* "Por eso mandó a retirar las cruces, que lejos de ser un
símbolo, son los cuerpos de nuestras hijas que exigen justicia”, afirmó
Marcha desde la alcaldía al Canal de La Compañía. Fotos Xóchitl Flores
Redacción | domingo 29 de mayo de 2016
Chimalhuacán, Méx., 29 de mayo.- Nos sumamos al reclamo de
miles de voces que exigen justicia ante los crecientes feminicidios en el municipio
de Chimalhuacán, donde el pasado 29 de abril fueron retiradas las cruces,
símbolo y protesta de esta lucha, por la actual alcaldesa Rosalba Pineda, quien
a mostrado desinterés a esta realidad, señaló Xóchitl Flores.
Hoy, unas 300 mujeres, la mayoría, realizaron una marcha por
las principales avenidas de esta demarcación para instalar nuevamente cruces en
las inmediaciones de la Plaza Zaragoza y frente al palacio municipal, en
protesta porque el gobierno antorchista quiere ocultar este fenómeno social en
Chimalhuacán.
Acompañaron esta muestra grupos de activistas y familiares
de las víctimas encabezadas por la señora Irinea Buendía, quienes colocaron en
el circuito del pueblo y en el Canal de La Compañía cruces en color rosa, en
memoria de las víctimas. #NiUnaMenos #Vivas nos queremos #Chimalhuacan.
La mamá de Mariana Lima Buendía, asesinada por su esposo, fue la lucha que empezó Irinea Buendía (centro), para que castigaran al culpable, al asesino de su hija que habían dejado en libertad; ella pudo demostrar lo contrario.
Irinea Buendía, madre de Mariana Lima Buendía, mujer asesinada
por su esposo en este municipio, iba a la cabeza de la marcha.
Expresó que “la presidenta (municipal) Rosalba quiere
invisibilizar los feminicidios que hay en Chimalhuacán, por eso mandó a retirar
las cruces que lejos de ser un símbolo, son los cuerpos de nuestras hijas que
exigen justicia”.
Tras el recorrido, frente a la casa donde vivía Mariana Lima
Buendía, ubicada sobre las calles Juárez y Colón, en el barrio de Xochitenco,
se colocó una cruz enorme, color rosa, que pretende recordar a las mujeres que
han sido asesinadas en la zona.
“Fue en esta calle donde mi hija fue asesinada, dijeron que
había sido un suicidio, pero no es cierto; siempre desde un principio yo
denuncié que mi hija había sido vilmente asesinada, con todos los agravantes de
la ley: premeditación, alevosía, ventaja y traición y exijo justicia”, enfatizó.
“Exijo a la presidenta municipal, Rosalba Pineda Ramírez,
que deje de querer invisibilizar los feminicidios, porque desgraciadamente en
el municipio van al alza; no es una, ni dos, son más de 50 mil mujeres
asesinadas en el país y ella quiere que nosotros perdamos nuestra memoria sobre
nuestras víctimas”, exclamó.
Mientras caminaban cerca de 6 kilómetros, y pasaban por los
barrios San Pablo, San Pedro, Xochiaca, Xochitenco, San Lorenzo y Xaltipac
coreaban consignas como: “Señor, señora no sea indiferente, se mata a las
mujeres en la cara y en la frente”, o bien “Vivos se los llevaron, vivos los
queremos”, “Ni una más, ni una asesinada más”, “Arrancaron nuestras cruces y
sembraron nuestra rabia”.
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