* Los trabajos para continuar la carretera siguen detenidos; no han llegado a un acuerdo para la reparación del daño: delegado Armando García
Habitantes de San Francisco Xochicuautla se unieron a la conmemoración del Día del Trabajo en la capital Toluca. Foto de Reforma
Redacción | domingo 1 de mayo de 2016
Toluca, Méx., 1 de mayo.- Comuneros de San Francisco Xochicuautla que fueron afectados por el derrumbe de una casa y la destrucción de un campamento por policías estatales para dar continuidad a los trabajos de la autopista Toluca-Naucalpan, que construye el Grupo Higa, se unieron al contingente con motivo del Día del Trabajo que se realiza en esta capital del estado de México, para exigir que se cumplan los acuerdos de reparación de daños.
El representante de la comunidad y delegado de San Francisco Xochicuautla, Armando García Salazar, propietario de la casa derrumbada y que servía también para recibir a los comuneros de otras regiones, encabezó el contingente y demandó que haya una reparación justa de los daños materiales.
García dijo que hasta el momento los trabajos para la continuidad de la carretera siguen detenidos; sin embargo, no han llegado a un acuerdo para la reparación del daño, por lo que él y su familia viven en un campamento con apoyo de la comunidad.
El líder otomí explicó que este lunes tendrá una reunión en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), organismo que se ha desempeñado como intermediario para lograr un acuerdo.
"Lo que hicieron es algo ilegal, por eso lo que yo pido es una reparación del daño, no una indemnización, son cosas diferentes, ellos tiraron nuestra casa, tienen que pagar todo", dijo García de acuerdo con la nota publicada por Reforma.
La publicación refiere que el contingente de San Francisco Xochicuautla estuvo conformado por casi un centenar de personas. Esta comunidad pertenece al municipio de Lerma. Los trabajos los realiza la empresa Autovan, subsidiaria de Constructora Teya, de Grupo Higa, propiedad del empresario Juan Armando Hinojosa.
Viola GEM órdenes judiciales
Cabe recordar que el pasado 11 de abril unos 600 policías estatales irrumpieron en la comunidad de Xochicuautla para que entrara la maquinaria y equipo para reiniciar los trabajos de la autopista Toluca-Naucalpan, detenida desde 2007.
Uno de sus propósitos fue derribar la casa del delegado Armando García Salazar al tiempo que desalojaron a la familia, sin que les permitieran retirar del inmueble objeto alguno, al tiempo que destruían y desmantelaban el campamento de "Digna Resistencia" que el Frente de Pueblos en Defensa de los Recursos de la Madre Tierra había instalado en la parte alta de la montaña para evitar el avance de las obras.
Luego, el 13 de abril, las partes involucradas se reunieron en la Secretaría de Gobernación, en la ciudad de México, y llegaron a 4 puntos de acuerdo, entre ellos que “la administración del gobernador Eruviel Ávila se comprometía a que se “reparará el daño” de las construcciones derribadas; pagar una renta mientras se restablece el patrimonio perdido y firmar un contrato de la reparación del daño a la propiedad de manera independiente a todo lo relacionado con la construcción de la carretera.
Otro fue el que contó con el aval de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en el que el gobierno mexiquense realizaría los trabajos requeridos para reparar los daños a la tubería de agua de la comunidad, y en contraparte los integrantes de la comunidad a garantizar las condiciones de seguridad.
Y el último punto de acuerdo fue que el gobierno mexiquense vigilaría para que la Policía Estatal se retirara y deje sólo la guardia necesaria para el resguardo de la maquinaria, estacionada a un kilómetro de San Francisco Xochicuautla.
Con información de Reforma
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