OREJA Y RABO
Domingo 24 de febrero
de 2019
No lo quisieron como jefe de gobierno y ahora se encamina
para ser Jefe de Estado, dijeron, un político que el sistema se le enseñó las
formas para negociar y lograr acuerdos, más allá de la gritería simplona con
que lo conocimos cuando denostaba a los integrantes del Frente Democrático
Nacional que en la LVII legislatura federal desplazaron al tricolor y obligaron
a reformar la Ley Orgánica del Congreso para adecuarla a la realidad plural que
vivía el país.
El zacatecano era hiriente en sus calificativos contra
aquellos que “se venden al mejor postor y cambiar de partido como quien cambia
de zapatos”, pero ya lo vimos que el hizo lo mismo después y pasó por cuatro
diferentes institutos políticos al que inició su carrera para convertirse en
líder de bancada.
Sabedor de que la política es el diálogo donde se gana y se
cede en las posiciones que están en litigio, supo llevar a buen puerto las
negociaciones no solo para aprobar con cambios sustanciales la minuta de la
Guardia Nacional, sino hacerlo por unanimidad, en un hecho histórico que ningún
coordinador parlamentario de la época reciente había logrado.
Con parsimonia realizaba su alocución desde la tribuna del
Senado, eran los momentos finales de la faena política, todos se mostraban
sorprendidos, en el graderío esperaban la votación después de los
posicionamientos de cada bancada donde se manifestaron a favor del dictamen
acordado por todos.
Cuando en la noche anterior a la sesión plenaria no había
certeza sobre el rumbo de las negociaciones, el anuncio de una conferencia
mañanera como parodiando al inquilino de Palacio Nacional, donde los
coordinadores de todas las bancadas daban su voto a favor del dictamen, los
nubarrones se disiparon.
Ya en el ruedo, capote en mano, daba sus últimos movimientos
para redondear la faena política que, en la mañana, aún el presidente veía
imposible y esperaba que por mayoría se lograra la aprobación de las reformas
constitucionales.
Abrían el tablero de votación y la expectativa crecía. Se
pintaba de verde, ningún rojo ni amarillo, y la suma crecía cada segundo. En
las oficinas y graderías decían: “va a ser unánime”.
120, 121, 125, 127 votos a favor, ninguno en contra, solo la
ausencia de la michoacana Blanca Estela Piña por motivos de salud evitó que
fueran los 128 senadores los que aprobarán de manera unánime con su voto, el
dictamen de reformas para darle paso a la Guardia Nacional, una vez que la
cámara baja y el Constituyente Permanente los avales de igual forma.
El presidente del Senado daba a conocer con la estridencia
que hechos como este ameritan, los resultados de la votación que se realizó una
vez que convencieron a cuatro legisladores de retirar sus reservas a varios
artículos para votar de inmediato.
En la sala de prensa todos comentaban el hecho, reconocían
los trabajos del coordinador de la nueva mayoría para llegar a tales
resultados, en tanto que en el salón de pleno mostraban carteles alusivos a las
reformas y la oposición los suyos del “si se pudo”.
Oreja y rabo para el zacatecano y el comentario cuestionante
de algunos opositores para su homólogo en San Lázaro, “vaya paquete que le
dejan a Mario, podrá sacarlo igual, porque apenas logró sumar una mayoría
calificada, pero si tiene tamaños y escuela debe hacer lo mismo”.
Esta semana en San Lázaro deberá demostrar de que está hecha
la nueva mayoría, aunque ya mi paisano dijo en Palacio Nacional que se conforma
con que logre la mayoría para que la minuta de reformas pase al Constituyente
Permanente y se den los pasos necesarios ya con el marco jurídico para la
Guardia Nacional para el combate a la inseguridad, violencia e impunidad en el
país.
BATALLA POR LA
EDUCACIÓN
Pero comienza otra batalla en el Congreso de la Unión, la de
los cambios para terminar con la reforma educativa de Peña Nieto y dar paso a
una legislación que permita en verdad lograr educación de calidad para todos
los mexicanos y los derechos de los docentes no estén sujetos a la punitiva
evaluación implementada.
Por lo pronto el magisterio oaxaqueño viene en camino a la
Ciudad de México y posiblemente de otras entidades también, ante la discusión
que se espera este fin de febrero y comienzos de marzo sobre el tema educativo
nacional.
Al respecto, el coordinador del PT, Reginaldo Sandoval
Flores, impulsor de cambios constitucionales en educación, comentó que, hasta
el día de hoy, la educación en México se centra en una perspectiva
universalista e individualista que pierde de vista las necesidades,
aspiraciones, concepciones, cosmovisión, enfoques culturales y diversidad
lingüística de los pueblos indígenas.
Dijo que sólo recientemente, se han empezado a cuestionar
las agresiones implícitas en el diseño e implementación de este modelo
educativo diseñado a partir de una perspectiva hegemónica / monocultural, pero,
sobre todo, se han visibilizado las secuelas derivadas del proyecto educativo
neoliberal que ha colonizado, discriminado, marginalizado y excluido a los
pueblos indígenas.
Bajo este contexto, agregó, los pueblos indígenas han
luchado por erigirse como sujetos de derecho bajo los siguientes principios
orientadores: revalorar y fortalecer las lenguas y culturas originarias; hacer
presente la Ciencia Comunitaria en las escuelas; Comunalizar la educación;
impulsar la economía solidaria y soberanía alimentaria; proteger la Naturaleza;
dignificar la vida y hacer presente el arte y la tecnología comunitaria en las
escuelas.
Asimismo, ejercer el derecho fundamental a la educación,
basada en el principio de dignidad humana, desde la cosmovisión y filosofía de
los pueblos indígenas.
Anunció la realización del Congreso Nacional de Educación
Indígena en el palacio legislativo de San Lázaro este 25 de febrero con la
finalidad de defender el derecho fundamental de los pueblos originarios a
ejercer una educación indígena bajo el principio de la intangibilidad de la
dignidad humana.
¿Y EL CONVENIO 189?
Previo a la entrega de los Óscares por la academia gringa
del ramo, y ante las críticas y comentarios de mala leche de algunos actores y
actrices mexicanos de la elite televisiva contra Yalitza Aparicio, de origen
indígena, humilde, de esas biografías de las que están ausentes todos los
“machuchones”, como dice mi paisano, del gremio conocido, entre ellos uno que
preside la Comisión de Cultura de la cámara baja que no se ha aprendido el
nombre de la oaxaqueña que actúa en Roma, su nominación está presente en el
imaginario colectivo.
En una gran metrópoli donde nadie que no se conozca hable
entre sí, fue verdaderamente sorprendente escuchar que lo hicieran defendiendo
a Yalitza “de las envidias” de quienes la critican por ser pobre y de origen
indígena, agregando que ella si representa a los verdaderos mexicanos y
compartiendo publicaciones donde aparece, esto en lugares públicos entre gente
esperando abordar su unidad o en el atestado Metrobús o vagón del metro.
Como buen tabasqueño este tipo de pláticas no son ajenas,
sino muy comunes en mi entidad natal, pero que lo hicieran los mudos de la
capital del país, me sorprendió sobremanera y la alta expectativa de estar
esperando verla ganar dicho reconocimiento, contentos con la nominación de
Yalitza Aparicio.
Y si se llevan muchas estatuillas, la rabia que le va a dar
a Trump de que sean los mexicanos. Pero falta que mi paisano sea congruente con
el tema de la película y envíe al Congreso la ratificación del convenio 189
sobre el trabajo del hogar, que falta.
Comentarios a uliseshj@hotmail.com
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