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* Construir una república laica dentro del Estado, es sin duda el gran reto que tenemos en México



GUERRA Y RELIGIONES

Domingo 19 de mayo de 2019

La historia de la humanidad es la historia de las religiones creadas por los humanos para tratar de entender las cosas naturales del mundo, que científicamente muchas de ellas no tenían justificación, por lo que lo asociaban a seres sobrenaturales que con sus “poderes” los realizaban, desde antes de la llamada era cristiana, los dioses griegos tenían distintas cualidades.
Zeus el dios del cielo, desde el Olimpo gobernaba dando orden, destino y justicia al universo, acompañado de otros dioses del matrimonio, amor, del mar, del trueno y demás sucesos naturales que solo a ellos, a Poseidón, Hera, Afrodita, Hades, Apolo, Atenea, eran doce principales, les atribuían que ocurría.
En el medio oriente nació la religión que los españoles trajeron a América, para terminar con nuestros dioses de la lluvia y demás conocidos por los pueblos originarios como los creadores y hacedores de la naturaleza y su vida.
Pero desde la edad antigua los pueblos se enfrentaban para imponer su religión y la cultura nacida de esas creencias; morían por sus dioses y semidioses, como los sumerios y los nomos egipcios, cuyas ciudades las simbolizaban con deidades.
Las guerras de religiones fueron lo común en Europa, entre católicos y calvinistas que provocaron la Matanza de la noche de San Bartolomé; la guerra de la Convención entre monarquías absolutas cuyos reyes eran designados por derechos divinos.
Los cruzados contra los moros, cuyas guerras entre impíos y fieles, claro cada uno dé su religión, dieron hasta el nombre a un platillo del caribe llamado “moros y cristianos”. A nombre de Dios se han asesinado a millones de personas en el mundo hasta la fecha, como la guerra entre católicos y protestantes en Alemania, cuyos campesinos fueron masacrados por órdenes del Papa.
La Guerra de los 80 Años, separó a los Países Bajo en un norte protestante y un sur católico, como pasó también en Irlanda con la Guerra de los Tres Reinos y otras que la historia menciona.
En México la presencia de decenas de sectas religiosas en el país, terminaron con familias completas que luego se han visto enfrentadas por diferencias religiosas, sobre todo en zonas indígenas, rurales y marginales, que como periodistas hemos documentado en su momento de que se matan por su religión quienes antes eran miembros de una misma familia.
La Iglesia La Luz del Mundo de la que son seguidores en las últimas décadas integrantes de la llamada izquierda institucional del país, es una congregación sobre la que pesan denuncias de abusos sexuales a sus integrantes y riqueza inexplicable.
A lo que se suman los abusos de los Legionarios de Cristo, feligresas a la que los curas de las diversas iglesias, por medio del espíritu santo las embarazan, abusando del poder moral que sobre ellas tienen, engañándolas vilmente.
Los libres pensadores coinciden en que, si se repartieran las riquezas de las distintas iglesias en el mundo, habría prosperidad en las naciones, empleos bien remunerados, mejor calidad de vida, no habría hambruna ni pobreza en los pueblos que ahora la sufren de manera dramática, mientras la jerarquía vive con lujos.
Pero, mientras mantengamos a vividores de la sociedad con nuestra limosna y donaciones para alcanzar el cielo, México y el mundo seguirán sufriendo miseria, desempleo e inseguridad.

ESTADO LAICO

El Estado Laico se concibe como la neutralidad religiosa de este frente a las diversas expresiones que existan en una Nación, con la exigencia de la neutralidad del poder público respecto a las opciones particulares que los ciudadanos adopten. Separar la Iglesia del Estado, a “César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Eso es lo que hay cumplir al pie de la letra.
Por ello, los representantes de un Estado Laico, independientemente de su creencia, sus autoridades políticas no se adhieren PÚBLICAMENTE a ninguna religión determinada ni las creencias religiosas deben influir en el despacho de sus asuntos legislativos, ejecutivos o judiciales, ni en los tres niveles de gobierno, respetando la creencia individual de cada persona.
Gobernantes, legisladores y funcionarios pueden profesar la fe que les pegue la gana en el templo respectivo donde conforme a la ley realizan sus liturgias y no en lugares públicos o emblemáticos del arte y la cultura del país.
Solo que en México la clase política utiliza a las diversas religiones como medios corporativos para allegarse votos de entre sus fieles, por lo que es común que en las campañas políticas haya alguien que se encarga de las reuniones con los curas, pastores y demás jerarquía eclesiástica que tiene influencia en la sociedad.
A cambio, obtienen de los que llegan a algún cargo público ciertas canonjías, prebendas materiales y legales para la construcción de sus templos y otras cosas, legislar en contra de los derechos de la mujer a decidir sobre su cuerpo como ahora pasa en 18 estados donde se penaliza el aborto pese a que es legal cuando está en riesgo la vida de la mujer o es producto de una violación, de la que hemos documentado casos que no se cumple la ley.
Y no es todo, también en los altos cargos federales se han dado casos, como ocurrió en el 2007 con la despenalización del aborto en la Ciudad de México, cuando los titulares de la PGR y de la CNDH en ese entonces, presentaron acciones de inconstitucionalidad en contra de esa legislación con alegatos claramente metafísicos y religiosos.
Construir una república laica dentro del Estado es sin duda el gran reto que tenemos en México donde las autoridades generen las condiciones necesarias para que todas las personas ejerzan a plenitud sus convicciones éticas sin discriminación alguna tal como lo establece el párrafo tercero del 1° constitucional, señalan politólogos como Javier Martín Reyes.
Es claro que las iglesias utilizan su poder religioso para tener seguidores dentro de las instituciones del Estado Mexicano para ir recuperando lo que perdieron en el siglo XIX. Una muestra de ello es sin duda, lo acontecido en Bellas Artes.

CARTILLA MORAL

Después de la de Alfonso Reyes que Torres Bodet le solicitó y que por considerarla un texto conservador el gobierno de entonces no la publicó y lo tuvo que hacer el propio Reyes 8 años después, tenemos ahora la Constitución Moral de este sexenio para tratar de trasmitirle a la sociedad en su conjunto valores éticos y cívicos que permitan disminuir la violencia y la inseguridad.
De acuerdo con su iniciativa, buscan fortalecer el respeto a las personas, a la familia, a la sociedad, a la Patria, a la especie humana y a la naturaleza, para que el conglomerado social cambie y actúe de manera diferente a la insensibilidad que ahora muestra hacia la vida y las personas, como lo destacan las notas policíacas que todos los días se venden con descabezados, descuartizados y demás, que nos muestran en estado primitivo en el siglo XXI.
Sin duda que mientras las generaciones actuales sigan formándose de manera natural, sin el apoyo de valores que los padres les puedan trasmitir, porque los dejan crecer solos, sin compañía de adultos, porque ambos salen a trabajar, sin garantía del Estado de educación inicial formadora, preescolar y sin educación cívica, estamos condenados al fracaso.
Bien lo han dicho que la educación es la habilitadora de todos los derechos ciudadanos, para que podamos ejercerlos y exigir que se nos garanticen la laicidad de la república, del Estado, para crecer en armonía con nuestra Patria y desarrollar una gran Nación.

Comentarios a uliseshj@hotmail.com
@LegislativotvH



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