Domingo 14 de abril de 2019
Hasta
ahora las acciones del gobierno tienen tanto de fifí
como las ha criticado en sus conferencias el presidente, porque en los hechos
las promueve y acepta como se ven en sus iniciativas, como lo señaló en su
momento Benito Juárez: “malditos aquellos que con sus palabras defienden al pueblo
y con los hechos los traicionan”. Parece estar pasando esto y el pueblo debe
estar atento.
Si bien el hecho de que el personal del
gobierno federal sigue siendo el mismo que ha trabajado en los sexenios neoliberales,
esto no implica que por inercia se sigan los usos y costumbres de la burocracia
gubernamental, pero la falta de planeación y de definición de que es la Cuarta
Transformación reduce a solo una frase lo que aducen que van a realizar.
¿Cómo? Nadie sabe, a casi 5 meses de iniciar
la administración todavía no hay Plan Nacional de Desarrollo, pese a que
tuvieron 5 meses después del triunfo electoral para bosquejarlo y ahora con 5
meses más de gobierno ya lo estuvieran implementando, lo cierto que seguimos
viviendo en la inseguridad y la violencia, hay menos empleos y los impuestos que
cada mes pagamos los mexicanos al fisco, se regala sin metas a lograr a mediano
plazo.
Hasta tricolores poco honorables como
Rubén Moreira de Coahuila, cuestionan que la reforma laboral aprobada no eliminara
el outsourcing, que ha sido una demanda de la izquierda y solo se limitó a
legislar por la libertad sindical que como trabajadores tendremos para escoger
el sindicato de nuestra preferencia, a que exista democracia sindical para
elegir a sus dirigentes.
Los impulsores de la libertad y
democracia sindical son nada menos que Napito, que nunca en su vida a
trabajado, ni conoce el tiro de una mina, porque el sindicato se lo heredó su
padre, así que nunca estuvo con su casco minero en el fondo del socavón, ni ganó
democráticamente la elección para ser líder de un seccional y de ahí pasar hasta
convertirse en líder nacional minero.
El impulsor de la nueva CTM ahora de la
Cuarta Transformación, llamada CATEM, es alguien igual que Napito que tampoco
en su vida ha trabajado como lo hacemos millones de mexicanos todos los días
desde temprana hora. Sobrino de sindicalistas heredó un sindicato, nació en pañales
de seda en la central obrera oficial, sobrino de Leonardo “la güera” Rodríguez,
amigo de Javier Duarte en el que se vio involucrado en desaparición de
recursos, amigo de José Murat, ese es Pedro Haces.
Controla organizaciones de limpieza, de
transporte de valores, de seguridad privada, de taxistas y hasta quiere tener el
control de la prensa en su confederación, como me lo hizo saber uno de sus seguidores
que acudió al Senado a aplaudir su arribo al escaño como senador para suplir al
propietario que pidió licencia para irse al gobierno federal, cuando me propuso,
al estilo de la “democracia de la Cuarta Transformación”, formar uno.
“Porque no formas un sindicato de
periodistas, tú serás el dirigente y comienza a organizarlos para tener a todos
los comunicadores en una organización. Te recomiendo con Pedro Haces y así
vamos participando”, fue la ‘tentadora’ oferta del nuevo sindicalismo guinda o
morena.
Es claro que, con iniciativas a medias
como la reforma laboral, o neoliberales como la de entregar los ahorros de los
trabajadores a las administradoras de las Afores, así como la negativa a
abrogar la reforma educativa en su totalidad para mantener el control de los
maestros con régimen de excepción, deja mucho que desear.
Es aquí donde los mexicanos y en especial
sus seguidores, deben ejercer el control de las acciones del gobierno para que
no haya más decepciones como la de los cafetaleros de Veracruz que serán explotados
por la Nestlé, por orden presidencial; la de los ambientalistas ignorados en
Morelos para abrir una termoeléctrica.
SALARIOS DE HAMBRE
Fortalecer el poder adquisitivo es la vía para lograr elevar la calidad de vida de
los trabajadores, terminando con la subcontratación que deja sin derechos y a
salarios precarios a miles de trabajadores que así son contratados.
La reforma laboral no está completa si no viene resuelto el tema de la
subcontratación, afirmó el coordinador del PT, Reginaldo Sandoval, por lo que urge
promover un análisis amplio, así como una discusión franca y abierta, a fin de
eliminar el outsourcing de los esquemas de contratación del país, para revertir
la precaria situación que atraviesan los empleados a 12 pesos la hora.
Llamó a las fracciones parlamentarias a concretar la profunda
transformación que el pueblo espera del Poder Legislativo. “Para nuestra
bancada es inadmisible que una de cada cuatro personas que se emplean por su
cuenta lo hagan bajo el outsourcing, pues es reflejo de que un pequeño grupo de
empresarios se está haciendo rico con el esfuerzo de la mayoría”, destacó.
Bajo este esquema de contratación miles de trabajadores dan lo mejor de
su vida a través de un tercero, sin contar con los derechos básicos que les dan
bienestar a sus familias, son prácticas engañosas que además laceran las
finanzas de México, pues evaden las aportaciones al Seguro Social y al
Infonavit, subrayó.
Para el PT es
necesario fortalecer el poder adquisitivo de la clase asalariada, ya que esa es
la vía para lograr elevar la calidad de vida de los trabajadores y ser más
competitivos a nivel mundial.
“Entendemos la importancia de las remuneraciones, a través de ellas se aspira al
bienestar de las familias mexicanas; por ello, manifestamos nuestro enérgico
rechazo al outsourcing, lo consideramos una herramienta que convierte al
trabajador en un instrumento más, en una figura desechable”, afirmó.
Para el PT está claro que
una reforma laboral no está completa si no viene resuelto el tema de la
subcontratación y en este caso vemos un documento sí con algunos avances, pero
incompleto, pues no se deroga el outsourcing, que es un esquema laboral dañino
para la clase trabajadora. “Seguiremos dando la batalla por el bienestar del
pueblo de México. Los trabajadores son personas”.
Los sindicatos gringos pedían 52 dólares la hora en industria automotriz en el
tratado; allá el mínimo es de 10 dólares la hora.
CONSERVADORES
Los fifís
del gobierno son conservadores aun cuando el
presidente acepta la crítica y lo ha declarado que eso es parte de la
democracia que antes no ocurría porque no teníamos esa cercanía para poder
cuestionar el ejecutivo federal, además de que era “mal visto” por sus corifeos
que lo adulan a placer y creen que esa es la costumbre para defender como lo
han hecho contra la prensa.
Por ello
y sabemos que el presidente lo sabe, de quien debe
cuidarse no es de quienes lo criticamos, sino de quienes lo creen rey que debe ser
adorado, besándole la mano y los pies porque entre muchos proverbios del pueblo
sabio está éste: “Cuídate de los que te alaban mucho, están apelando a tus
emociones para obtener un beneficio de tu parte”, y algo quieren sus bots y blogueros.
Jorge
Ramos es un destacado periodista que tuvo que dejar su
país para poder ejercer la libertad de expresión que en México no tiene
vigencia hasta ahora, ya que no quiso ser de los conductores de Televisa al
servicio del gobierno en turno.
Así es
como debe preguntarse al gobernante de cualquier
nivel, para que la sociedad pueda enterarse de lo que en verdad ocurre en el
país, ya que con el fin del laicismo que promueve el gobierno al concesionar
medios a las iglesias, luego se dirá que en un mes fueron ejecutados 2 mil 400
personas, pero esa fue la “voluntad de Dios”, así que no exijamos justicia ni castigo
a los responsables, “Dios así lo quiso”. Hay que prepararnos entonces para
sermones.
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a uliseshj@hotmail.com
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