* El escritor Stefan Zweig relató todos los malentendidos
que llevaron al bautismo erróneo del continente en una biografía de Américo
Vespucio que reaparece ahora
www.hoy.es / Red-Accion | Madrid, España., domingo 10 de marzo de 2019
¿Por qué América se llama América, en honor a un oscuro funcionario llamado Américo Vespucio, y no Colombia, como debería, en recuerdo de Colón, su gran descubridor? Sobre esta sugerente pregunta articuló el intelectual austriaco Stefan Zweig (Viena, 1881-Petrópolis, Brasil, 1942) la obra 'Américo Vespucio. Relato de un error histórico', que recupera ahora la editorial Acantilado. Genio del género de la biografía y del perfil psicológico (Fuoché, María Estuardo, Erasmo o Calvino pasaron por su pluma), Zweig analiza, con su habitual estilo vibrante, los malentendidos que llevaron a bautizar un nuevo continente con un nombre que no le hubiera correspondido.
Así, Zweig cuenta que Vespucio fue un florentino de familia
prominente venida a menos que en 1480, aproximadamente, se marchó a Sevilla
para trabajar en la filial dependiente de los Medici como un empleado que poco
a poco se va haciendo con la confianza de sus jefes. Poco se conoce de sus años
sevillanos, pero sí se sabe que en 1499 se embarca con una expedición española
al nuevo continente encabezada por Alonso de Ojeda. Allí adquiere conocimientos
que le servirán para cambiarse de bando y de rey y ser enrolado por los
portugueses en expediciones posteriores, y a la vuelta de esos viajes escribe
una carta a su mentor, Lorenzo de Medicis, que le hará pasar a los anales.
Traducida como 'Mundus Novus' y convertida en un librito, la epístola empieza a
circular por todas las ciudades y puertos. Y como venía firmada por Américo
Vespucio, es su nombre, Américo, el que comienza también a utilizarse para
referirse al nuevo continente.
Zweig exculpa a Vespucio de toda responsabilidad en el
error. Considera que no mintió y que nunca se atribuyó los méritos que le
correspondían a Colón, con quien mantenía una relación de respeto y sincero
afecto, lejos de la rivalidad que se quiso pintar en la época. «Américo no
tiene por qué avergonzarse de su nombre de pila. Es el de un hombre honrado y
valiente que a sus cincuenta años se atrevió a viajar en tres ocasiones en un
navío minúsculo por un océano todavía insoldable hacia lo ignoto», destaca el
autor austriaco.
Pero 'Relato de un error histórico' es mucho más que una
biografía de Américo Vespucio. En sus primeras páginas, Zweig demuestra su
enorme capacidad de síntesis al resumir con cuatro pinceladas qué ocurrió en
cada siglo de la Edad Media en Europa hasta llegar a la época de los
descubrimientos. Además, para el lector español, esta obra alcanza otro nivel
porque que la historia ha ido arrinconando y a los que devuelve el lugar que
les corresponde. Por supuesto, Cristóbal Colón, que sobrevuela todo el libro,
pero también, lúcidas mentes a las que el escritor austriaco admira y que
fueron los primeros en introducir sombras sobre el relato que prevalecía en el
siglo XVI y que convertía, erróneamente, a Américo Vespucio en el descubridor
de América.
Artículo de Álvaro
Soto/Madrid, publicado el 3 de marzo de 2019
Texto original en https://bit.ly/2u3QqBv
Publicar un comentario Blogger Facebook