* Debate político debe ser gratuito en espacios concesionados
* Regulación de la propaganda gubernamental incumplida
* Beltrones busca regresarles sus privilegios a las televisoras
Lunes 23 de noviembre de 2015
No cabe duda que la clase política mexicana sigue en manos de la telebancada y priorizan su aparición en la pantalla chica como la única forma de dar a conocer sus propuestas, sus denostaciones, su imagen y sus debilidades, convirtiéndose en coto de caza de sus directivos que hacen negocio con los recursos públicos que les sacan a imberbes políticos con quienes han emparentados.
Ni que decir del suegro de la telebancada que hoy dirige a su partido, quien odia a muerte a los mexiquenses desde que no lo dejaron coordinar su bancada después del sacrificio de la maestra hecho por la horda de oaxaqueños que encabezado Ramírez Puga, y que ahora emparentado con las televisoras quiere que aquellos que salen a cuadro pague los spots que se utilizan en los tiempos oficiales. Algo así como dejar la iglesia en manos de Lutero.
Porque no sale como Anaya en sus spots, o utiliza como el Verde el vacío legal que dice que existe en la legislación. Porque en Los Pinos también odian al sonorense y no le han dado permiso para que lo haga, sino sin duda lo estuviera haciendo y no se estuviera quejando de que otros con igual y legítima aspiración le lleven la delantera.
Pero lo más grave de este asunto es que, los tricolores crean que el raquítico pago que las televisoras hacen por el uso del espacio radioeléctrico propiedad de la Nación que se les ha concesionado, a través del reducido tiempo del Estado en los medios electrónicos, sea un espacio “gratuito, que no cobran” como me dijo Ramírez Marín, vicecoordinador de la bancada en San Lázaro.
Lo cuestioné sobre el por qué, como en otras naciones, los medios electrónicos con espacio concesionado por el Estado, no ofrecen de manera gratuita, a parte del pago que como tiempo oficial tienen que hacer, los espacios para el debate político de todas las expresiones en sus canales, el respondió que “ya lo hacen de manera gratuita” y para evitar más cuestionamientos el yucateco me miró y se fue a su curul, después de afirmar que no le tienen miedo López Obrador al que “ya le ganamos dos veces”, pero es el que más se promociona por arriba de sus aliados verdes que también aprovechan el “vacío legal” y que son los principales promotores de la telebancada para que esta siga hablando mal de la clase política y cobrándoles sus anuncios disfrazados de entrevistas o promocionales de diverso tipo.
No olvidemos que los recursos del IFE antes, la mayor parte eran para las televisoras, de donde pagaban a sus analistas políticos para que estos hablaran mal de los políticos, principalmente de los que no participan de sus “escuelas de estrellas” para convertirlos en gobernantes del propio canal del que ahora son soldados.
Hay una involución de la clase política en la que participan todos los actores de la geometría política conocida, en su mayoría mareados por sus intereses personales.
PROPAGANDA SIN REGULACIÓN
El chiapaneco Zoé Robledo lo dijo en El Senado, cuando afirmó en tribuna que el problema fundamental no está en el modelo electoral de compra o de adquisición de medios; “el problema está en la propaganda gubernamental, pero de eso nadie dice nada, de las grandes cantidades, miles de millones de pesos que gasta no solamente el Ejecutivo, los gobiernos en los estados, los gobiernos municipales, los poderes como nosotros, el propio Senado de la República en publicidad que nadie ve; gasto que verdaderamente podría significar un ahorro para otras acciones del gobierno, en vez de estar comunicando algo que es nuestra responsabilidad hacer, eso no se quiere tocar”.
“Ahí no está el debate sobre si el Presidente de Acción Nacional o el Presidente del consejo de un partido político aparece en los spots, tampoco he escuchado a los amigos del PRI decir que sus presidentes estatales aparecen también en las pautas publicitarias que les asigna el Estado”, subrayó.
Pero ese es un falso debate, aseguró, ya que el verdadero debate está justamente en modificar por completo el modelo de comunicación y empezar por la propaganda gubernamental; “si no empezamos por ahí, es como si estuviéramos en una epidemia de cólera y decidimos atender el tema de la alopecia, porque creemos que es lo más importante, el problema democrático que está generando ilegitimidad, falta de confianza, falta de credibilidad, tiene que ver también con una deficiente forma de comunicar”.
Los ciudadanos tienen que estar informados de la acción de gobierno, recordó, y los spots no dicen nada, cuando los umbrales de atención de los ciudadanos están prácticamente desaparecidos, que no cuentan con una narrativa que tenga que ver con su realidad, con la realidad que viven todos los días, al no garantizar el Estado, como lo dice la Constitución el Derecho a la Información que tienen todos los mexicanos.
Artículo 19 y Fundar, dieron a conocer que el Ejecutivo Federal gastó más de 14 mil 663 millones de pesos en publicidad durante los tres primeros años; contrario a la transparencia que presumen, la información de propaganda gubernamental, muchas veces está reservada y los estados no la dan a conocer; solo en 2013, 27 estados se gastaron 5 mil 639 millones de pesos en publicidad oficial y ni que decir de los anuncios de Chiapas en todo el país.
Robledo mencionó de los casos reiterados de todos los partidos, en varios estados; revistas que tienen más espectaculares que lectores; tenemos casos de comerciales que se venden y se introducen en los noticieros como si fueran parte de la información; casos de pautas y de publicidad encubierta, contenidos y entrevistas que se están vendiendo en radio y televisión; esto es lo que, en los espacios de la Nación concesionado a particulares, esto debe ser gratuito y regulado.
“Llegamos al extremo de un político que decidió clonarse en el Estado de México, en un ejercicio municipal para decir que él no era el que aparecía en la imagen, que era solamente alguien muy parecido a él, para gastar dinero público en la promoción de la imagen personal”, puntualizó el chiapaneco.
Recordó que, en la campaña electoral del 2012, el propio Ejecutivo Federal, en el manifiesto a la Presidencia democrática, dijo “que había que crear una instancia ciudadana y autónoma que supervise que la contratación de publicidad de todos los niveles de gobierno en medios de comunicación se lleve a cabo bajo los principios de utilidad pública, transparencia, respeto a la libertad periodística y fomento al acceso ciudadano a la información”.
Eso, a la fecha, tres años después no ha ocurrido, y hasta Ramírez Marín pareció olvidar cuando se lo pregunté, porque como Robledo afirmó si se quiere hablar de comunicación política “tenemos que empezar por la publicidad gubernamental”.
BARBOSA VS SANSORES
Dicen que entre gitanos no se leen las manos, pero esto ocurrió durante el debate de la nueva ley de Transparencia acotada que El Senado aprobó, entre el oficialista Miguel Barbosa y la campechana Layda Sansores quien cuestionó la transparencia del ex presidente del Senado en cuanto a cifras que manejó en su informe al dejar ese cargo. A esto, el poblano aseguró que también tiene sus dudas sobre el manejo claro de recursos que senadoras como ella realiza y que daría a conocer los números de dichos manejos. La rendición de cuenta es a conveniencia, ¿o dicen todo?
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