* Guadalupe Michel había tenido una audiencia; a meses de que se logre dictar sentencia contra Julio César “N”
Anteriormente, la familia Lima Buendía ha sido objeto de diversas agresiones, incidentes de riesgo y amenazas de muerte; en la gráfica, Irinea Buendía. ARCHIVO. |
Red-Accion | Ciudad de México, miércoles 22 de enero
de 2020
El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF)
denunció un atentado contra la vida de Guadalupe Michel Lima Buendía, hija de
la defensora Irinea Buendía Cortés, ocurrido el pasado 20 de enero, mismo día
en que fue realizada una de las audiencias relacionadas con el feminicidio de
su hermana Mariana.
Los hechos ocurrieron a meses de que se logre dictar
sentencia contra Julio César Ballinas “N”, feminicida de Mariana Lima Buendía. Guadalupe
Michel, hermana de la víctima, es una de las principales testigos en el caso,
de acuerdo con un comunicado del OCNF.
El pasado lunes 20 de enero de 2020, alrededor de las 21:15 horas,
al descender del vehículo en el que se trasportaba, se escuchó que detonaron un
arma de fuego en al menos seis ocasiones contra el automóvil y que impactaron
directamente en el auto, lo que evidenció que el ataque era directo.
EDOMEX/CDMX | COMUNICADO | Atentan contra hija de la defensora Irinea Buendía | https://t.co/4ERw2Y4Vxk #NiUnaMenos pic.twitter.com/MmzEYFOzGo— FeminicidioOCNF (@OCNF) January 22, 2020
Según el testimonio de Guadalupe Michel, se percató cuando el motor de una motocicleta suspendió la marcha y posteriormente escuchó al menos seis disparos, dos de los cuales impactaron directamente en su automóvil.
El feminicida, detenido en junio de 2016. ARCHIVO. |
Según el texto de la información, los hechos ocurrieron en
la avenida Congreso de Chilpancingo, en la colonia Unidad Habitacional Ermita
Iztapalapa de la alcaldía Iztapalapa, en la Ciudad de México.
Cabe mencionar que ese mismo 20 de enero fue realizada una
de las audiencias relacionadas con el feminicidio de su hermana Mariana, quien
fue asesinada el 28 de junio de 2010 a la edad de 29 años, a manos de Julio
César “N”, en ese entonces comandante de la Policía Judicial del municipio de
Chimalhuacán, estado de México.
A casi 10 años de los hechos, apenas se logrará la sentencia
condenatoria contra el feminicida de la joven mexiquense, y durante ese largo
tiempo la familia Lima Buendía ha sido objeto de diversas agresiones,
incidentes de riesgo y amenazas de muerte, sin que hasta ahora hayan recibido
una respuesta de las autoridades pese a que se han denunciado estos hechos.
“Como defensoras de derechos humanos y organizaciones de la
sociedad civil hacemos responsables a las autoridades estatales y federales de
cualquier tipo de agresión contra integrantes de la familia Lima Buendía”,
señaló la organización.
El 29 de junio de 2010, el cuerpo sin vida de Mariana Lima
Buendía, pasante en derecho y ama de casa de 29 años de edad, fue encontrado en
la casa donde vivía con su esposo, un policía ministerial, en Chimalhuacán,
Estado de México.
El 9 de septiembre de 2011, el Ministerio Público concluyó
que Mariana Lima Buendía se había suicidado y decidió no ejercer la acción
penal contra su esposo pese a que Mariana habría manifestado que su esposo la
amenazaba con matarla a golpes con un bat y con meterla a la cisterna como
habría hecho con otras mujeres.
Tras un peregrinar y una lucha constante la familia Lima
Buendía ha logrado sentar precedentes a nivel nacional, como la sentencia
554/2013 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en el que se
establece que “todas las muertes violentas de mujeres deben ser investigadas
como feminicidio, con perspectiva de género y con base en los estándares
internacionales más altos”.
Aunado a ello, el máximo tribunal de justicia en México,
ordenó que el caso de Mariana -que había sido cerrado calificando la muerte de
Mariana Lima como suicidio- se reabriera para que fuera investigado como
feminicidio.
La nueva investigación encontró al entonces esposo de
Mariana, como responsable del feminicidio, por lo que fue aprehendido el 23 de
junio de 2016, fecha desde la que se encuentra en prisión por dicho delito y en
espera de la sentencia condenatoria. ©
Ra.
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