A partir de abril, Darío Ramírez dejará de ser Director de Artículo 19 para México y Centroamérica, Foto Captura de video ZOCALO |
Me permito otra licencia al escribir esta columna para periodistas. Me dirijo a quien desde abril ya no será Director de Artículo 19 para México y Centroamérica, Darío Ramírez. La razón es que él y su equipo de trabajo presentaron el informe 2015 sobre libertad de expresión en México este jueves 17 de marzo. Y es que sus datos si reflejan las causas de los muchos miedos que asuelan a colegas de todo el país.
Estimado Darío. A este informe que llamaron MIEDO le falta muy poco para ser aterrador. Los miedos de muchas y muchos colegas se conjuntan al mirar todos los datos de los acontecido en 2015 contra medios y periodistas de México. 397 agresiones que incluyen 7 asesinatos. Lo que indica que ese fue el peor año de este sexenio político, mucho peor que el más malo para nosotros con Felipe Calderón, como fue el 2009.
Y los temores se tornan en coraje, mezclado con algo de terror, al verificar allí también la ignorancia, ineficacia y disimulo de los mandones del Estado mexicano que no hacen mucho para frenar lo aciago de este prolongado y cada vez peor ciclo de agresiones, en especial de los que deciden en las instancias creadas por la presión internacional y de organismos activos en México como Artículo 19.
ALGUNOS DATOS
Debería provocar zozobra saber que en los últimos 7 años (2009-2015) la cantidad de ataques al periodismo fueron 1,832 y que casi la mitad (46.9%) fueron cometidos por servidores públicos y no por la delincuencia organizada como quiere convencer mediáticamente el discurso oficial.
Más inquietante es que de ese total en 7 años, la mayoría (1,053) ocurrieron durante los tres del actual gobierno federal; y que el ritmo o tendencia sigue al alza como lo confirma que de un año a otro (de 2014 a 2015) el crecimiento fuera del 21.8 por ciento.
Eso significará que en 2016 serán muchas más de 400 las agresiones y crímenes. Hasta marzo ya llevamos registro de 8 asesinatos.
¿ATENDERAN LAS RECOMENDACIONES?
Hacen bien, tú y el equipo de Artículo 19, en examinar con detalles el incumplimiento de las instancias oficiales involucradas en la protección de derechos e integridad de medios y periodistas.
Parece pertinente que en el informe incluyan al final recomendaciones que, a mi modesto juicio, son muy pertinentes porque son atendibles y no requieren más que voluntad política porque las instituciones ya tienen el marco legal necesario e incluso el dinero que necesitan para operar.
Pero otra vez dudo que lo hagan, como lo hemos comprobado desde 2010 cuando un puñado de veteranos reporteros nos juntamos para crear la asociación civil Casa de los Derechos de Periodistas, como una instancia de Pares para intervenir y tratar de ayudar a frenar este periodo que no cesa y a muchos nos produce, además de miedo, tristeza por los funcionarios públicos que tenemos y que padece la mayoría de mexicanos.
Me parece adecuado demandarle a la CNDH prontitud para actuar ante agresiones y que lo haga de oficio, aunque no le lleguen denuncias; que de verdad aplique su programa de prevención y que se apoye en nosotros los periodistas para denunciar oportunamente que no le hacen caso a sus recomendaciones, como les ha ocurrido con las tres de tipo general para atender agravios a periodistas.
Igual de apoyables son las recomendaciones a la fiscalía especial de la PGR para que atraiga todos los casos y no permita la arbitrariedad y omisiones de los gobernadores; que inicie averiguaciones previas de verdad y no las ociosas actas circunstanciadas; que ahora si adopte un método para que sus concentrados de casos le arrojen tipologías que sirvan para anticiparse a los delitos y que, como algo indispensable, es que sea la instancia que arrime los primeros auxilios psicológicos a las y los colegas víctimas de amenazas y otros delitos.
Y qué decir de lo que recomiendan al Mecanismo federal. Hemos tirado mares de letras y de tinta proponiéndole métodos, técnicas, procedimientos, capacitación, acciones, programas, pero las agresiones no se frenan. Lo concreto es muchas y muchos colegas no llegan allí por desconfianza o se retiran desencantados. Yo resumo que lo exigible es que sean eficaces, empero necesitan voluntad política y definiciones claras del Secretario de Gobernación y del mismo Presidente de la República.
Darío. Creo que somos muchos las y los periodistas que hemos percibido la labor importante de Artículo 19 para visibilizar el fenómeno de agresiones. Ningún otro organismo internacional ha hecho tanto. No es lisonja. Sobre la marcha, en la CDP hemos discrepado con ustedes por tratamientos de casos como el de quien ustedes llaman “periodista maya”. Nosotros sabemos que es un líder social que escribe un blog de filias y fobias políticas, sin rigor periodístico y con ofensas personales incluso contra periodistas de verdad de su estado que los vulnerabiliza; casos como retirar el acompañamiento y apoyo a colegas desplazados. Pero esos son asuntos menores frente a la labor general que tú has encabezado desde hace 10 años. Espero que sin ti en Artículo 19 siga trabajando en el mismo sentido.
Los datos duros del informe 2015, en general bien documentados por el equipo de Artículo 19 en México, habrán sido divulgados el 18 y 19 de marzo por varios medios importantes y muchos colegas en medios digitales un poco más libres. Después de eso, otras noticias duras y muchas del infortáculo aplastarán los ecos de ese informe denuncia.
Y eso, el olvido previsible, a mí me produce otro miedo: que los agravios ya cotidianos a periodistas y medios sigan, al igual que la ineficacia del Estado, al grado que ambos aspectos se conviertan en paisaje cotidiano, sin la fuerza necesaria para que consigamos convencer a los ciudadanos que cada silencio al periodismo es en perjuicio de su derecho a saber, y peor aún no se manifiesten públicamente como si lo hacen ciudadanos de otros países que si aprecian la misión social de la prensa y los periodistas. Estimado Darío si te vamos a extrañar muchos periodistas. Gracias.
(*) Reportero desde 1977. Especializado en investigación en Excélsior, El Universal, Milenio y otros. Dos veces Premio Nacional por el Club de Periodistas. Autor de los libros Zócalo Rojo, Zorrilla y Sólo para periodistas. Profesor invitado en varias universidades. En 2013 y 2015 el Colegio de Sinaloa le concedió la Cátedra de Periodismo y Comunicación “Pablo de Villavicencio”. Miembro fundador del Consejo Consultivo del Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas de la Segob (2010-2014). Director fundador de Casa de los Derechos de Periodistas, A.C. Consultor en temas de protección, leyes y políticas públicas sobre el periodismo en la asociación periodistastrespuntocero. Consejero editorial de la revista Zócalo y del Sistema Informativo Vía Libre. Su columna para periodistas, Miradas de Reportero, se publica en medios impresos y digitales de 14 entidades del país. Es autodidacta. Email: rogeliohl111@gmail.com
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