* El coordinador general de Agrupaciones de Seguridad Unidas
por un México Estable, Armando Zúñiga Salinas, afirma que la industria donde se
emplean más de 600 mil personas y genera el 2% del PIB puede ayudar en la
pacificación del país con una ley moderna que formalice a todos los prestadores
de servicios
Armando Zúñiga Salinas, coordinador General de las Agrupaciones de Seguridad Unidas por un México Estable (ASUME). DIFUNET. |
DIFUNET / Red-Accion | Ciudad de México, lunes 25 de
noviembre de 2019
Tras adherirse en fecha reciente a la Confederación de
Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin), el organismo
Agrupaciones de Seguridad Unidas por un México Estable (ASUME), buscará
impulsar la creación de la Cámara Nacional de Seguridad Privada, plataforma
desde la cual se podrá complementar la modernización de la industria, así como
la unidad del gremio y la formalización de casi el 40 por ciento de las
empresas que hoy ofrecen sus servicios.
La ASUME, dirigida por Armando Zúñiga Salinas, aglutina a
las 32 asociaciones más representativas del sector de la seguridad privada en
el país, las cuales consideran que con un mejor esquema legal podrán dar mayor
impulso al crecimiento de esta industria que hoy tiene gran dinamismo, a la par
de coadyuvar con el combate a la inseguridad del país.
“Hoy nuestra industria tiene mucho auge porque los factores
de inseguridad provocan que las empresas inviertan entre el 5 y 8 por ciento de
su gasto operativo en seguridad; el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI) ha contabilizado que nuestro sector representa una cifra
cercana al 2% del Producto Interno Bruto (PIB) del país”, explicó el dirigente
de los empresarios de la seguridad privada.
Para Zúñiga Salinas, CEO de la empresa de seguridad privada
IPS-México, la creación de la Cámara Nacional de Seguridad Privada les
permitiría defender y representar mejor los intereses de las empresas del
sector y con esa fuerza, “pugnar por una mejor regulación que nos ayude a seguir
creciendo con mayor orden, a través de un registro único nacional de empresas,
personal y equipo”.
Con casi 8 mil empresas a lo largo y ancho de la República
Mexicana y 600 mil trabajadores, la industria se divide en cuerpos de
seguridad, custodios de mercancías, traslado de valores y apoyo tecnológico,
con sus diferentes subsectores como en el último caso la video-vigilancia, el
rastreo satelital, el control de acceso biométrico y analógico, además del
blindaje, desde donde se ha disparado la potencia y dinamismo económico de la
seguridad privada.
El crecimiento de la industria inició en 2012 y apenas tres
años después se aprobó la actual Ley Nacional de Seguridad Privada que hoy está
totalmente rebasada, por lo cual, Armando Zúñiga advirtió sobre la necesidad de
impulsar una nueva que ya englobe las normas técnicas de todo el desarrollo
tecnológico generado en los últimos años.
“Creemos que es importante y necesario corregir las
anomalías que se convirtieron en vicios en la última Ley en la materia
promulgada hace 15 años, además de armonizarla con las nuevas tecnologías de la
información para ayudar a los tres órdenes de gobierno a reducir los altos
niveles de inseguridad que hoy agobian al país”, destacó Armando Zúñiga
Salinas, quien recordó que la seguridad privada ayuda a la pacificación del
país al proteger empresas y servicios estratégicos como los aeropuertos,
puertos y el traslado del efectivo circulante.
“Es necesaria una Ley Nacional de Seguridad Privada que
distribuya competencias a los 3 órdenes de gobierno y de esta forma se
unifiquen procedimientos de control”, dijo Zúñiga Salinas, además de uniformar
las normas legales en todos los estados y municipios, porque actualmente
existen leyes locales muy disímbolas unas de otras y hasta con la propia ley
nacional.
Ra.
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