…la violencia es considerada una de las principales causas de muerte en el mundo, considerándola un problema de salud pública que ha alcanzado niveles de impacto al atravesar fronteras educativas, de edad, raciales, religiosas y socioeconómicas.”
Por Génesis Gatica Porcayo | miércoles 21 de septiembre de 2016
Ciudad de México. 19 de septiembre (Agencia
Informativa Conacyt).- El acoso y hostigamiento laboral y escolar se
han convertido en temas de preocupación social e institucional en los últimos
años, por lo que se han implementado medidas y técnicas que buscan erradicar
dichas conductas, que son consideradas como dosis de violencia en pequeñas
cantidades.
Ante esta perspectiva, investigadores del Instituto
Politécnico Nacional (IPN) buscan concienciar a la comunidad politécnica y a la
sociedad en general sobre la importancia de reconocer, denunciar y enfrentar
los problemas de acoso y hostigamiento en los ámbitos laboral y escolar como
una manifestación de violencia, a través de políticas educativas de prevención
de violencia bajo la perspectiva de género.
En el marco de actividades que conmemoran los 80 años del
Instituto Politécnico Nacional, se llevó a cabo la XXXV Feria Internacional del
Libro del IPN, evento en el que se presentó el libro Modelo de
prevención, atención y sanción para erradicar el acoso y hostigamiento. Martha
Alicia Tronco Rosas y Susana Ocaña López, autoras de la obra, explicaron las perspectivas
en el tema de la violencia de género y las estrategias y programas que se han
realizado para combatirlo.
¿Qué significa hablar
de violencia?
De acuerdo con informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
la violencia es considerada una de las principales causas de muerte en el
mundo, considerándola un problema de salud pública que ha alcanzado niveles de
impacto al atravesar fronteras educativas, de edad, raciales, religiosas y
socioeconómicas.
A lo largo de investigaciones alrededor del tema, dirigieron
una que se enfocó en la comunidad laboral y estudiantil del IPN que habla de la
dinámica de relaciones de pareja y cuyo objetivo se centró en conocer cómo
personal y estudiantes de educación media superior y superior de la institución
se relacionan, a fin de identificar los factores que se asocian con el
surgimiento de patrones de violencia y en qué medida dichas conductas pueden
ser prevenibles y modificables.
Maestra Susana Ocaña (izquierda) y doctora Martha Alicia Tronco Rosas. |
“Logramos identificar que en estas relaciones entre los estudiantes
existían vínculos de poder que se manifestaban con diversas situaciones de
violencia”, comentó Susana Ocaña, mencionando también que los datos recabados
en el tema de la dinámica de relaciones en el nivel medio superior y superior
sobre los roles y estereotipos de género revelan situaciones preocupantes, ya
que estos son uno de los principales factores para ocasionar violencia.
Según los resultados, se reveló que 92 por ciento de las
mujeres declaró que deben obedecer a los hombres en todo lo que ordenen y 73
por ciento de los hombres está de acuerdo con esta idea. Asimismo, 88 por
ciento de las mujeres expresó que no se puede decidir libremente entre el
trabajo y estudio sin considerar la opinión de terceros, así como 74 por ciento
de mujeres y 50 por ciento de hombres consideran que en el matrimonio las
mujeres deben dedicarse al hogar y a la crianza de los hijos.
La violencia en más
cifras
Por medio de los apartados que hablan de diversos estudios
realizados en el tema dentro del IPN, se dieron a conocer cifras sobre mitos y
creencias que aluden al acoso y hostigamiento, convirtiéndose así en factores
que pueden originar tales situaciones de violencia, llegando incluso a
justificarse o a considerarse como normales, permitiendo que el problema se
agrave.
En esta publicación,
las autoras describieron que 80 por ciento de las personas de nivel medio
superior, superior y ámbito laboral que fueron encuestadas considera que las
mujeres que se visten con ropa ajustada para salir a la calle o asistir a su
trabajo o escuela, otorgan derecho a otras personas a faltarles al respeto.
Asimismo, 30 por ciento de los encuestados piensa que el acoso y hostigamiento
son situaciones normales del ambiente escolar y laboral y, por tanto, es algo a
lo que se deben acostumbrar.
Alrededor de 12 por ciento de hombres y 20 por ciento de
mujeres en situación escolar y laboral mencionaron para los estudios publicados
en el libro que han recibido propuestas de carácter sexual y constantes
críticas destructivas respecto a su trabajo. Según las autoras, aproximadamente
21 por ciento de los hombres y 22 por ciento de las mujeres han vivido algún
tipo de contacto, gesto o insulto obsceno relacionado con su sexualidad, además
de que sus superiores, llámense jefes o profesores, se han aprovechado de su
autoridad para ridiculizarlos, burlarse o perjudicarlos.
Entre las manifestaciones violentas de mayor constancia que
se expusieron en estos estudios están los pellizcos, empujones, cachetadas,
jalones de cabello, celos, ahorcar o asfixiar, forzar a tener relaciones
sexuales y revisar pertenencias.
Estas acciones negativas, aseveraron las especialistas,
tienen un fuerte impacto en aspectos psicológicos, físicos, laborales y
escolares que conlleva a consecuencias, que en muchos casos se traducen en
costos para la sociedad, para la misma persona y la institución en la que se
desarrolla, como desempleo, miedo, ansiedad, depresión, baja productividad,
entre otras, por lo que la ejecución de planes de acción que permitan erradicar
dicha situación han sido puestos en marcha.
Jerarquías de poder y acciones para combatir la violencia
“Si bien las mujeres tenemos mayor participación en el área
laboral y educativa, en las relaciones de pareja se han presentado diferentes
manifestaciones de violencia que tienen que ver con la constante lucha de
poderes”, especificó Susana Ocaña.
Las especialistas explicaron que las conductas violentas en
las relaciones de pareja generalmente no son percibidas como tal, ya que estas
pueden confundirse con amor e interés por la pareja, y quienes las sufren
suelen encontrarse principalmente en los grupos definidos culturalmente como
los sectores con menor poder dentro de la estructura jerárquica y que si no se
identifica y se detiene a tiempo, puede desencadenar conductas extremas como
homicidio o suicidio.
Programa de prevención, atención y sanción para erradicar el acoso y hostigamiento en los ámbitos laboral y escolar del IPN Denuncia segura: Aquí.
En este sentido, con el fin de erradicar la violencia, se
consideró necesaria la instrumentación de políticas de prevención de violencia
con perspectiva de género, que han resultado eficaces para retomar la
prevención como aspecto central en espacios escolares y laborales y convertirse
así en un modelo para erradicar el acoso y hostigamiento.
Dentro de las instituciones de educación media superior y
superior, se ha promovido el uso de una herramienta llamada Violentómetro, cuyo objetivo es medir las manifestaciones
de conducta violenta que se encuentran en la relación de pareja y que no habían
sido identificadas como tal.
“Con este material podemos no solo identificar si vivimos
con violencia, sino también se identifica si la ejercemos en el ámbito de
pareja, laboral o familiar”, explicó Susana Ocaña, enfatizando que los
materiales han sido llevados a diferentes idiomas como el inglés y también a
lenguas indígenas de México como el náhuatl, tlapaneco y mixteco, por mencionar
algunas.
La elaboración de estas medidas de prevención ha tenido
impacto no solo en la comunidad politécnica sino en otras instituciones y
países, que han tomado de ejemplo estas medidas para llevar a cabo campañas de
prevención de violencia. "El modelo que está propuesto en el libro no es
el seguimiento de ciertos pasos, sino que implica la consideración del contexto
y posibilita la adecuación a cada espacio o institución."
Esta obra cuyo autor es Agencia Informativa Conacyt está
bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Common
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