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* Aparte de la explotación laboral, trabajadores reciben amenazas para firmar su renuncia, les inventan robos y finalmente los corren sin finiquito
* Acusa que Angélica Sosa y Matías Cito, supervisora de personal y administrador, le impidieron trabajar; su horario era de 12 horas
* Acude con Octavio Martínez Vargas; en su oficina de Atención Ciudadana del PRD recibe apoyo de abogados de su equipo de colaboradores

Motel Metrópolis, ubicado en la Vía López Portillo No. 53 de la colonia Ejidal Emiliano Zapata, muy cerca del DIF municipal, en Ecatepec; arriba, Amalia Valencia. Fotos de Internet/Mary Santiago.

Mary Santiago | martes 17 de enero de 2017

Ecatepec, Méx., 17 de enero.- Amalia Valencia de Jesús, de ocupación camarera, denuncia que fue objeto de un despido injustificado por parte de sus jefes inmediatos, Angélica Sosa y Matías Cito, que se desempeñan respectivamente como supervisora de personal y administrador del Motel Metrópolis, ubicado en este municipio. 

Valencia de Jesús relató que el 23 de diciembre cumplía 10 meses de trabajar de camarista en el citado motel con dirección en Vía López Portillo No. 53 de la colonia Ejidal Emiliano Zapata, en esta demarcación.

Además de camarista -agregó-, realizaba otras actividades que no le correspondían como la limpieza de la azotea, lavar el patio, barrer la calle y suplir al ama de llaves en su día de descanso, labores que realizaba sin protestar con la finalidad de brindar el máximo desempeño en su trabajo.

Su trabajo lo desarrollaba en un horario comprendido de las 07:00 de la mañana a las 07:00 de la noche de lunes a domingo de cada semana, en el tiempo que duro la relación laboral tuvo como días de descanso los jueves.

Explicó que el pasado jueves 15 de diciembre del año en curso le tocó descansar, al presentarse el viernes 16 a laborar le impidieron el paso y la corrieron del lugar.

Afirmó que esa quincena no le depositaron el pago de su nómina en la tarjeta de débito que unos días antes le había entregado el administrador para tal efecto.

Amalia Valencia de Jesús relató que el 23 de diciembre cumplía 10 meses de trabajar de camarista en el citado motel y finalmente fue despedida injustificadamente y con difamaciones. Foto Mary Santiago.

Pensando que se trataba de un error administrativo, acudió a hablar con el responsable para aclarar la situación, sin embargo, al llegar al hotel la supervisora de personal la llamó a su oficina y en compañía del administrador le dijeron que ya no laboraría en esa empresa.

Subrayó que al pedir una explicación del porqué de su despido le solicitaron que firmara un documento, que era una carta de renuncia, amenazándola que de no hacerlo, no le pagarían la quincena que le debían y en ningún momento le hablaron de algún finiquito.

Asimismo, expresó que la supervisora del personal, Angélica Sosa, le dijo que se había presentado un problema con un huésped el domingo anterior, que esta persona ocupó una habitación y que había dejado olvidada una cadena y un dije de oro.

“Esa historia ya me la sé” -recalcó Amalia Valencia-, “y no nada más me la han aplicado a mí, también se lo han dicho a varios de mis ex compañeros a quienes los han acusado de robo de pulseras, cadenas, alhajas, dinero u objetos olvidados, para obligarlos a firmar su carta de renuncia”.
Aunado a la prepotencia y el maltrato laboral del que ha sido objeto, Amalia Valencia de Jesús denunció su despido injustificado, aclarando que por no haber firmado la carta de renuncia le tienen suspendido el pago quincenal que le adeudan.

Por ello, asistió a visitar y solicitar ayuda al secretario Electoral del PRD, Octavio Martínez Vargas, para que la apoye con un abogado que la oriente para interponer la demanda correspondiente, y se le dé seguimiento al caso pues no puede permitir más malos tratos y la difamación que pone en entredicho su honestidad y honradez, y el pago del salario devengado.

El integrante del Comité Nacional del PRD, Octavio Martínez, en su oficina de Atención Ciudadana inmediatamente dio instrucciones a los abogados de su equipo de colaboradores para apoyarla en todo lo que sea necesario para que se haga justicia y se indemnice como lo marca la ley a la angustiada mujer.






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