* Sucio y pantanoso camino que va de Lerdo 300 a Los Pinos, y de regreso
* Guatemala es el Paradigma *La mafia y la policía trabajan juntos
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| Carlos Monroy Hermosillo |
Ahora que fue instalada la LIX Legislatura del estado de México, todo parece indicar que en materia de inseguridad y corrupción se ventilarán las principales preocupaciones en el recinto legislativo, aún antes que el tema económico, que no es cosa menor. Iniciemos con el tema de la seguridad. Afirman, quienes de esto saben, que no se puede tener crimen organizado sin ley ni orden; la mafia y la policía trabajan juntos. La inseguridad pública es un fenómeno que ha rebasado todo esfuerzo institucional por contenerla: secuestros, extorsiones, feminicidios (desde el PRD ya se ventila el exigir que la alerta de género sea ampliada a los 125 municipios y no solo a once de ellos como actualmente se contempla); asesinatos dolosos (por ejecuciones o enfrentamientos), asaltos a casas-habitación, etc. El gobernador Eruviel Ávila Villegas, asegura que el asunto mejora en el estado de México, cuando los ciudadanos vemos otra cosa. Quien esto escribe, por ejemplo, cuando veo a un policía lo miro con sospecha, como esperando a ver que trama, y preguntándome por dónde se andarán escondiendo sus secuaces, merodeando por las calles (ya no tan libres de la sociedad) de nuestras grandes y pequeñas ciudades y poblaciones. Pero el Gobernador, ciego a lo que ocurre, rodeado de incapaces, sólo atina a viajar en helicóptero (muy al estilo de David Korenfeld); no se atreve a caminar ni siquiera por su natal Ecatepec, menos por municipios igual de complicados y peligrosos como Nezahualcóyotl, Coacalco, Tecamac, Chimalhuacán, Naucalpan, Tlalnepantla, e incluso por el valle de Toluca, o por el sur de la entidad, donde todo lo malo ocurre. Durante lo que va de la gestión de Enrique Peña Nieto se contabilizan 57 mil 410 homicidios dolosos o intencionales reportados a nivel nacional, de los cuales 7 mil 771 corresponden al estado de México, convertida en la entidad más sangrienta del país, y gobernada por Eruviel Ávila quien en su incompetencia ya ha cambiado hasta en cuatro ocasiones al responsable de la policía, pero lo único que no cambia es el abandono de los ciudadanos que sufren día a día el acoso de las bandas delincuenciales. ¿Sobre qué informará a los mexiquenses en esta cuestión? ¿Se atreverá a tomar decisiones drásticas en materia de corrupción e impunidad cuando el mismo es un presunto implicado? Los recién llegados a la LIX Legislatura están obligados a poner el dedo en la llaga y rescatar de la congeladora legislativa las propuestas petistas de crear las comisiones investigadoras de los casos OHL, y la de seguimiento a los recursos que debieron ser destinados a programas sociales y sobre los cuales hay fundadas sospechas de que fueron desviados para apoyar las campañas electorales del PRI en los pasados comicios. Si en el ámbito federal los diputados de MORENA, presentarán una iniciativa para que el Presidente de la República pueda ser juzgado por corrupción e influyentismo, ¿harán lo propio sus legisladores en el estado de México para juzgar al gobernador por los mismos motivos? Porque elementos tienen y de sobra. Por éstas y otras razones el PRD anunció que impulsará una iniciativa de Ley para la creación de un Sistema Estatal Anticorrupción, pues en esta materia el estado de México se encuentra en el lugar 29 de 32 entidades en el país. ¿Por qué no empezar con el caso OHL? cuyo hilo corruptor recorre una larga ruta, desde Los Pinos en la ciudad de México, hasta Lerdo 300 en Toluca, y donde se involucran personajes tan queridos en nuestra República como Enrique Peña Nieto, Eruviel Ávila Villegas, Gerardo Ruiz Esparza (quien fuera secretario de Comunicaciones en la entidad mexiquense, con Peña Nieto como Gobernador, y ahora, en la mismo posición con Peña Nieto como Presidente; y de Apolinar Mena, ex secretario de Comunicaciones con Eruviel Ávila, y su Consejera Jurídica, Luz María Zarza. Guatemala es el paradigma.
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