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* Hospitalizado en Madrid, estuvo acompañado por su esposa Renata Govaerts, con quien llevaba casado 55 años

Alberto Cortez, durante un recital en Madrid en abril de 1983. EFE/El País.

Red-Accion | Madrid, España, jueves 4 de abril de 2019

El popular y cantautor Alberto Cortez, autor de éxitos como "En un Rincón del Alma" y "Cuando un Amigo Se Va", falleció este jueves en un hospital de Madrid, luego de haber ingresado de urgencia el 27 de marzo en el Hospital Universitario HM Puerta del Sur, en la localidad madrileña de Móstoles, a causa de unas úlceras gástricas que se complicaron con distintas infecciones y finalmente falleció de una afección cardiaca.

Desde su ingreso, el cantante, quien residía en España desde 1964, estuvo acompañado por su esposa, la belga Renata Govaerts, con quien llevaba casado 55 años. "Ha sido un golpe porque acabábamos de hacer gira a finales de año. Tenía compromisos en Puerto Rico, en República Dominicana y en México", señalaron fuentes cercanas al artista en publicación difundida por Reforma y las agencias Notimex, EFE y Reuters.

Foto EFE/El País.
Alberto Cortez empezó a tocar el piano a los seis años y a componer canciones con 12: su primera pieza fue Un cigarrillo, la lluvia y tú, interpretada por numerosos artistas. Su carrera, larga y exitosa, se desarrolló a ambos lados del Atlántico. Trabajó con su amigo Facundo Cabral, con Joan Manuel Serrat, con María Dolores Pradera y con muchos otros. Tenía 79 años y varios conciertos programados en Latinoamérica, se lee en el portal de El País, de España.

José Alberto García Gallo, su nombre real, nació en Rancul (La Pampa) el 11 de marzo de 1940. A los 17 años, mientras estudiaba en San Rafael, cerca de Mendoza, se unió como cantante a una orquesta local llamada Arizona, y con 20, cuando le llegó la citación para cumplir el servicio militar argentino, se alistó en el Argentine International Ballet Show, que partía rumbo a Europa. En ese espectáculo figuraba también Waldo de los Ríos, que posteriormente haría carrera en España como compositor y arreglista, agrega El País.

En otras expresiones de distintos medios, refieren que "Era una grandísima persona y artísticamente un compositor, músico y poeta enorme que ha dejado para la historia títulos inolvidables", señaló Yolanda Díaz, productora del concierto que daría en Puerto Rico: "Estamos muy apenados con su partida y esto nos tomó por sorpresa. El mundo pierde a un poeta y a un gran escritor", dijo.

El cuerpo de Cortez estará el jueves en el tanatorio y el viernes se realizará la capilla ardiente con su familia en la sede de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).

El poeta nació en la provincia argentina de La Pampa en 1940, pero se mudó a España en 1964. En 1965 participó en el Festival de Palma de Mallorca con la canción "Me lo Dijo Pérez", que más tarde interpretarían artistas como Karina, Mochi y Los Tres Sudamericanos.

Grabó más de 30 álbumes, era conocido por abordar historias cotidianas en sus canciones y recibió numerosas distinciones a lo largo de su carrera, entre ellas cuatro discos de oro, la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes y cuatro Heraldos de Oro.

El cantante y poeta argentino Alberto Cortez murió a los 79 años. Foto Especial/Reforma.

Continuando con El País, los siguientes párrafos, continuidad de lo arriba citado, se reproduce enseguida.

“El Argentine International Ballet Show fue un fiasco. El empresario desapareció cuando el grupo se encontraba en Bélgica y cada uno de los artistas, sin trabajo y sin dinero, procuró salvarse como pudo. Así comenzó el episodio más oscuro en la vida de García Gallo. En Bélgica gozaba de cierto renombre el cantante peruano Alberto Cortez (Darío Alberto Cortez Olaya en la partida de nacimiento), y García Gallo adoptó el mismo nombre y la misma identidad. Haciéndose pasar por el peruano y adoptando su mismo repertorio de boleros y cha-cha-chas empezó a actuar en Alemania y Bélgica, donde se casó en 1964 con Renée Govaert, “la que está en todas mis canciones, la musa que me llevó a todo esto”, según explicó el músico años después. Ese mismo año, Alberto Cortez (el peruano) tuvo una oferta para grabar un disco en Madrid, pero quien se presentó en el estudio fue el otro Alberto Cortez, el argentino. Así lanzó su primer éxito, Sucu-sucu.

“El Alberto Cortez peruano demandó en Amberes al Alberto Cortez argentino y logró que los tribunales belgas le cedieran la exclusiva del nombre artístico por 20 años. En 1966, el Alberto Cortez argentino, ya famoso, fue detenido en Barcelona por usar ilegalmente el nombre, pero la discográfica Hispavox pagó su fianza y el asunto quedó empantanado en los tribunales españoles. El Alberto Cortez peruano, que en adelante se hizo llamar El original, acabó desistiendo tras un áspero enfrentamiento con el argentino a través de la prensa. Los detalles de la historia se conocen por la autobiografía del peruano, Yo sí soy Alberto Cortez. El otro Alberto Cortez, el que logró mucha más fama y acaba de fallecer ahora, prefería no hablar del tema.

“De los boleros y las melodías tropicales copiadas al Cortez peruano, el Cortez argentino evolucionó hacia un estilo muy distinto, el de cantautor de las pequeñas cosas y la vida cotidiana. Vendió millones de discos con canciones como El abuelo, En un rincón del alma, Cuando un amigo se va, A partir de mañana o El callejero, publicó libros y poemarios, actuó ante multitudes y obtuvo premios como el Grammy Latino a la Excelencia (2007) y la Medalla de Oro al Mérito Artístico en España. Se hicieron célebres sus dos espectáculos de música y humor junto a Facundo Cabral, Lo Cortez no quita lo Cabral y Cortezías y Cabralidades.

“En 1996 sufrió una hemiplejia que logró superar y una operación cardíaca; en 2008 fue operado de la columna vertebral. La mala salud no le impidió seguir ofreciendo recitales. “Dios nos regaló la vida para disfrutarla con la mayor intensidad posible”, decía. En 2013, el expresidente ecuatoriano Rafael Correa, uno de sus mayores admiradores, quiso que Alberto Cortez actuara en el concierto con el que celebró el inicio de su segundo mandato.

“Las condolencias se sucedieron en cuanto se conoció su muerte. El concierto que tenía programado en Puerto Rico fue reconvertido en un homenaje. Joan Manuel Serrat dijo que Alberto Cortez perduraría en la memoria. Presidentes y ciudadanos comunes, amigos y admiradores, emitieron mensajes. Coincidían en lo esencial: Alberto Cortez fue un hombre de una inmensa humanidad.”.

Con información de Notimex, Reforma, EFE, Reuters y El País.





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