Valentín Campa. Foto RHL.
Lunes 18 de febrero de
2019
Poca gente se enteró que este reportero quedó
momentáneamente boquiabierto y con los ojos saltones al ver a Valentín Campa
parado de cabeza una noche de junio de 1976.
-¡Vale…! ¿Qué estás haciendo? –pudo balbucear semi aturdido
por la incredulidad.
Pero en lugar de explicación a su sorpresa le desatontejaron
dos gritos de enojo simultáneos:
--¡Sálgase camarada! --tronó Valentín, que sin invertir su
cuerpo en la cama del hotelucho, alcanzó los más altos decibeles de esa voz
harto aguda --muy suya--, que le escuchábamos en los mítines.
--¡Salte cabrón y cierra la puerta! ¿¡Quién te dijo que
entraras!? –regañaba, también estentóreamente desde el pasillo, Abel Alcántara
Hidalgo, el entonces todavía joven comunista que lideraba una de las brigadas
clandestinas de propaganda por la candidatura de Valentín.
Colectivo de ex militantes del Partido Comunista Mexicano por el Centenario de su Fundación. Foto RHL. |
-Todavía traigo esa imagen en mi retina –recordó el
reportero este 25 de enero de 2019, cuando el ya no tan joven Francisco Rosas
le invitó a participar en un chat de WhatsApp con el nombre de Centenario PCM
--Quiero organizar un acto por el natalicio de Valentín”.
¿Ayudas?—preguntó Paco dudoso porque sabe que desde la desaparición del PCM el
reportero se dedicó de lleno al periodismo y se distanció de los partidos. Su
motivo era que Valentín Nació en Monterrey, Nuevo León, el 14 de febrero de
1904.
--Claro que sí. Si es por Vale. –respondió sin dudar el
reportero. Cooperó con el diseño de la invitación y se aprestó a acomodar su
agenda para intentar acudir al acto de homenaje, el sábado 16 en la Casa de la
Cultura Jesús Romero Flores, al que se anotaron rápidamente veteranas y
viejitos de los que todavía respiran aquel oxígeno de las convicciones que les
contagiaron seres como Valentín, comunistas de los de antes. Ese mediodía se
tomaron la foto colectiva una treintena delante de una pequeña bandera roja con
el primer logo de su partido y la frase A Valentín Campa con amor.
Era tratamiento geriátrico
El reportero no pudo llegar a tiempo. Quería contarles
aquella escena del hotel y su explicación.
En junio de 1976, tenía 26 años. Había aceptado integrarse a
una brigada de avanzada de la campaña por la presidencia de Valentín Campa
Salazar. El jefe de esa brigada medio clandestina era Abel. Ellos contrataban
sonidos para los mítines, hacía reuniones con sindicalistas, dirigentes
campesinos y de colonias populares, repartían volantes, pegaban carteles en
zonas de fábricas y vivienda obreras. El gobierno y la policía sabían de la
campaña y la toleraban, no obstante si detenían a brigadistas para maltratarlos
de palabra y cachiporra, pero los soltaban. En ocasiones los llevaban con el
jefe de los grupos que seguían al candidato y a sus brigadas. Abel y el
entonces pre-reportero fueron llevados por segunda o tercera ocasión ante el
coronel Rogelio Flores Curiel quien al verlos nuevamente sonrío socarrón y les
dijo algo así:
--¡Ya me están cansando cabrones, pa´qué chingaos andas
pegando sus pinches papeles de noche y en esas zonas!--Y los soltó, otra vez.
Seguramente se quedó con la misma sonrisa de perdonavidas.
Eso ocurrió–parece recordar el reportero— en Nayarit. Ambos
brigadistas llegaron al pequeño hotel donde se alojaba Valentín. El
pre-reportero oyó ruidos raros en la habitación del legendario comunista en
campaña, la curiosidad le hizo abrir la puerta de su habitación simultáneamente
al segundo toquido. Entonces vino el sobresalto del candidato, del curioso y de
Abel, el regañón.
Esa noche no tuvo respuestas a los que había mirado, pero en
días fue hilando. Se enteró que el Partido Comunista de Rumanía, en el poder,
tenía un convenio con el mexicano para que algunos de sus dirigentes, los más
añosos, fuesen a las famosas y eficaces clínicas de gerontología rumanas. Allí,
después de tratamientos intensivos, los pacientes tienen que hacer terapia
geriátrica regularmente, con ejercicios que les estimulen la circulación
sanguínea a todo el cuerpo, por ejemplo pararse de cabeza una o dos veces al
día. Valentín en campaña electoral a los 72 años tenía que hacerlo. Esa era la
explicación de la escena que impactó al ignorante, sobre todo porque desde que
arrancaron la campaña le asombraba, la fuerza, el aguante físico del
veteranísimo candidato.
Valentín Campa Salazar. |
El férreo
Por las elecciones de 1976 se amplió el conocimiento sobre
Valentín Campa Salazar. Durante la campaña juntamos datos que, por lo menos a
este reportero, parecían de película. Era increíble que con tanto maltrato que
padeció no desistiera. Sí era el prototipo de la gente de izquierda
de-a-de-veras de aquellos años.
Hoy se pueden leer su libro de memorias y decenas de ensayos
entre los que destacan los de Abraham Nuncio, Ilán Semo, Dora Alicia Carmona y
muchos otros.
Para los periodistas que saben poco del Vale, tomo algunas
imágenes que articuló Dora Alicia:
Campa apenas alcanzó a terminar el primer año de secundaria.
A los 12 años intentó enrolarse para combatir a las fuerzas
invasoras norteamericanas del general Pershing durante la llamada “Expedición
punitiva” en contra de Francisco Villa…
A los 16 se convirtió en obrero en La Corona, subsidiaria de
la Royal Dutch Shell. A los 18 se convirtió en “estibador en embarques de los
Ferrocarriles Nacionales de México, en Ciudad Victoria y también entró a la
Gran Logia Bolchevique de Nuevo León.
A los 23 años “participó en la agitación para realizar una
gran huelga general ferrocarrilera, lo despidieron y reinstalaron” A esa edad
ingresó al Partido Comunista Mexicano, exactamente un día antes del inicio de
la gran huelga ferrocarrilera. Como resultado del movimiento sindical fue
apresado e incluso Plutarco Elías Calles ordenó su fusilamiento, lo que fue
evitado por Emilio Portes Gil, gobernador de Tamaulipas que incluso lo llamó a
colaborar con él. Valentín se negó”.
A los 25 años participó en la formación de la Confederación
Sindical Unitaria de México (CSUM)” y suplió a David Alfaro Siqueiros cuando
renunció como Secretario General.
Como dirigente sindical lo secuestraron más de tres veces,
hizo huelgas de hambre para ser liberado. De todos modos siguió en el ambiente
sindical, organizó huelgas y a los 30 años (1934).fue candidato a gobernador de
Nuevo León por el Bloque Obrero y Campesino y el PCM, en oposición a Plutarco
Elías Calles,
Entre los 30 y 34 participó en el Comité de Defensa
Proletaria y en la integración de la Confederación de Trabajadores de México,
al lado de Vicente Lombardo Toledano.
A los 45 años fue encarcelado nuevamente por presiones de
otros líderes sindicales. A los 55 fue de los principales animadores del
movimiento ferrocarrilero al lado de Demetrio Vallejo. Por eso estuvo en
Lecumberri 11 años, desde mayo de 1959 hasta 1970. Al salir contaba 66 de edad.
La deuda
Todo eso y más escuchábamos en 1976 durante su campaña
presidencial sin registro, la que también fue factor para que su partido fuese
legalizado poco tiempo después.
El brigadista que en 1976 lo vio parado de cabeza, se
convirtió en periodista dos años después, al recibir su primero salario como
reportero-editor en el semanario Oposición (órgano del PCM) y desde entonces
sigue en el medio reporteril.
En 41 años como reportero ha conocido a cientos de
políticos, pero muy pocos como El Vale: férreo de verdad, de convicciones bien
puestas, de esos que alimentaron, con su fuerza, como si fuesen cimiente, a un
movimiento social de inconformes que fue extendiéndose y acumulando energía
humana para el cambio que se expresó en las elecciones de 2018.
Valentín Campa falleció el 25 de noviembre de 1999. Aún no
se hace efectiva la propuesta de la legislatura anterior de incorporar sus
restos a la rotonda de las personas ilustres.
***
(*) Reportero desde 1977. Especializado en investigación en
Excélsior, El Universal, Milenio y otros. Dos veces Premio Nacional por el Club
de Periodistas. Autor de los libros Zócalo Rojo, Zorrilla y Sólo para
periodistas. Profesor invitado en varias universidades. En 2013 y 2015 el
Colegio de Sinaloa le concedió la Cátedra de Periodismo y Comunicación “Pablo
de Villavicencio”. Miembro fundador del Consejo Consultivo del Mecanismo de
Protección a Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas de la
Segob (2010-2014). Director fundador de Casa de los Derechos de Periodistas,
A.C. Consultor en temas de protección, leyes y políticas públicas sobre el
periodismo en la asociación periodistastrespuntocero. Consejero editorial de la
revista Zócalo y del Sistema Informativo Vía Libre. Su columna para periodistas, Miradas de
Reportero, se publica en medios impresos y digitales de 14 entidades del país.
Es autodidacta. Email: rogeliohl111@gmail.com
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