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| Carlos Monroy Hermosillo |
"No solamente Platón pudo hacer repúblicas imaginarias, ni utopías Tomás Moro. Cualquiera puede hacer lo mismo en su escritorio". Joaquín Fernández de Lizardi
* Hora de rescatar al INESLE
Toluca, estado de México, 20 de octubre del 2015.- Cuando México luchaba por tener una vida independiente, José Joaquín Fernández de Lizardi, "El Pensador Mexicano", autor de "El Periquillo Sarmiento", escribió un tratado sobre las cualidades que deben tener los diputados. Fundamentalmente tres: mucho amor a la patria, regular talento y firmeza de carácter. "Como tenga mucho amor a su patria con un talento regular, aunque no sea sabio, se hará estudiando y consultando con los sabios y con la razón; y después de que esté asegurado de que a la Patria le es interesante esta ley o aquella reforma, la sostendrá con la firmeza de carácter que posee, sin que lo intimide la singularidad de su opinión, la preocupación general y contraria, ni la muerte misma". Me pregunto ¿a cuántos diputados con estas cualidades podemos mencionar que sean paradigma en las recientemente iniciadas legislaturas federal, del estado de México, y de otras entidades de nuestra tan maltratada República, cuando vivimos en el reino de la corrupción e impunidad en la relación entre los poderes ejecutivo y legislativo? Todo está dicho ya sobre casos como OHL, HIGA, casa blanca y demás mansiones, Tlatlaya, Ayotzinapa, Apatzingan, enriquecimientos inexplicables, violación a los derechos humanos, y no pasa nada. En mi muy modesta opinión el reto es para las fuerzas verdaderamente de izquierda que supuestamente se han comprometido con el combate a la corrupción y la rendición de cuentas en todos estos y otros casos más que avergüenzan a los mexicanos y mexiquenses. ¡No traicionen la confianza pública!, pues "las leyes que dictaren serán nulas por falta de aprobación legítima", como expresara el mismo Fernández de Lizardi. Que los diputados mexiquenses comiencen por rescatar a este poder de la ignominia en que lo dejó un liderazgo en crisis, amafiado y corruptor como el de Aarón Urbina Bedolla; que lo rescaten de la simulación e ignorancia, como lo es el hecho de haber dejado al Instituto de Estudios Legislativos sin personal y convertido en un cascarón. Y que esa bella, vieja casona que ha sido su sede, vuelva a tener el brillo y el reconocimiento de que había sido objeto en el ámbito nacional e internacional, como instituto de investigación académica, producción editorial, formadora de cuadros y servicio profesional en materia de técnica legislativa, historia, así como Derecho Constitucional, electoral, etc. Que sea instructor de las nuevas generaciones en materias, como la filosofía, lógica, metafísica, teología, pedagogía y, desde luego la historia, la patria y la universal. Que conozcan a fondo la patriótica y titánica labor desarrollada por nuestros liberales en la formación de nuestra querida Patria. En fin, en fin, que nuestros diputados dejen de lidiar en medio de la mediocridad, compartan experiencias, ideas, talentos, planes, y en fin, fortalezcan al INESLE comprometidos siempre con la razón y la verdad.
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