“(…) Del sarcasmo policial español pasamos al cinismo gubernamental mexicano. Las declaraciones de la clase política priísta, desde el Presidente de la República y los dirigentes de su partido, dan cuenta de la decisión del régimen de instalarse en el cinismo. Son dichos para la antología de la desvergüenza.”
Senador Javier Corral Jurado
Domingo 24 de enero de 2016
Nunca el cuerpo de policía de España había utilizado el hashtag #misioncumplida para dar a conocer una detención por Twitter. El 15 de enero pasado utilizó la frase para anunciar la captura de Humberto Moreira, a solo una semana de distancia de que el Presidente Peña Nieto usara también esas palabras para informar de la recaptura del Chapo Guzmán. Es un sarcasmo que dice mucho, y confirma el desvanecimiento brutal de la imagen del gobierno mexicano en el mundo. “Detenido en Barajas Humberto Moreira por Orden Fiscalía Anticorrupción. Esta tarde pasa a disposición de Audiencia Nacional. #misióncumplida”.
La manera en la que el PRI y el gobierno federal respondieron ante la detención de Moreira, retrata el rostro más vulgar de la impunidad. Nos muestra la profundidad del sistema de las tapaderas, lo anclado que se encuentra la cultura de la complicidad, el largo camino para atajar el sinvergüensismo. Del sarcasmo policial español pasamos al cinismo gubernamental mexicano. Las declaraciones de la clase política priísta, desde el Presidente de la República y los dirigentes de su partido, dan cuenta de la decisión del régimen de instalarse en el cinismo. Son dichos para la antología de la desvergüenza.
Y aunque el ex líder priista fue puesto en libertad este viernes, luego de que el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz desestimara los argumentos presentados por la Fiscalía Anticorrupción -que le imputaban delitos de blanqueo de capitales, malversación de caudales públicos, asociación delictiva y cohecho-, la trama que sacudió a Los Pinos continuará. La investigación por parte de la Fiscalía seguirá su curso mientras que a Moreira se le ha retirado su pasaporte y se le ha prohibido salir del país.
Un día antes de que se le concediera la libertad con restricciones, el diario El Español, que ha dado puntual seguimiento al caso, reveló que la Fiscalía Anticorrupción lo investiga además por posibles vínculos con el cartel de los Zetas, de quienes habría sido subordinado. Ese mismo día el portal Animal Político informó que funcionarios federales les confirmaron que existe una investigación contra Moreira por presuntos vínculos con Los Zetas, dicha investigación fue iniciada por los Estados Unidos y el gobierno mexicano tiene conocimiento desde octubre pasado, señalaron.
Que vergonzoso que sólo en Estados Unidos o en Europa, particularmente en España, sean detenidos los responsables de saqueos multimillonarios al erario de los mexicanos; políticos corruptos sobre los que pesan desde hace varios años acusaciones bien documentadas y aquí nada se hace, como es el caso, paradigmáticos del saqueo público, del gobernador de Chihuahua César Duarte Jaquez, ante el que Moreira palidece.
Sin embargo el caso de Moreira, es aleccionador para la acción corrupta y corruptora de los nacionales, ahí donde creen disfrutar el retiro, el exilio, la beca o la embajada pueden encontrar la cárcel. No importa la jurisdicción para el castigo, lo importante es el antecedente. Porque en México no se nos olvida que bajo la administración de Moreira se endeudó a Coahuila de manera ilegal (mediante la falsificación de decretos del Congreso para obtener créditos bancarios) por más de 34 mil millones de pesos.
En 2010 cuando Moreira era Presidente del Partido Revolucionario Institucional no tuvo de otra que renunciar a su cargo luego de que el auditor del estado revelara que su Gobierno había ocultado los pasivos adquiridos a lo largo de su administración, particularmente de los créditos adquiridos entre 2008 y 2010. El ex gobernador dijo que todo se trataba de una guerra mediática en su contra.
En 2012 Javier Villareal, quien fuera tesorero durante su gobierno, fue detenido en Texas y acusado de lavado de dinero. En 2014 se entregó, se declaró culpable y llegó a un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos, que incluyó la entrega de 2.3 millones de dólares de una cuenta bancaria de las Bermudas.
En 2013 tras ser detenido en Las Vegas, Rolando González Treviño, empresario de medios señaló a Moreira como el máximo responsable del saqueo al estado y lo acusó de haber desviado millones de dólares del erario de Coahuila para invertirlo en empresas de medios e inmobiliarias.
Jorge Torres López, sucesor de Moreira y quien también fue tesorero de Coahuila fue acusado de lavado de dinero y fraude por un juez de Texas, en 2014 Estados Unidos lo declaró prófugo. Con esta red se habría tejido el fraude y el desvío de fondos públicos por parte de Moreira y sus secuaces.
El diario El Español destaca que, según la investigación abierta por EEUU, parte de los fondos terminaron en cuentas abiertas en Bermudas por los colaboradores del ex gobernador coahuilense y que el objetivo de la investigación actual es saber si parte de ese dinero fue enviado a España para “entrar de nuevo en el curso legal”.
Ante lo evidente, resultan penosas las reacciones de los miembros “distinguidos” del PRI, luego de la detención de Moreira, comenzando por Peña Nieto quien recibió la noticia de camino a su gira por Medio Oriente, el Presidente señaló: “no puedo decir nada más porque no tengo información, pero considero que no se deben hacer juicios ni defensas anticipados. Hay que esperar”, pronunciamiento casi idéntico al del partido tricolor que mediante comunicado informó: “Esperemos el desarrollo de las investigaciones de la justicia española. No hay que anticipar ni defensas ni juicios condenatorios. Las instituciones no son responsables de los actos de los individuos que la integran”.
La postura de Manlio Fabio Beltrones, actual Presidente del Revolucionario Institucional, enmarca en su esplendor el pacto de impunidad que reviste a ese partido y a su camarilla, al señalar que el PRI está dispuesto a dar respaldo jurídico a Moreira si éste lo requiere y que están confiados en que pueda justificar por aquello que se le acusa: “Estamos atentos al desenlace de lo que puedan ser estas investigaciones y confiados en que Humberto Moreira pueda presentar una justificación sobre lo que se le acusa”, “en el PRI no tenemos una acusación al respecto, no generamos prejuicios, pero tampoco exoneramos a las personas. Esperaremos a que la justicia, en el jugar en donde actúe, lo haga con puntualidad pero también con un esmero de privilegiar las pruebas”.
Carolina Monroy, actual secretaria general del tricolor prefirió, sin sonrojo, exaltar al pillo al declarar: “Logró posicionarlo (a Coahuila) como uno de los estados de mayor competitividad, es un estado con importante infraestructura, a donde han llegado inversiones y hay empleo”, quizá a Monroy le fallé la memoria al no mencionar la deuda millonaria y el modo en el que ésta creció en el gobierno del que defiende.
Si estas posturas no fueran suficientes para reconocer el cinismo y desfachatez que impera en el PRI, tenemos la postura de Rafael Ortiz, Presidente de la Comisión Nacional de Justicia Partidaria de ese instituto, quien declaró que la detención de Moreira no es suficiente para expulsarlo, pues se requiere que exista una denuncia por parte de un militante, “Desde nuestro punto de vista, lo del maestro Humberto Moreira, hasta este momento, son meras presunciones, no tenemos una información cabal, fundamentada y sobre todo no hay quien se atreva a denunciar”, “el partido tiene que responder a su militancia, es uno de los compromisos políticos: debemos defender a nuestros militantes cuando sean impugnados o señalados de manera ilegal. La voluntad del partido es respaldar cualquier acción con un militante distinguido que fue presidente del instituto”.
La estocada final la da Víctor Zamora, el Secretario General de Gobierno de Coahuila, quien justificando a Moreira declaró al diario Reforma que los 200 mil euros por los que se le acusa no es una cantidad “estratosférica”, “al profesor lo están acusando de unos recursos que recibió él para su sustento diario allá, entonces hay confianza, de que bueno, si está allá tenía que hacer los gastos; no son gastos estratosféricos, no llega a 200 mil euros, son alrededor, poquito arriba de 3 millones de pesos, él tenía que comer, pagar colegiaturas, tenía que rentar una casa, comprar un carro, eso es lo que hay, no?”
He recordado esta semana una de las frases lapidarias de Don Julio Scherer García con relación a la simulación y el engaño desde el orden. Decía el fundador de Proceso, que no hay abrigo para la mentira, tarde o temprano manos hábiles la desnudan. Que mejor que no haya refugio alguno para los ladrones, que tarde o temprano, en España o en cualquier otro país del mundo, haya jueces que los hagan atrapar. De eso, estamos deseosos en Chihuahua, con la corrupción de Duarte Jáquez, perpetrada bajo el mismo modelo de Moreira pero superada con creces, endeudamiento público a niveles inimaginables y corrupción galopante. Ya le tocará también su juez.
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