Menu
 

La entrega de dinero justificaba desarrollos de proyectos opacos, como la mejora de salsas, de empaques de pizzas y de color de carrocería; universidades públicas y privadas facilitaron el desvío, denunció la directora general del Conacyt.

María Elena Álvarez-Buylla Roces, directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Foto Captura

Red-Acciones | Miércoles 3 de mayo de 2023

CIUDAD DE MÉXICO, (SinEmbargo). Durante gobiernos anteriores, empresas privadas recibieron recursos que debían destinarse a la investigación científica, denunció esta mañana María Elena Álvarez-Buylla Roces, directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Durante la conferencia matutina de este miércoles, Álvarez-Buylla Roces explicó que durante los sexenios de los expresidentes Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, cerca de dos mil 935 empresas privadas se veían beneficiadas por la entrega de hasta 45 mil 643 millones de pesos a través de fideicomisos destinados para la investigación científica.

Dicha entrega monetaria, además, supuestamente estaba destinada para el desarrollo de proyectos relacionados a “comida chatarra” o la mejora de pintura y color de carrocería.

“Hubo varios proyectos a empresas de comida chatarra, para mejorar los empaques de las pizzas, también para mejorar la pintura y el color de la carrocería de algunas empresas de autos, es decir, no tenía nada que ver con el saber científico y tecnológico en muchos casos”, dijo la titular del Conacyt.

También expuso ejemplos, como supuestos proyectos científicos para la mejora de salsas y otros productos “chatarra” que no tenían nada que ver con el cuidado de la salud, la alimentación saludable, y ni mucho menos con el desarrollo científico y tecnológico.

Entre las empresas que se vieron beneficiadas con esta entrega de dinero se encuentran Femsa, Volkswagen, Ford, Motorola, Nissan, Intel, IBM, Whirlpool, Kimberly Clark, Monsanto, BMW, Honeywell, entre otras.


Asimismo, también instituciones educativas públicas y privadas presuntamente habilitaron y favorecieron la entrega del dinero a dichas empresas, como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el Tecnológico de Monterrey, la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), las cuales desde 2009 hasta 2018 recibieron 26 mil 140 millones de pesos.

Aseguró que dichas instituciones participaban en un esquema de triangulación: el Conacyt entregaba el dinero a las empresas; una parte se dirigía a gastos directos para el desarrollo de proyectos, mientras que otra era por “vinculación” a dichos centros educativos y finalmente se regresaba a la empresa.

Las instituciones educativas que tuvieron mayor participación en este esquema fueron el Tecnológico de Monterrey, la UNAM, la UANL, el Centro de Tecnología Avanzada (CIATEQ) y el Centro de Investigación en Materiales Avanzados (CIMAV).

En esos 18 años, prosiguió Álvarez-Buylla, el dinero destinado a Conacyt fue a parar a falsas ciudades del conocimiento y proyectos conocidos como “elefantes blancos” en distintos estados del país: en Nuevo León 152 millones de pesos, en Baja California 100 millones, en Hidalgo 72 millones y en Durango 46 millones de pesos.

Impulso a ciencia…

El pasado 26 de abril, la Cámara de Diputados avaló expedir la Ley General de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, y reformó diversas disposiciones de las leyes Federal de Entidades Paraestatales y de Planeación.

En lo general, la Ley fue aprobada con 257 votos a favor, 208 en contra y dos abstenciones, mientras que en lo particular recibió 257 votos a favor, 210 en contra y dos abstenciones, para quedar en sus términos, luego de que el pleno rechazara las propuestas de modificación.

La nueva Ley tiene por objeto garantizar el ejercicio del derecho humano a la ciencia conforme a los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, es decir, que toda persona goce de los beneficios del desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica, así como de los derechos humanos en general.

“Entre otros objetivos, establece el principio y bases de las políticas públicas en materia de humanidades, ciencias, tecnologías e innovación, así como la integración, articulación y rectoría de un Sistema Nacional de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación”, señaló la Cámara de Diputados.

Entre otros objetivos, se establece la integración, articulación y rectoría de un Sistema Nacional de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación.

Además, el dictamen agregó al Conacyt en las leyes Federal de las Entidades Paraestatales y de Planeación. ©

.

Publicar un comentario Blogger

 
Top