Gobierno federal, obligado a debatir con todos los sectores; Senado, a integrar consenso por TLC: El Barzón
* Los secretarios de Relaciones Exteriores y de Economía, Luis Videgaray e Idelfonso Guajardo, han sido nombrados como responsables de la negociación del TLCAN; están actuando con premura y con mucha improvisación
* Marginan a muchos organismos empresariales, del sector agropecuario, de la industria textil y manufacturera; nunca han sido consultados; también están marginando a otras dependencias públicas y secretarías de Estado
* Lo más grave es la absoluta marginación del Senado de la República; consulta y debate nacional son imprescindibles; negociadores deben asistir con un mandato nacional con objetivos y estrategias a presentarse
Redacción | jueves 20 de julio de 2017
Ciudad de México, 20 de julio.- El pasado 17 de julio el gobierno de Estados Unidos formalizó los temas que le interesan discutir en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), por lo que vale recordar que desde la campaña del actual presidente de Estados Unidos, su compromiso de revisar el Tratado de Libre Comercio con México y Canadá, provocó un período de gran incertidumbre para nuestra economía, que ha sido puesta en condiciones de gran vulnerabilidad por los últimos gobiernos, expuso el movimiento El Barzón.
Todo indica, agregó, que la decisión del gobierno de Estados Unidos de revisar el TLCAN busca aprovechar la debilidad institucional de nuestro país, propiciada por la enorme corrupción que ha caracterizado a los últimos gobiernos y sus congresos comedidamente sometidos, que con una gran irresponsabilidad privatizaron el patrimonio de bienes estratégicos de los mexicanos.
No es sólo la evidente corrupción en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, es la descomposición de todo el sistema político y administrativo, puntualizó la organización en conferencia de prensa.
Su presidente, Alfonso Ramírez Cuéllar, señaló que a partir de los lineamientos presentados el 17 de julio, Estados Unidos pretende ser el único beneficiado y sobre todo, bajo la divisa fundamental de ir disminuyendo su déficit y protegiendo sus productos agrícolas, pecuarios y pesqueros, la manufactura y la industria textil, quiere imponer la reducción de las exportaciones mexicanas.
Se ha quitado el propósito de establecer aranceles, pero al imponer el “esquema del acuerdo azucarero”, nos quieren obligar a reducir las exportaciones de productos y servicios con valor agregado. La afectación de la planta industrial, del empleo y del crecimiento de nuestra economía resultará sumamente negativo, dijo.
Además, agrego Ramírez Cuéllar, “afectando a nuestra comercialización de productos como el caso del azúcar (disminuyendo las importaciones), en aguacate (cerrando puertas por pretextos fitosanitarios), el caso del atún (con el etiquetado en defensa de los delfines), siendo este último dónde pudo intervenir la Organización Mundial de Comercio OMC, para sancionar a Estados Unidos por frenar el comercio nacional”.
El supuesto falso del TLCAN
Alejandro Castillo Morales, Asesor de El Barzón, manifestó que se han limitado a analizar el señuelo enviado por el gobierno de Estados Unidos, en el supuesto falso de que ese país ha sido el perdedor del intercambio comercial del TLCAN.
Así, dijo, a partir de ese supuesto falso, los funcionarios mexicanos se han limitado a desmentir, a buscar minimizar el posible efectos de nuevas disposiciones en materia de reglas de origen o mejorar las normas fitosanitarias, las operaciones aduanales, todos esos procesos que en realidad no tendrían mayor problema, si los recursos que se generan por el trabajo agregado por los trabajadores mexicanos se reinvierte en mejoras en el país. Pero eso no sucede, lamentó.
Pero incluso, en ese aspecto hay temas en los que el gobierno mexicano muestra una gran opacidad, aclaró y puso como ejemplo que en lo relativo al endurecimiento de las reglas de origen del TLCAN, los mexicanos no sabemos realmente cuál es el porcentaje de integración regional de las exportaciones mexicanas o, en su caso, cómo supervisaremos el porcentaje de integración regional de las importaciones estadounidenses.
La propuesta económica del gobierno estadounidense -prosiguió-, tiene además otras complicaciones, como la que provocaría la reforma fiscal de Trump para reducir las tasas de impuestos a las utilidades y en ese mismo sentido, su negativa, en principio, para firmar la Convención Multilateral para la Implementación de Medidas Relacionadas con Tratados Tributarios para Prevenir la Base Imponible y el Traslado de Beneficios (BEPS).
Así como “la intención de influir en los términos de la paridad, como se expresa en el documento que dio a conocer la Casa Blanca, como establecer un mecanismo para evitar que los países del TLCAN manipulen el tipo de cambio para ganar ventajas competitivas. Esto es absurdo en nuestra relación con el dólar, cuyos períodos de sobrevaluación no sólo han afectado a Estados Unidos, sino que han tenido un fuerte impacto en México”, acotó.
Ramírez Cuéllar indicó que a ello hay que agregar la intención del gobierno de Estados Unidos, de establecer que en el caso de las inversiones se eliminen todas las barreras a las inversiones estadounidenses y, en lo que se refiere a las controversias relacionadas con el tratado, ya no se apliquen las disposiciones y salvaguardas vigentes, al grado que demandan eliminar el Capítulo 19 del Tratado, referente a solución de controversias.
“Los mexicanos no debemos aceptar las negociaciones impulsadas por este gobierno que en su desprestigio, abuso y falta de legitimidad, está dispuesto a recibir espejitos a cambio de que se les permita entregar el resto del país al extranjero”, preciso el líder nacional barzonista.
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