología de los calendarios prehispánicos con los occidentales.
Fue director de la Escuela Nacional Preparatoria; del instituto Nacional de Antropología e Historia; Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM; Director del Instituto Nacional Indigenista, INI; también fue miembro fundador del Colegio Nacional, y formó farte de importantes sociedades académicas y científicas nacionales e internacionales.
Pectoral de oro encontrado en la Tumba 7 de Monte Albán, el 09 de enero de 1932. |
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