Cumbre. |
Miradas de reportero
Cumbre del miedo, para construir protección a periodistas
Por Rogelio Hernández
López*
Lunes 24 de junio de
2019
Reportero, llegas al gran museo de Antropología con desanimo
y el rostro agrio. Estás seguro de que se arremolinarán lamentos y miedos de
tus pares, otra vez. Prejuicias que otro foro sobre la violencia contra
periodistas servirá para muy poco, como ha sido por 19 años.
Pero, tras 6 horas y media de convivir con tres cientos de
colegas y evaluar las 23 intervenciones sales con una ligera sonrisa y un
extraño espíritu de cuerpo. -Es que tú eres de los optimistas de siempre-, te
dice una joven editora web y te suena a reproche, como si te acusara de tener
poca capacidad de análisis.
Repasas entonces lo ocurrido el primer día de la Cumbre de
la libertad de prensa y entresacas eso que te fue animando.
1. Te enteraste de que el CPJ (Committee to Protect Journalists)
puso la mayor parte de lo necesario para esa enorme reunión y no se agandalló.
Ahí supiste que gestionó durante seis meses que los recibiera el Presidente de
la República e invitarlo a la Cumbre; desplazó un equipo operativo desde
Estados Unidos con Joel Simon a la cabeza; invitó a otros organismos para
coordinación; trasladaron a colegas afectados del norte y del sur de México;
alquiló el recinto, contrató tiquetmaster y a proveedores de lonches y toneles
de café; ordenó el programa; logró la presencia dela diputada Tatiana Clouhtier
y del segundo de Comunicación Social de la Presidencia, Jesús Cantú y en la
víspera consiguió que llegara también el Subsecretario de Derechos Humanos de
Gobernación, responsable del mecanismo de protección a periodistas. Se dice
rápido, pero conoces lo difíciles que son estas operaciones y más los
gobernantes.
-¿Cómo le hiciste para que viniera Alejandro Encinas? -le
preguntaste a Jan-Albert Hootsen, representante del CPJ en México. -¡Chingue y
chingue! como lo hice por semanas en varias oficinas-, respondió con cara de
cansancio, pero sonriente de ojos.
Jan estaba contento por lo que habían logrado, pero ni él ni
Simon se abrogaron públicamente lo alcanzado: en los paneles solo estuvo una de
sus representantes, Nataly Southwick; varias veces reconocieron lo que anotaron
en el comunicado final que “el evento fue preparado con la ayuda de un comité
organizador conformado por el CPJ; Adela Navarro Bello, directora general del
semanario Zeta de Tijuana; Reporteros sin Fronteras; Article 19-Oficina de
México y Centroamérica; y Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D).”
Saber todo eso te orilló a pensar: El más fuerte se tornó
humilde y buscó apoyo de otros para echarnos otra manita a los periodistas más
vulnerables del continente.
2. Igual te llevas la percepción de que cada día son más los
colegas que juntan sus miedos, que sienten respaldo para seguir resistiendo. Te
viste allí con algunos de la resistencia histórica de más de 25 años como Pepe
Reveles, Raúl Correa Engulo, Jesús Yáñez, Héctor Peñaloza, de hace 15 años para
acá Daniela Pastrana, Cristina Renaud, Isaín Mandujano, Témoris Grecko, Gerardo
Albarrán, Andrés Solís, Nadia Sanders… Y muchas, muchas, caras nuevas.
Al auditorio le caben 350 butacas, pero desde las 9:30 hasta
las 17:30 fueron insuficientes. Tu y los demás escucharon datos que pululan en
sus redes. En siete meses: 14 asesinatos, alrededor de 210 agresiones (30 por
mes en promedio), más de 3 mil periodistas despedidos desde julio del 2018, la
mayoría sin indemnización de ley. Datos de nuestros temores que nos movieron
para esa reunión. Ya no somos tan pocos los ocupados en el tema dispuestos a
enfrentar el miedo.
3. También reconoces los tamaños de los tres representantes
del nuevo gobierno que se animaron para acudir a esta Cumbre que, por obviedad
sería otro sitial de recriminaciones. No solo llegaron sino mostraron
honestidad individual al concordar con los diagnósticos de los males del Estado
y del gobierno y que defendieran lo poco defendible. Hasta nota dieron.
Oíste con atención a Encinas, no solo porque es tu amigo
desde el Partido Comunista Mexicano o porque sea el responsable del mecanismo
de protección a periodistas, sino porque sabes que tiene en su escritorio una
propuesta de plan preventivo de agravios que reconocería jurídicamente al
ejercicio del periodismo como del interés público, con cuatro posibles
programas de protección integral –ya no solo cautelar-, para reducir las
vulnerabilidades de las y los reporteros mexicanos. Sabes que eso no lo anunció
porque tiene que convencer al presidente, a sus operadores de comunicación,
empresarios, al fiscal general y a otros.
Por eso Encinas se concentró en reconocer que el Estado
mexicano es débil, le faltan capacidades institucionales y le sobran
expresiones de corrupción, como acusó antes la reportera Anabel Hernández.
-No basta que revisemos la ley vigente o el Mecanismo –dijo
Encinas-, el tema nodal es el combate a la impunidad, para frenar la violencia
general y para castigar los silencios que se han impuesto. Te dio gusto que
ofreciera como prioridad lo mismo que prometió Jesús Cantú después, que se
investigaran los 10 asesinatos que ellos tienen registrados.
Verificaste lo entrona de Tatiana, la diputada federal que
no quiso ser del gabinete presidencial, pero que defiende su convicción del
cambio y que ofreció llevarse como tarea convencer al líder de la mayoría de
crear o reformar las leyes de publicidad oficial, transparencia y de daño moral
en los códigos penales.
Percibiste el valor del periodista Jesús Cantú, ahora en
modo funcionario de la Presidencia, al resistir las quejas -y hasta un abucheo-
por exhibir malintencionadamente aquella lista de 36 columnistas y por negar
que las reyertas mañaneras del presidente contra algunos medios afecten a todos
los periodistas.
Pero lo viste mejor y hasta anotaste, para recordárselo cada
que sea necesario, esa agenda que construyen, de lo que están preparando para
cambiar la relación de prensa-gobierno, agenda muy similar a la que tiene
Encinas en su oficina por el sentido general y las medidas. Todos oyeron a
Cantú decir, en distintos momentos:
Está en transición el cambio de la relación de
prensa-Estado…Requerimos un sistema mediático libre, independiente y
pluralista…Al gobierno le toca construir el escenario y las condiciones:
Ley clara sobre publicidad oficial.
Revisar otras legislaciones relativas a concesiones y del
espectro radio eléctrico,
Propiciar la democratización del ecosistema mediático para
que fluya la información que tome en cuenta a todos los actores e incentivar el
periodismo de investigación.
Fortalecer a medios públicos y comunitarios que estaban
olvidados y reprimidos en muchos casos.
La profesionalización del ejercicio periodístico.
Garantías de ejercicio de libertad de expresión plena,
revisar el código civil, los códigos penales en varios estados, el secreto
profesional, la cláusula de conciencia.
Transparentar la acción gubernamental.
Y además hizo dos compromisos para lo inmediato, para lo
prioritario:
Uno. Esclarecer perfectamente todos los crímenes y cualquier
agresión con el criterio de que la primera línea de investigación sea el
periodismo.
Dos. En la asignación de publicidad habrá transparencia
total del Inai tanto del 2018 como del 2019 y se subirá en tiempo real.
Para la nueva ley anticipó el criterio de que buscan darle
pluralidad del sistema mediático y ya no guiarse solamente por audiencias y
tarifas, solo que están atorados con un gran problema según confesó: no saber
el tamaño de las audiencias para prorratear el gasto en publicidad. Analizan
tres alternativas: INEGI; otra metodología con un consejo académico de varias
universidades y otro método en que participen empresarios.
Todo eso lo oíste de Jesús Cantú y también te invocó una
leve esperanza de que puedan y quieran hacer efectiva la agenda que dicen “está
en construcción”.
4. Y de todas las intervenciones, las que te hicieron
aplaudir a pesar de lo rígido que eres fueron las de dos mujeres reporteras,
que conoces hace mucho, bravas como pocas. Anabel Hernández y Blanch Petrich…
Pero eso lo platicarás después. La Cumbre siguió al otro día ya con invitados
selectos y en otro sitio. Tu ya no acudiste.
Te llevas el aliento de la iniciativa generosa del CPJ, de
la unión de esas organizaciones internacionales que persisten en apoyar a los
periodistas, de que nuevas generaciones de colegas se han unido a la
resistencia, de que el miedo ya no es solo tuyo o tus cercanos y que ese miedo,
paradojalmente, es el motor para encontrar otros caminos. Deseas que sea real
esa agenda en construcción y que unifique a más periodistas de México y de paso
les machuque el estorboso individualismo. Te llevaste un poco de espíritu de
cuerpo y esa pequeña sonrisa. (rogeliohl111@gmail.com)
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(*) Reportero desde 1977. Especializado en investigación en
Excélsior, El Universal, Milenio y otros. Dos veces Premio Nacional por el Club
de Periodistas. Autor de los libros Zócalo Rojo, Zorrilla y Sólo para
periodistas. Profesor invitado en varias universidades. En 2013 y 2015 el
Colegio de Sinaloa le concedió la Cátedra de Periodismo y Comunicación “Pablo
de Villavicencio”. Miembro fundador del Consejo Consultivo del Mecanismo de
Protección a Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas de la
Segob (2010-2014). Director fundador de Casa de los Derechos de Periodistas,
A.C. Consultor en temas de protección, leyes y políticas públicas sobre el
periodismo en la asociación periodistastrespuntocero. Consejero editorial de la
revista Zócalo y del Sistema Informativo Vía Libre. Su columna para periodistas, Miradas de
Reportero, se publica en medios impresos y digitales de 14 entidades del país.
Es autodidacta. Email: rogeliohl111@gmail.com
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