Llega la ONU a Xochicuautla; vigilan seguimiento: Edoméx

* La región otomí fue recorrida por observadores de Derechos Humanos del organismo internacional; se reúnen con líderes comunitarios

El par de observadores recorrieron la zona donde hace unas semanas Autovan, apoyada por más de 700 granaderos, demolió la casa del delegado de la comunidad Armando García, pues ésta se encontraba dentro del trazo por donde pasará la autopista.

Redacción | martes 26 de abril de 2016

Lerma, Méx., 26 de abril.- Observadores de la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas visitaron hoy la comunidad otomí de San Francisco Xochicuautla para dar seguimiento a la queja que han interpuesto sus pobladores.

Se trata del despojo de tierras y la violación a amparos federales en que ha incurrido la empresa Autovan, para construir la autopista Toluca-Naucalpan, por lo que los observadores realizaron un recorrido en Xochicuautla y se reunieron con líderes de la comunidad.

Para constatar que el gobierno del estado de México cumpla con el desalojo de la zona afectada que intentó ser demolida por la empresa Autovan (en partes sí lo hicieron), un contingente de unas 50 personas con la bandera de México y lonas con mensajes en apoyo a su comunidad, recibieron esta mañana a Tom Haeck y Abigail Islas, integrantes de la Unidad de Observación de la Oficina de la ONU en México para la protección de Derechos Humanos.

El par de observadores recorrieron la zona donde hace unas semanas Autovan, apoyada por más de 700 granaderos, demolió la casa del delegado de la comunidad Armando García, pues ésta se encontraba dentro del trazo por donde pasará la autopista.

Los líderes comunitarios se reunieron en privado con los representantes de la ONU y les entregaron la documentación que demuestra el desacato en que ha incurrido la constructora (apoyada por 700 granaderos estatales) propiedad de Juan Armando Hinojosa, -también propietario del Grupo Higa e implicado en el caso de la Casa Blanca y en el de los Papeles de Panamá.

Este acto legal de desobediencia es por continuar con los trabajos en la zona a pesar de que existe una suspensión provisional del 5º Juez de Distrito en materia de amparo que justamente ordenaba cesar las obras hasta resolver el fondo del juicio.

Los escombros del hogar y centro de reunión comunitario al mismo tiempo, del que era dueño Armando García, líder comunero, también fue supervisado por los observadores en Derechos Humanos de la ONU.

Durante el recorrido por la zona, el grupo de comuneros gritó consignas como "Xochicuautla vive, la lucha sigue y sigue", mientras que con sus carteles se leían mensajes como "Tierra y libertad. No más Ecocidio en Xochicuautla".