Pacificar un país destruido no es tarea fácil, menos cuando los integrantes del propio movimiento gobernante, ahora se pelean por los cargos dentro de su organización y muchos de ellos son el espejo de los caciques locales, regionales..."
¿ESTRATEGIA O RENDICIÓN?
Domingo 20 de octubre de 2019
No escuchó las voces victoriosas de aquellos que el 1 de julio
decían que la izquierda ganó el poder en México, ¿de dónde sacaron tal
conclusión? Porque lo que sucedió es que un movimiento de chile, dulce y manteca
ganó el gobierno del país, el ejecutivo federal, para tratar de encauzar
políticas progresistas que le permitan a este sector de la geometría política
tener algún día el poder luchando contra los poderes fácticos e intereses
existentes.
El gobierno es solo una de las instituciones del Estado, las
demás todavía no han cambiado y mantienen en muchos casos los poderes que las
han dirigido y conservado, con los intereses que esto representa. El presidente
lo sabe, quiere dejar sentada las bases de la Cuarta Transformación que debe
continuar cuando menos en los próximos 4 sexenios para que logre concretarse.
Pero la derecha y las fuerzas vivas del país no se rascan el
ombligo, como tampoco los grupos criminales que bajo su amparo crecieron y
fortalecieron, están presentes en la sociedad sobre todo por las omisiones de
los gobiernos que les permitieron tener base social, de esa que muchos
políticos carecen, porque la delincuencia hace obras en las comunidades y los
resarce económicamente.
Muchas regiones del país viven bajo el gobierno de la delincuencia,
eso nadie lo puede negar, ni quienes gobiernan bajo las presiones de estos
criminales o en contubernio con ellos. Si las cárceles son autogobernadas por
los presos, imagínense fuera de ellas quien gobierna.
Pacificar un país destruido no es tarea fácil,
menos cuando los integrantes del propio movimiento gobernante, ahora se pelean
por los cargos dentro de su organización y muchos de ellos son el espejo de los
caciques locales, regionales, que gozaron de la corrupción e impunidad y ahora
se están acomodando en el nuevo gobierno, caso emblemático el del gringo
Bonilla en BC.
La toma de Culiacán es sin duda una muestra
de que falta mucho para que el nuevo gobierno tenga el control del territorio nacional
para pacificarlo y brindar seguridad a la vida y el patrimonio de las familias
mexicanas, porque existen poderes ilegales que tienen intereses diferentes a
los del Estado Mexicano.
Es ahí donde la sociedad se pregunta
si los resultados de la batalla de Culiacán fue una estrategia del gobierno
para evitar más pérdidas humanas, replegarse para emprender mejores acciones contra
la delincuencia o fue una rendición ante el crimen organizado como la derecha
lo denunció desde el mismo Congreso al exigir la renuncia de un “presidente
cobarde” que se dobló ante el poderío de la delincuencia.
Unos quieren ver sangre, otros quieren la paz,
esto está también, independientemente de la postura, en el morbo del mexicano
que goza y disfruta más de leer, escuchar y ver testimonios sangrientos que
ocurren fuera de su zona, claro cuando no son ellos ni sus familias los
involucrados ni víctimas de los hechos.
Las “benditas redes sociales” esta vez jugaron en
favor de la delincuencia, porque el miedo se apoderó de la ciudad con los
videos trasmitidos por los propios pobladores de camionetas artilladas con
armas del ejército de Estados Unidos, de convoyes civiles armados por la
ciudad, de la toma de la unidad del ejército donde viven sus familiares, del
convoy militar desarmado que custodia las pipas que trasladan combustible,
además de la ciudad ardiendo y ruido de metralla en todos lados.
“No vale más la captura de un
delincuente que la vida de las personas” fue la frase en que sintetizó el
presidente su actuación en Sinaloa. ¿Usted quería sangre y fuego o qué hubiera
hecho?
ARMAS Y DROGAS
Quienes conocemos el gabacho, ciudadanos, legisladores y uno que otro gobernante
lo conoce, sabemos que la sociedad consumista norteamericana, para los
anglosajones y afros fifís, la vida es trabajo, alcohol, droga y sexo, o al
revés, para tener lo último trabajas legal o ilegalmente. Generalmente no trabajan
horas extras ni dobles jornadas, porque cuando salen del empleo van a las cantinas
y antros en busca de alcohol, droga y sexo.
Los blancos conservadores y supremacistas seguidores de Trump, tienen
muchos de ellos este patrón de vida. Son el principal mercado de drogas del
mundo y con ello generan la violencia en países productores y exportadores de esta
hacia Estados Unidos donde los consumidores se pelean por los enervantes y como
promotores de la guerra, los que producen las armas para ejércitos legales o ilegales
de delincuentes en el planeta.
Ya desde las primeras transformaciones vividas en el país, hay
testimonios de búsqueda de armamento en Estados Unidos para las milicias
revolucionarias que existieron y hasta Villa invadió un poblado para obtener
unas y darles un escarmiento a los gringos.
Ante las ametralladoras Browning M2 del ejército norteamericano con los que
la delincuencia artilló camionetas en Culiacán, y que utiliza la OTAN, lo menos
que podíamos hacer era mentarle la madre a Trump, comerciante del mal que
gobierna Estados Unidos, para que ponga un alto al trasiego de armas hacia
México que ellos ven simplemente como ganancias para su industria armamentista
sin importar la vida de los demás.
En México hay sectores que llaman a reglamentar el uso de ciertas
drogas medicinal y lúdica, que permita quitarles a los carteles su base social
y económica, para con ello reducir la violencia en el país y generar incluso,
ingresos para la hacienda pública en estos tiempos de austeridad republicana
que ya raya en la pobreza franciscana en muchos lugares de la Nación.
Holanda es un ejemplo para los países del mundo donde muchas cosas
están prohibidas y que allá están permitidas, no viven situaciones de violencia
como las de países como el nuestro, las finanzas públicas son sanas, la vida
trascurre con tranquilidad y su economía se detona no solo con su queso y tulipanes.
Si la solución para terminar la violencia son atacar las causas
que la originan, hay que legislar para regular las drogas en el país, quitarles
poder económico a las organizaciones delincuenciales y aumentar las contribuciones
a la hacienda pública con la producción, almacenamiento, distribución y
procesamiento de drogas no solo de la Cannabis, para que no haya sicarios en
las regiones de México cuidando a capos, sino verdaderos ciudadanos.
Además de la educación, creación de empleos formales en todas las
regiones, arraigar a las poblaciones en su lugar de origen, que los migrantes
cuenten con oportunidades para sumarse a dichos trabajos y detonar el
desarrollo del país más allá de intereses políticos de un color o de otro,
donde los jóvenes sean la punta de lanza de la transformación de la que tanto
se habla.
CIBERSEGURIDAD
La delincuencia
cibernética también es un mal que aqueja a las naciones en el mundo, no solo a México,
ante el robo de identidad y el saqueo de cuentas bancarias y otras acciones en
detrimento del patrimonio de los usuarios de la red que en nuestro país se han
dado con las transferencias electrónicas y de algunos sistemas bancarios que
han sido vulnerados.
El diputado mexiquense
Javier Salinas Narváez cuenta ya con una iniciativa de Ley de Seguridad
Nacional Cibernética que evite este tipo de cosas y sobre todo que blinde la
seguridad nacional ante la delincuencia que ataca por las redes, de manera que
se garantice el patrimonio y la identidad de usuarios de Internet.
Aunque para ellos se
necesita una reforma constitucional que faculte al Congreso de la
Unión para legislar en la materia y dar los pasos necesarios en la protección
de las redes y sus usuarios.
Comentarios a uliseshj@hotmail.com
ViVisita www.legislativotv.com.mx
Ra.
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