* En Santiago de Chile nombra a un sustituto temporal en la
Arquidiócesis más importante del país; en Arica el presbítero Juan Quispe fue
suspendido del ministerio sacerdotal por 5 años
Ricardo Ezzati estaba involucrado en varios escándalos de abuso sexual y encubrimiento en Chile. Foto AP/Reforma. |
Red-Accion | Ciudad
del Vaticano, Vaticano, sábado 23 de marzo de 2019
El Papa Francisco aceptó este sábado la renuncia del cardenal
Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago de Chile, y nombró a un sustituto
temporal para gobernar la Arquidiócesis más importante del país sudamericano,
después de que Ezzati se viera involucrado en varios escándalos de abuso sexual
y encubrimiento en Chile.
En otra parte del país chileno, el Obispado de San Carlos de
Arica informó que el presbítero Juan Quispe, denunciado por abuso sexual, fue
suspendido del ministerio sacerdotal por cinco años, publicó ACI Prensa.
En Santiago de Chile, el Papa nombró como reemplazo temporal
del cardenal Ricardo Ezzati, al actual obispo de Copiapó, monseñor Celestino
Aos Braco, un fraile capuchino nacido en España, de acuerdo con la agencia AP.
Ezzati, de 77 años, presentó su dimisión hace dos años,
cuando alcanzó la edad de jubilación obligatoria de 75 años, pero Francisco lo
mantuvo en su cargo. El prelado, sin embargo, se volvió el foco de la ira de
las víctimas de abuso por haber manejado mal varios casos.
El propio Francisco fue alcanzado por el escándalo después
de desacreditar inicialmente a las víctimas durante su viaje a Chile en 2018,
lo que desató una crisis de confianza en la jerarquía chilena y en su propio
liderazgo.
Después de darse cuenta de su error, el Papa convocó en mayo
al Vaticano a todos los más de 30 obispos activos de Chile y les pidió sus
renuncias. Hasta la fecha ha aceptado menos de 10.
El anuncio del Vaticano se produjo un día después de que un
tribunal de apelaciones en Chile permitiera a los fiscales continuar
investigando a Ezzati por un supuesto encubrimiento, rechazando su solicitud de
que se desestime el caso y sea retirado de la investigación, informaron los
medios de comunicación chilenos.
Las víctimas chilenas de abusos han acusado desde hace mucho
tiempo a Ezzati y a su predecesor en Santiago, el cardenal Javier Errázuriz, de
proteger a los sacerdotes depredadores y desacreditar a las víctimas.
En las últimas semanas, Ezzati se vio envuelto en un nuevo
escándalo después de que un hombre lo demandó por supuestamente encubrir su
violación dentro de la Catedral.
Se prevé que Ezzati comparezca la semana próxima ante la
Fiscalía para declarar como parte de la investigación al sacerdote Tito Rivera,
acusado de haber violado a una persona dentro de la Catedral, algo
presuntamente encubierto por Ezzati.
El escándalo de Chile estalló por primera vez en 2009 cuando
las víctimas acusaron públicamente a uno de los predicadores más prominentes
del país, el sacerdote Fernando Karadima, de abusar de ellos durante años.
Errázuriz inicialmente suspendió una investigación, pero luego el Vaticano
finalmente condenó a Karadima en un tribunal eclesiástico.
En medio de la nueva erupción del escándalo del año pasado,
Francisco endureció el castigo contra Karadima y lo expulsó.
Francisco había desencadenado la crisis al defender
fuertemente a uno de los protegidos de Karadima, el obispo Juan Barros, ante
las denuncias de que había sido testigo de los abusos de Karadima y de que los
había desatendido.
Después, el pontífice ordenó una investigación del Vaticano
que descubrió décadas de abuso y encubrimiento por parte de los líderes de la
Iglesia chilena, entre ellos Barros y Ezzati, aunque este último ha negado
haber encubierto algún caso, pero ha reconocido el dolor de las víctimas y se
ha comprometido a promover la transparencia.
Ezzati también tiene pendiente una investigación fiscal por
casos de pederastia confesados por el ex Canciller de la Arquidiócesis de
Santiago, Óscar Muñoz, denunciado también por violación.
Obispo suspende a
sacerdote denunciado por abuso
El Obispado de San Carlos de Arica, Chile, informó que el
presbítero Juan Quispe, denunciado por abuso sexual contra una mujer mayor de
edad, fue suspendido del ministerio sacerdotal por cinco años, publicó ayer ACI
Prensa, agencia de noticias católica vinculada al Vaticano.
En junio de 2018 el obispo de Arica, monseñor Atisha,
recibió una denuncia de actos impropios de connotación sexual que el presbítero
Quispe habría cometido con una mujer mayor de edad.
Esta denuncia ya se habría presentado en 2013 ante el
Administrador Apostólico de la época, presbítero James Santiago Sharp Langan,
“quien no habría dado crédito a ella, y por consiguiente, no inició
investigación alguna”, señaló un comunicado de la diócesis del 21 de marzo.
Se indicó que “la denunciante informó a monseñor Atisha que,
junto con colocarlo en conocimiento del Administrador Apostólico, también hizo
denuncia ante la Policía de Investigaciones de Chile, de la que no conocía su
estado de tramitación”.
Monseñor Atisha dispuso “inmediatamente” abrir una
investigación cuyo proceso finalizó con la “sentencia condenatoria de
suspensión, por 5 años, del ministerio sacerdotal y la pérdida de las demás
obligaciones y servicios que el presbítero Juan Quispe ejercía”.
“Se mantuvo comunicación con la denunciante durante la
investigación, y se le notificó de la resolución final a su denuncia”, agrega
el comunicado.
Por otra parte, la diócesis señaló que se entregaron todos
los antecedentes a la Fiscalía Regional de Arica para “facilitar el
esclarecimiento de los hechos, y la aplicación de la sanción penal que
corresponda, si eventualmente se configuraran delitos en el obrar del
denunciado”.
“Reiteramos nuestro compromiso de acoger y acompañar a las
víctimas, y de contribuir a la investigación y sanción penal de los
responsables de estos abusos”, concluye el comunicado. (El comunicado, aquí http://www.iglesia.cl/38012-comunicado-diocesis-san-marcos-de-arica.html).
Con información de AP,
Reforma, ACI Prensa.
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