Fotos: Tomadas de Internet: New Historian/Queretaro.com.mx |
Martes 11 de abril de
2017
“Primero te ignoran, después se ríen de ti, luego te
atacan… entonces ganas”, dijo Mahatma Gandhi en 1930, en el momento más álgido
de su movimiento hacia la liberación de India del yugo colonial. “Nada nos importa
que la prensa mercenaria nos llame bandidos y nos colme de oprobios… yo estoy
resuelto a luchar contra todo y contra todos sin más baluarte que la confianza,
el cariño y el apoyo de mi pueblo”, escribió Emiliano Zapata en su emotiva
carta a Gildardo Magaña el 6 de diciembre de 1911, días después de haber
publicado el Plan de Ayala.
Los tiempos y los contextos son radicalmente diferentes,
pero hoy Andrés Manuel López Obrador (AMLO) cumple la misma función que Gandhi
y Zapata. Su marcha pacífica hacia Los Pinos en 2018 se ha convertido en una
masiva movilización popular en favor de la transformación de la patria y la
liberación del pueblo mexicano de la dominación neocolonial. La vasta ola de
apoyo que ha acompañado al tabasqueño en todos los actos de firma de su Pacto
de Unidad en las capitales del país, como ayer en la Ciudad de México, indica
que estamos atravesando por un rompimiento histórico en las coordenadas del
poder político y social.
La virulenta respuesta de quienes temen perder su lugar en el
paraíso de la impunidad no se ha hecho esperar. En un intento de revivir el
espectro del peligro para México de 2006, la prensa mercenaria todos
los días inventa nuevas infamias contra AMLO. Mientras, Felipe Calderón y
Enrique Ochoa dan pena ajena con sus ataques machistas contra la candidata de
Morena a la gubernatura del estado de México, Delfina Gómez.
Los pistoleros intelectuales del PRIAN también
han dirigido su armamento contra quien teclea estas letras. Durante los 15 días
recientes, este columnista y académico ha sido vilipendiado de la manera más
grotesca, ignorante, agresiva y mentirosa. Más de una docena de columnas han
sido dirigidas expresamente en mi contra por personajes como Pablo Hiriart,
Jorge Fernández Menéndez, Ricardo Alemán, Fernando García Ramírez, Federico
Arreola, Leo Zuckermann, Juan Ignacio Zavala y Genaro Lozano. El linchamiento
mediático también ha llegado a la radio y la televisión, con locutores como
Óscar Mario Beteta.
Los voceros del régimen están desesperados porque las formas
tradicionales de censura ya no sirven como antes. A pesar de que un servidor y
otras voces disidentes hemos sido excluidos desde hace años de la radio y la
televisión comercial en México, cada día más personas tienen acceso a opiniones
críticas.
En noviembre de 2011, Calderón ordenó la cancelación de la
mesa de análisis Encuentro, en Fórmula, donde participábamos
Miguel Ángel Granados Chapa, Ricardo Rocha, Virgilio Caballero y un servidor.
Posteriormente, tuve que renunciar a MVS Radio en protesta porque el hoy vocero
de la Presidencia de la República, Eduardo Sánchez, pidió a los directivos de
la empresa suspender la transmisión de mis análisis hasta después de la
calificación de la elección presidencial de 2012 (véase).
Desde entonces, un servidor ha sido sometido a constantes
burlas y agresiones en las redes sociales. En su informe de 2015, la
organización Artículo 19 incluyó un resumen de algunos de los casos más graves
de amenazas de muerte en mi contra (véase).
Pero no nos han podido callar. Frente a la censura de los
medios nacionales, recurrí a las redes sociales y a los medios internacionales
para garantizar el ejercicio de mi libertad de expresión. Mi cuenta de Twitter ahora
tiene casi 330 mil seguidores y de manera permanente colaboro en una
amplia variedad de medios del mundo, incluyendo CNN, The Guardian, The
Atlantic, Foreign Policy, Los Angeles Times, France 24, BBC,
NPR, Suddeutsche Zeitung, Le Monde Diplomatique, Telesur
y Al Jazeera.
Hace unos meses también inicié una colaboración semanal con
el canal de noticias internacional de Rusia en español, RT, lo cual sería el
equivalente a CNN en español para Estados Unidos. Mis breves videocápsulas han
tenido enorme éxito (véase). Algunas han llegado a tener más de medio millón de
vistas.
Pero Televisa y el PRIAN no permiten
competencia alguna y mucho menos saben aceptar la derrota.
Así que en un solo tiro Margarita Zavala ha invitado a Trump
a intervenir en las elecciones de 2018 para parar a AMLO y, para dar sabor al
desaguisado, los sicarios intelectuales del régimen me acusan de ser
un agente ruso por el solo hecho de publicar videocápsulas con RT.
Tal señalamiento es tan absurdo y ridículo como afirmar que
Carmen Aristegui sería una empleada de la CIA por colaborar en CNN o Jorge
Ramos un agente de Angélica Rivera por trabajar en Univisión. Habría que
recordar a quienes descalifican desde la ignorancia que la pluralidad mediática
es esencial para la democracia, que la guerra fría terminó
hace 30 años, y que con Trump en la Casa Blanca se confirma que EU no es ningún
ejemplo de libertad.
Se derrumba el cerco mediático, arrecian los ataques y se
acerca la cuarta etapa anticipada por Gandhi: la victoria.
Twitter: @JohnMAckerman
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