Por Rogelio Hernández López*
Lunes 27 de noviembre
de 2017
Para que también lo sepan algunos de mis colegas --que me
hacen favor de difundir esta columna en la mayoría de entidades del país--,
dirijo esta colaboración a los señores David Kaye y Edison Lanza, relatores
especiales sobre libertad de expresión de la ONU y de la OEA quienes este lunes
27 estarán arribando a la Ciudad de México en visita oficial de siete días.
Señores, de veras les deseo éxito, pero prepárense para ser
desoídos.
Seguro que ambos tienen muy presente que en 2012, hace 5
años vinieron sus antecesores, en una misión similar: fueron a las entidades
donde más periodistas habían ultimado, se reunieron con legisladores de ambas
cámaras del Congreso de la Unión, con la subsecretaria de derechos humanos de
Gobernación, con el fiscal especial, con unos pocos periodistas y muchas
organizaciones no gubernamentales, que siempre están prestas a estas misiones.
A sus colegas no los recibió el Presidente de la República, pero aun así se
llevaron un diagnóstico muy completo con un contexto que lo explicaba bien.
Después emitieron una recomendación conjunta.
Todo eso, al parecer, es lo que harán ustedes. Y creo que
tampoco atenderán sus recomendaciones.
Les dirán
Que a fines de 2012 se erigió un mecanismo de protección
para defensores de derechos humanos y periodistas, pero no reconocerán que, por
sus limitaciones e ineficacia, nos han seguido matando colegas, cada año más
que el anterior; en éste ya asesinaron a catorce...
Relatores, les dirán que la fiscalía especial ya no es tan
inútil, que en octubre de 2017 ya le asignaron un presupuesto básico y se
reactivó, aunque nosotros sabemos que no sale del marasmo en que lo metió la
falta de presupuesto y la escasa de voluntad política de los procuradores. La
efectividad de esta fiscalía, fue mostrada hace día por la CNDH al afirmar que
solo ha consignado al 10 por ciento de los agresores, lo que no significa
detención o sentencia...
También les dirán que todos los gobernadores firmaron un
compromiso, también desde 2012, para crear instancias de protección a periodistas
pero difícilmente reconocerán que sólo en cinco entidades han tratado de
crearlas y con muy poco éxito; en contraste, los agresores, mayormente los
políticos de todos los partidos, siguen maltratando periodistas como siempre...
En fin, esos serán los mejores ejemplos que tendrá el Estado
mexicano. Pero se los podían haber informado por correo electrónico.
De verdad, como reportero los felicito por llegar con sus
buenas intenciones, pero creo que podían haberse ahorrado un viaje, sobre todo
ahora que este gobierno federal y 8 estatales ya guardan en sus maletas las
omisiones y promesas incumplidas.
Poco cambió
Lo que sí podrán confirmar ustedes es que cambió casi nada
el contexto que ha convertido a este país en uno de los más riesgosos para
ejercer el periodismo en temas sensibles (violencia, impunidad, corrupción).
Es decir que el diagnóstico conjunto que sus antecesores
recogieron hace cinco años y los de otros organismos internacionales, hoy son
prácticamente iguales porque el gobierno federal y los gobiernos estatales
atendieron muy poco su recomendación conjunta de 2012. Miremos un texto
difundido, hace poco, por Freedom House y la Casa de los Derechos de
Periodistas A.C.
La libertad de
expresión hoy
El escenario general en que se ejerce el periodismo en
México, tiene aspectos estructurales muy negativos para el derecho a la
información y las libertades de expresión y de prensa. Una derivación, ha sido
el desarrollo de vulnerabilidades de amplios sectores de medios de prensa y de
la mayoría de periodistas.
Entre los muchos diagnósticos que se han ofrecido
recientemente, tres de ellos son de la mayor importancia para comprender esos
aspectos estructurales: los que en 2012 divulgaron las relatorías de Libertad
de Expresión de la ONU y de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos,
más el Informe sobre la libertad de expresión y prensa en México que
presentaron en 2013 el Centro Jurídico por los Derechos Humanos y la oficina en
México de Freedom House, en camino a la sesión 17 del Examen Periódico
Universal de la Organización de las Naciones Unidas.
En estos tres documentos se comprueba que siguen
predominando la mayoría de factores estructurales negativos:
• Fortaleza del modelo que propicia la concentración de la
propiedad de los medios de comunicación masiva;
• Pocos y dispersos cambios en el anacrónico régimen legal
en la industria de medios de comunicación;
• Gasto publicitario del sector público arbitrario,
selectivo y sin transparencia;
• Inhibición de fuentes informativas alternas;
• Deficiente acceso a la información de prensa de amplios
sectores sociales;
• Insuficiente operación de los instrumentos de acceso a la
información generada;
• Insuficiencia de recursos legales para que ciudadanos se
hagan escuchar, para replicar, o para proteger su derecho a la vida íntima.
Para complementar estas visiones, unos 850 periodistas que
han tenido contacto con la CDP reconocen o corroboran la mayoría de estos
factores y resaltan otros cuatro igualmente negativos:
• Los medios de prensa predominantes son empresas que
convierten en mercancía la noticia y obstruyen la información que no cumpla con
el criterio mercantil.
• Los gobernantes de todos los partidos y niveles dan
preferencia informativa a los grandes medios industriales y discriminan a
cientos de medios y periodistas que ofrecen líneas informativas diferentes y
aportan pluralidad de visiones.
• Los medios y periodistas en los estados están en zozobra
constante por la presión política sin control y por el arbitrario manejo del
gasto en publicidad, que crónicamente los ubica en los niveles más bajos de las
listas de anunciantes.
• Las y los periodistas de localidades pequeñas y medianas
laboran como corresponsales o FreeLancer, en su gran mayoría sin contratos de
trabajo, ni prestaciones, ni seguros de vida y con pagos, que van desde 150 a
400 pesos por trabajo, pero condicionados a que sus obras sean divulgadas.
En el fondo de todas las visiones, siempre se deriva la
conclusión de que este modelo mercantil ha creado demasiados obstáculos para el
desarrollo de medios pequeños y medianos en las localidades y, que más
acentuadamente, fue haciendo vulnerables a sus trabajadores y a los periodistas
y creo una amplia capa de subempleados que se llaman a sí mismos
independientes o free lance. Estos medios y estos periodistas han sido los más
castigados en el ya largo ciclo de agravios que asola al periodismo mexicano.
Señores relatores, gracias por su atención. Espero que esta
vez sí les hagan un poco más de caso, pero la experiencia indica lo contrario.
Nota.- Ensayo
completo en https://freedomhouse.org/sites/default/files/PRONTUARIO%20para%20fortalecer%20a%20periodistas%20vulnerables%20de%20México%20abril%202014.pdf
***
(*) Reportero desde 1977.
Especializado en investigación en Excélsior, El Universal, Milenio y otros. Dos
veces Premio Nacional por el Club de Periodistas. Autor de los libros Zócalo
Rojo, Zorrilla y Sólo para periodistas. Profesor invitado en varias
universidades. En 2013 y 2015 el Colegio de Sinaloa le concedió la Cátedra de
Periodismo y Comunicación “Pablo de Villavicencio”. Miembro fundador del
Consejo Consultivo del Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de los
Derechos Humanos y Periodistas de la Segob (2010-2014). Director fundador de
Casa de los Derechos de Periodistas, A.C. Consultor en temas de protección,
leyes y políticas públicas sobre el periodismo en la asociación
periodistastrespuntocero. Consejero editorial de la revista Zócalo y del
Sistema Informativo Vía Libre. Su
columna para periodistas, Miradas de Reportero, se publica en medios impresos y
digitales de 14 entidades del país. Es autodidacta. Email:
rogeliohl111@gmail.com
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