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* El Fracking amenaza para la soberanía y estabilidad en México * Las manufacturas, el papel de México en la división internacional del trabajo

Carlos Monroy Hermosillo y Alfredo Jalife-Rahme. Foto Cortesía
Las repúblicas se acaban a través del lujo; las monarquías a través de la pobreza: MontesquieuLunes 29 de febrero del 2016

TOLUCA, Méx. En uno de sus pronunciamientos el Papa Francisco declaró que "el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos”. Al respecto, comenté que el gobierno de México pretende privatizar el agua y ha emprendido una campaña de despojos de tierras y aguas para impulsar el fracking en nuestro país, afectando severamente a comunidades y pueblos por todo el territorio nacional. Recientemente, Alfredo Jalife-Rahme, defensor patriota de la industria energética y petrolera nacional y en contra de la voluntad privatizadora del sector, incluyendo los recursos hidráulicos, por parte del gobierno de Enrique Peña Nieto, presentó su nueva investigación: "Las Guerras Globales del Agua" (privatización y fracking), sobre la que comentó que el Papa Francisco entiende bien el mundo tripolar de nuestros días, dominado por Estados Unidos, Rusia y China y donde una nueva alianza entre Rusia y China pretende ser contenida por Norteamérica. Hoy por hoy, la cuestión y futuro del agua en México pasa por la voluntad del gobierno federal de Enrique Peña Nieto, sus cómplices en el gabinete, y sus partidos aliados (PAN, PRD, PVEM y PANAL), de entregar las aguas profundas y el shale gas de Pemex a trasnacionales de Estados Unidos e Inglaterra, cuando en todo el mundo se sabe que el método del fracking (fractura hidráulica), consiste en perforaciones para obtener hidrocarburos incrustados en rocas subterráneas muy profundas, mediante la inyección masiva de agua y una mezcla de productos químicos para su liberación a gran escala. Los residuos líquidos pueden contener sustancias que requieren tratamiento antes de ser desechados, según especialistas y organizaciones como la ambientalista Greenpeace. "El fracking avanza por el subsuelo mexicano, envuelto en la opacidad, sin regulaciones, y donde según datos de la organización no gubernamental, Cartocrítica, se perforaron al menos 924 pozos en seis de los 32 estados del país; de ellos 349 en Veracruz, que producen graves efectos de contaminación e inciden profundamente en el cambio climático". Y es precisamente sobre energía, agua y el contexto internacional en torno a estas cuestiones en el mundo de la geopolítica actual, donde una guerra mundial es muy posible. Jalife-Rahme plantea un escenario para evitar una guerra termonuclear, que pasa por el diálogo y cooperación entre las tres grandes potencias (Estados Unidos, Rusia y China), ante la caída de Japón y la pretensión fallida de un acercamiento entre Alemania y Rusia. Pero se trata de una tripolaridad muy inestable, afirma el académico. En términos de sus relaciones internacionales y del estudio de su ubicación en el escenario internacional, México vive el peor momento de su historia posrevolucionaria: enfrentado con China; las relaciones con Rusia también en deterioro, y con el dominio sobre su soberanía en materia económica, energética, del agua, sobre seguridad, y por consiguiente de su política exterior, por parte de Estados Unidos. Remember "El Alamo" y los "Tratados de Bucareli". La división del trabajo para los mexicanos nos es impuesta desde el imperio que administra y explota los más grandes y jugosos negocios del mundo: el petróleo (la privatización de la industria energética, que pasa por la privatización del agua), el narco (somos sus abastecedores de drogas cuyas ganancias anuales generan más de 600 mil millones de dólares), las armas, la trata de personas y la industria farmacéutica; también las remesas (equivalentes a más de 24 mil millones de dólares). A México le tocan las manufacturas: industria automotriz, aeronáutica, tecno agricultura y turismo. Mariano Rajoy Brey, presidente del gobierno de España, decía que "entregar el petróleo a extranjeros es de un país de quinta". Y en eso, en un país de quinta, están transformando a México, Enrique Peña Nieto y sus aliados, más aún cuando entregan de manera violenta las aguas profundas y el shale gas de Pemex a trasnacionales extranjeras, utilizando el fracking que según especialistas acelera el calentamiento global, además de provocar sismos. En su política entreguista, el gobierno federal ciego e insensible promueve su "reforma energética" en un claro atentado en contra de la soberanía nacional, la estabilidad y la independencia de nuestro país que en su "Mover México", lo hace en el peor de los sentidos: moverlo hacia los intereses geopolíticos, económicos y financieros de los Estados Unidos e Inglaterra y transformándonos en una República bananera e irrelevante en nuestra calidad de socio menor que tan solo ofrece mano de obra barata, técnicamente mal calificada y con una educación deprimente.

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