“Su destino quedó marcado desde (…) que arropó (…) a una familia de Temascalapa que se apropió de muchos puestos en la administración municipal y es una de la más repudiada por los vecinos en Ecatepec (…). Las denuncias contra la matrona de esa familia eran a diario en el palacio municipal por dedicarse a extorsionar a los vecinos. Y el Cachanilla nunca las atendió.”
Jueves 23 de abril de 2015
Llegó del norte donde estudió con muchos esfuerzos de sus padres sus primeras letras, para hacerse licenciado en la capital de país. Sencillo en su trato, poco a poco el poder lo fue cambiando de manera irremediable con el paso de los años.
En la Secretaría de Programación y Presupuesto (SPP) comandada por Carlos Salinas de Gortari, la mexiquense Marcela González Salas Petriccioli, estaba a cargo de la Oficialía Mayor de dicha dependencia y tenía en Pablo Bedolla López a su responsable de administración de esa área.
Eran los tiempos en que a través de una supuesta Cooperativa de Vivienda denominada “Tolotzin”, el esposo de Marcela, Mario Vázquez Hernández, se encargaba de fraccionar la llamada Quinta Zona de Ecatepec, a donde llevaban a funcionarios federales, sobre todo de la entonces Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, para convencerlos a los compradores de que la venta de terrenos era legal y que tendrían los servicios que les prometían.
Los fines de semana Marcela y su equipo de la oficialía mayor de la SPP llegaban a las oficinas de la Cooperativa de Vivienda Tolotzin, ubicada entonces en vía Morelos, junto a la tienda de ropa que está frente al IMSS, o bien cerca del inmueble que los candidatos del PRI a la alcaldía han utilizado como casa de campaña; el último fue Bedolla. Claro, la oficina de la cooperativa ya no existe.
Los funcionarios federales encabezados por Marcela planeaban la venta de terrenos de la quinta zona, con lo que la población de Ecatepec se multiplicó.
El Cachanilla Pablo Bedolla López se encargaba de la logística de gastos que fueran necesarios en la cooperativa Tolotzin para su funcionamiento, el pago de operadores que controlaban las nuevas colonias, unas con el mismo nombre de la cooperativa, y muy diligente atendía las necesidades.
Filiberto Beltrán y otros funcionarios de SPP lo acompañaban, la venta de lotes seguía sin problemas y de manera legal, hace más de tres décadas.
De Mexicali a Ecatepec, fue la ruta que las circunstancias lo llevaron a ocupar cargos municipales diversos, secretario del ayuntamiento, dos veces diputado local y federal, así como operador del gobierno estatal, hasta su primera intención de ser alcalde pero sin el apoyo del grupo Río de Luz que prefirió vender la alcaldía a la oposición.
La “diabla” y otros operadores siempre lo dijeron: “porque nos decían que apoyáramos a Cureño, cuando nuestro candidato eras tú, le decían al Cachanilla, quien simplemente sonreía y aceptaba su destino”.
Su destino quedó marcado desde el momento en que arropó en su equipo a una familia de Temascalapa que se apropió de muchos puestos en la administración municipal y es una de la más repudiada por los vecinos en Ecatepec, incluso desde el inicio de su trágica y única administración municipal. Las denuncias contra la matrona de esa familia eran a diario en el palacio municipal por dedicarse a extorsionar a los vecinos. Y el Cachanilla nunca las atendió.
El municipio más inseguro y con el mayor número de ejecuciones y desaparecidos es Ecatepec pese a que cuenta con varias Bases Operativas en su entorno, donde los robos en el transporte público no cesan, al igual de otros delitos que tienen a los vecinos de este gran municipio en la incertidumbre y la inseguridad total.
Aun así, el Cachanilla quieren regresar a San Lázaro como diputado federal y en sus recorridos por su distrito en busca del voto, son más las muestras de repudio que ha encontrado que el apoyo necesario para obtener los votos necesarios.
Y es que su familia protegida de Temascalapa sigue ahí, junto a él, en su campaña ahora y en los cargos que siguen ocupando en el gobierno municipal, en lo que todos predicen será la crónica de una derrota anunciada, que no sería la primera ya que el Cachanilla perdió una elección por una diputación federal,
Las redes han difundido muchas protestas contra el alcalde con licencia a quien con justa razón le reclaman que cómo ahora pide el voto si cuando se lo han dado no les ha cumplido ni en lo más mínimo. El Cachanilla solo sonríe.
Mientras Goyo López trata de aquietar los ánimos, que la gente guarde la cordura cuando nunca los recibió como alcalde y ahora quiere que lo reciban como candidato a diputado federal y les prometa cosas que no cumplirá.
La triste historia del Cachanilla continúa su curso sin pena ni gloria, conocido como es de ser muy institucional y de olvidarse de sus compromisos cuando se trata de cumplirles a sus jefes políticos sus designios aun a costa del sacrificio de gente de su equipo, menos la familia de Temascalapa.
Así pasó de la Oficialía Mayor de la SPP al repudio generalizado que la población de Ecatepec tiene para tan singular personaje, cuando presenta a su familia en eventos políticos, los asistentes comentan que por ser muchos, por eso quiere seguir sacando del presupuesto, porque no le alcanza para mantenerlos.
Pero lo más importante es lo que usted, amigo, amiga del México Real opina.
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