“La más reciente y onerosa inversión en medios la hizo para promocionarse como posible Presidente Nacional del PRI. Nadie lo propuso, no hubo una sola mención de algún priísta despistado que postulara en serio ese relevo; pero él echó a andar la maquinaria del rumor en columnas, engranaje que se aceita con millones del erario público.”
César Duarte, en imagen de archivo. Foto: Terra/Reforma |
Domingo 4 de octubre de 2015
Desde que Enrique Peña Nieto llegó a la Presidencia de la República, el gobernador de Chihuahua César Duarte, ha querido trasladar la imagen de un hombre cercano al primer mandatario, “preferido del sexenio”. Luego, con no poca frecuencia en lo que va de la administración federal, ha esparcido a través de plumas pagadas que será llamado a trabajar al gabinete presidencial; específicamente se autopromueve como posible Secretario de Agricultura. Le invierte mucho dinero para que columnas periodísticas en la ciudad de México destaquen cuando viaja con Peña a algún país.
La más reciente y onerosa inversión en medios la hizo para promocionarse como posible Presidente Nacional del PRI. Nadie lo propuso, no hubo una sola mención de algún priísta despistado que postulara en serio ese relevo; pero él echó a andar la maquinaria del rumor en columnas, engranaje que se aceita con millones del erario público.
Consciente de la corrupción política que ha provocado sin parangón en Chihuahua, vulgar ladrón de los peores tiempos de la rapiña, mitómano irredento, César Duarte siempre ha querido trasladar la idea de un hombre fuerte, “el poder es para poder”, ha engatusado como un gobernador muy cercano al Presidente, “con Peña estoy metido hasta la cocina”; cínico ante propios y extraños, sostiene su ratereaje en el pacto de impunidad que protege a la clase política -a la cabeza el Presidente de la República-, y en el que se guarecen los gobernadores más corruptos de México. Desde donde se irradia la desesperanza social y lo que es peor, se infunde también temor. Muchos empresarios por eso están asustados.
Pero el hombre presumiblemente fuerte, el supuesto consentido de Peña Nieto llegó al quinto año de gobierno y ha iniciado su declive, está a la baja, y la suya puede ser en picada por las acusaciones que lo envuelven. Ahora también el rumor, pero con cierto asidero entre sus propios correligionarios, señala que puede ser el trofeo con el que Peña Nieto salga al paso de su propia crisis de legitimidad y confianza.
Acaso será por eso que, el megalómano parece abandonar sus aires de grandeza y ahora quiere causar lástima. Medra como nadie con un accidente aéreo que tuvo al desplomarse unos cuantos metros el helicóptero en el que viajaba hacia uno de sus ranchos inexplicables. Ha magnificado el desplome como una tragedia personal para su salud. Todos los tripulantes que lo acompañaban salieron ilesos – entre ellos su esposa y la conductora Lolita Ayala -, sólo él ha tenido que enfrentar un tratamiento curativo de casi un mes y medio; lleva supuestamente dos cirugías, y ha hecho publicar todas las fotografías posibles de un César Duarte convaleciente en el hospital, desde donde da entrevistas, recostado en una cama, con el suero adherido a su brazo.
La propaganda para su quinto informe de gobierno lo presenta con faja y curita en la frente en cientos de carteleras. Así grabó los spots de televisión, y acaba de circular un video donde anuncia que no dará su informe porque teme enfrentar una tercera cirugía y los médicos le han recomendado reposo tres semanas más. Vale la pena ver el video, con énfasis en la cama destendida de su habitación personal en la casa de gobierno. Ahí está la prueba irrefutable: sigue enfermo el pobrecito saqueador de Chihuahua. Realmente da vergüenza ajena, pero es descriptivo de quien ha gobernado nuestro Estado en el último lustro.
Mientras que la propaganda oficial invade de mentiras y datos falsos la prensa y los medios de comunicación, la realidad chihuahuense se ha vuelto un desastre. Presume la seguridad como uno de sus logros incuestionables, como si fuera cierto que expulsó la delincuencia y combatió al crimen organizado hasta erradicarlo. Es uno de sus fracasos mejor maquillados, junto con el de la economía, las finanzas, el desarrollo social. Lo sostengo con estadísticas, indicadores e informes oficiales y de acreditados organismos privados nacionales e internacionales.
Duarte presume sobre seguridad, sin embargo de acuerdo a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, este año ocupamos el tercer lugar en homicidios dolosos, después del Estado de México y Guerrero, tenemos una tasa de 30.67 homicidios por cada 100 mil habitantes. Este año, hasta el mes de julio superamos la cifra de homicidios que el mismo período el año pasado, pasamos de 744 a 781.
Recientemente el diario británico Financial Times dio a conocer el Índice de Seguridad de México a través de su reporte titulado “Crimen y castigo: México sufre el costo de ser un país sin ley”, en el que señala entre las entidades con mayores riesgos de seguridad a Chihuahua, Guerrero, Jalisco, Michoacán y Tamaulipas.
El Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal han ubicado que al menos 10 de las 50 ciudades más violentas del mundo se encuentran en nuestro país, entre ellas se encuentra Ciudad Juárez y Chihuahua.
Ahora bien, de acuerdo al informe “La violencia en los municipios y en las entidades federativas de México 2014”, Chihuahua ocupa el séptimo lugar con el mayor índice de violencia y el tercero en incidencia de violaciones.
A ello sumemos la violencia que se vive en la Sierra de Chihuahua, asolada por la delincuencia organizada en la que impera no sólo la impunidad, sino el silencio. A inicios de este año se reportaba en medios locales que maestros se ven en la necesidad de renunciar a sus plazas en los municipios serranos como Batopilas y Guadalupe y Calvo por la inseguridad que se vive en la región, así lo hizo saber en su momento el coordinador del Servicio Profesional Docente, Martín Chávez Soltero.
En junio un médico y una enfermera fueron heridos de bala -la enfermera murió-, por atender a una persona baleada en Uruachi, dicha situación ha impactado de manera negativa y jóvenes egresados de enfermería o medicina se niegan a prestar su servicio profesional en las zonas de la sierra por el temor de que les ocurra lo mismo.
No por nada el índice Global de Paz ha posicionado a Chihuahua entre los estados con mayor violencia del territorio mexicano por concentrarse ahí el mayor número de homicidios impunes.
Estos días el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres en representación de víctimas de violaciones de derechos humanos y organizaciones del estado de Chihuahua, denunciaron ante la delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que se encuentra en nuestro país, la situación de violencia en la Sierra Tarahumara, ejecuciones extrajudiciales, desplazamientos forzados por narcotráfico, así como las violaciones a niñas y mujeres en la zona serrana.
Si estos datos no fueran suficientes, la Secretaría de Gobernación y la Procuraduría General de la República en su último “Registro Nacional de datos de personas extraviadas o desaparecidas” ha colocado a nuestro estado en el quinto sitio con mayor número de desaparecidos, mil 540 hasta ahora y únicamente se habla de las desapariciones de las que se tiene un registro.
Si las campanas quisieran resonar en el rubro económico, habría que comentarle al Gobernador que tampoco hay motivos para festejar; en lo que va del gobierno de Duarte, la deuda del estado ha aumentado 233%. De acuerdo a un histórico de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el gobernador recibió el estado en 2010 con una deuda de 12 mil 547 millones de pesos, de entonces a la fecha no ha hecho más que aumentar, el principal aumento se dio entre 2012 y 2013 cuando pasó de 23 mil 284 millones a 41 mil 768 millones de pesos.
Actualmente nos hemos ubicado como el tercer estado con mayor deuda del país con 41 mil 991 millones de pesos, luego del Distrito Federal y Nuevo León. Para junio de este año presentamos el mayor nivel de endeudamiento respecto al PIB estatal y respecto a las participaciones.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en su Reporte sobre Deuda Subnacional reporta la deuda per cápita de cada estado, es decir cuánto pagará cada habitante por la deuda de su estado, en Chihuahua la cantidad asciende a 11 mil 127 pesos.
Ahora bien, el Observatorio Ciudadano México ¿Cómo vamos? ha reportado que desde 2012 no se veía el bajo nivel de crecimiento económico que reporta Chihuahua este año. Mediante un Semáforo Económico, la asociación señala que desde 2011 hemos crecido sólo un 0.4%, y que en los últimos tres trimestres nuestro estado no ha crecido lo que debería.
En la entrevista con el Heraldo, Duarte alardea que se lograron más empleos con mayor capacidad de ingreso, lo cierto es que el Observatorio destaca entre sus preocupaciones la pobreza salarial pues estiman que tres de cada diez personas en Chihuahua no pueden adquirir la canasta básica alimentaria con las percepciones que reciben.
El Gobernador se ha ufanado también por representar una administración transparente, sin embargo el Índice del Derecho de Acceso a la Información en México (IDAIM), elaborado por Fundar Centro de Análisis e Investigación, nos da una calificación apenas aprobatoria de 6.7, en cuanto a diseño institucional reprobamos (5.8) debido a las deficientes en el engranaje institucional garante del derecho de acceso a la información.
Esto es sin duda un elemento que contribuye a los altos índices de corrupción que permean en nuestra entidad, de acuerdo a la última Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (2013) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Chihuahua es el cuarto estado más corrupto del país, de acuerdo a los indicadores 44 mil de cada 100 mil habitantes de Chihuahua dijo haber sido víctima de algún acto de corrupción de parte de autoridades federales, estatales o municipales. Para el 87% de los chihuahuenses la corrupción es un problema de grave a muy grave en el estado.
Es quizá por estos desoladores indicadores que el gobierno de Chihuahua ha dispuesto de un presupuesto considerable en publicidad, de acuerdo al Informe “Libertad de expresión en venta.
Acceso a información y censura indirecta en publicidad oficial” de Fundar y Artículo 19, el gobierno ejerció un presupuesto de 674 millones 794 mil 387 pesos en este rubro, 19.8% más que en 2012, 77.5% más que en 2010, somos la tercera entidad que más gastó en este rubro y en estos últimos tres años el aumento ha sido una constante.
Chihuahua excedió en 5.7 veces lo presupuestado para el rubro de publicidad del estado, es el primer lugar de las 7 entidades que excedieron lo dispuesto en más del doble.
En el informe destaca un caso en particular, el del Municipio de Juárez, sitio en el que al igual que en la entidad se ha excedido de manera constante el gasto en publicidad oficial desde el 2010 a la fecha. En 2014 destacó el ejercicio de más de 120 millones de pesos en publicidad, y resalta que se otorgaron recursos a sitios de internet que, para entonces, no existían 920noticias y notienfoque y que después de las denuncias de su no existencia se activaron; es por lo anterior que las organizaciones Fundar y Artículo 19 señalaron que en Juárez la comunicación social pasa por una crisis mayor en los rubros de transparencia y rendición de cuentas.
Es así como Cesar Duarte gasta el dinero de manera opaca, irresponsable e impune sin importar que en nuestro estado la pobreza extrema haya aumentado de 136 mil 300 personas a 200 mil 300, es decir 47% más, somos la entidad en la que más creció la pobreza extrema, de acuerdo al último informe (2014) del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, también reportó que en nuestro estado el 34.55% de la población son niños, niñas y adolescentes, de los cuales el 40.8% vive en situación de pobreza. En cuanto a desnutrición crónica en las zonas rurales alcanza a 24.4%, más del doble que en zonas urbanas. El organismo internacional destacó en su informe para Chihuahua que la proporción de niñas, niños y adolescentes que trabajan y que no asisten a la escuela es de 73.9%, frente al 36% que no asiste a nivel nacional.
Resalta por preocupante la tasa de mortalidad infantil que asciende a 13.4%, casi tres puntos más que la media nacional, esta principalmente en las comunidades de la Sierra.
Es este el panorama que permea hoy al estado de Chihuahua, lejos estamos de las cifras alegres que se empeñará en destacar el megalómano que ha trocado en un manipulador del sentimiento de compasión por el desplome del helicóptero en que viajaba. El desplome de César Duarte es moral y político, y ese no tendrá solidaridad alguna, porque en Chihuahua nos empeñaremos en que impere la justicia, no el perdón, mucho menos el olvido.
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