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* La periodista de Reforma denunció que el funcionario Gerardo Ángeles Enríquez se negó a ayudarla tras ser detenida y golpeada al realizar una cobertura; también fueron separados mandos operativos

El Fiscal Regional de Tlalnepantla, Gerardo Ángeles Enríquez, así como su jefe de unidad, tomaron la decisión de separarse de sus cargos en la PGJEM; aquí, el Ministerio Público de este municipio. Foto de Reforma.

Redacción | jueves 1 de diciembre de 2016

Valle de México, 1 de diciembre. Un coordinador operativo, un subdirector y dos mandos regionales serán sometidos al proceso que determine la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM), luego de los lamentables hechos en que se vieron involucrados por la agresión a la reportera de Reforma, Iris Velázquez, el día de ayer en Atizapán al estar cubriendo un desalojo.

Luego que la reportera de Reforma denunciara que el Fiscal Regional de Tlalnepantla, Gerardo Ángeles Enríquez, se negó a ayudarla tras ser detenida y golpeada mientras realizaba una cobertura, éste fue separado del cargo.

A través de un comunicado, el gobierno del Estado de México informó que el fiscal, así como su jefe de unidad, tomaron la decisión de separarse de sus cargos en la PGJEM a fin de ser investigados y de que se deslinden las responsabilidades.

"Ambos servidores públicos se someterán a la indagatoria respectiva, misma que determinará su futuro dentro de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México", señala el documento.

Además, los mandos operativos de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CES) que participaron en la agresión, también fueron separados de sus cargos.

Se trata de un coordinador operativo, un subdirector y dos mandos regionales, los cuales serán sometidos al proceso que determine la PGJEM, cuya dependencia también determinará si hubo más implicados directa e indirectamente para proceder conforme a derecho.

"Serán sometidos al proceso correspondiente de la Inspección General de Instituciones de Seguridad Pública del Estado de México (IGISPEM)", informó el gobierno mexiquense.

La reportera de Reforma fue detenida, golpeada y robada mientras cubría un desalojo en un predio conocido como Loma Larga en Atizapán, pese a que en todo momento se identificó como periodista.

Posteriormente, fue trasladada al Ministerio Público de Tlalnepantla, donde estuvo incomunicada por un periodo aproximado de dos horas. Ahí, un hombre vestido de civil que daba órdenes le escupió en la cara, le dio tres bofetadas y le obligó a ponerse los zapatos al revés.

Posteriormente, una mujer policía le tocó los genitales, supuestamente en busca de equipo. Fue hasta que llegaron medios de comunicación que fue liberada y se le informó que no estaba detenida. (Con información de Reforma).




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