El expediente Buendía, entregado por el Centro Nacional de Inteligencia al Archivo General de la Nación, da cuenta que José Zorrilla amasó una fortuna de “miles de millones de pesos”, entre casas y terrenos, cuentas bancarias e inversiones por todo México, Estados Unidos, Canadá y Alemania.
Manuel Buendía Tellezgirón. Foto Archivo.
Ciudad de México, (21 de septiembre, 2023, Proceso).-
Previo a ser procesado formalmente por el homicidio del periodista Manuel
Buendía, las autoridades ya preparaban otras acusaciones contra el exdirector
de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad (DFS) José Antonio Zorrilla
Pérez; una de ellas, evidenció la riqueza que el exfuncionario amasó de manera
inexplicable en México y el extranjero.
Proceso consultó el expediente Buendía, entregado por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) al Archivo General de la Nación (AGN), en el que se encuentra un informe sobre la orden de cateo que las autoridades realizaron en el domicilio de Zorrilla Pérez, en Paseo de la Reforma 2570, casa 79, lugar donde había sido detenido el 14 de junio de 1989.
Allí, las autoridades aseguraron documentos relacionados con
propiedades de inmuebles, cuentas bancarias, inversiones, cajas de seguridad de
diversos bancos nacionales y extranjeros, así como acciones en las que se le
mencionaba como socio principal de varias empresas.
“En su portafolios se encontraron cheques de viajero por ocho mil 200 dólares, así como un cheque personal en blanco de su cuenta en el Deutsche Bank”. Foto Especial.
Las autoridades señalaron que era posible que desde 1988
Zorrilla preparaba su fuga para el caso de que se le intentara detener por el
homicidio de Buendía.
“Se desprende el señalamiento de una incalculable fortuna
que pudo amasar en los últimos años como servidor público y que, salvo los
peritajes de valuación correspondientes a verificar, asciende a miles de
millones de pesos”, señaló la PGJDF en el informe del 18 de junio de 1989.
Con las evidencias, la PGJDF consideró que la situación
patrimonial y financiera de Zorrilla Pérez no coincidía con los sueldos que
obtuvo oficialmente durante todos los años que fue funcionario público.
“La abundante relación de bienes a nombre de Zorrilla Pérez
y de su esposa, Marisela Ruvalcaba de Zorrilla, rebasa con mucho la manifestada
en la declaración de bienes, que de 1983 a 1985 hizo el exdirector de la
Federal de Seguridad ante la Procuraduría General de la República y la
Secretaría de la Contraloría General de la Federación”, señaló la Procuraduría
capitalina.
“En su portafolios se encontraron cheques de viajero por ocho mil 200 dólares, así como un cheque personal en blanco de su cuenta en el Deutsche Bank”. Foto SIR. |
En 1983 Zorrilla declaró tener bienes en Cuernavaca, Morelos; en el estado de Hidalgo y en la colonia Campestre Churubusco de la Ciudad de México, que sumaban un valor de tres millones 170 mil pesos.
También reportó tener inversiones por un millón 537 mil pesos e informó de dos vehículos: una Ford 1982 y un Rambler 1980.
Su esposa, Marisela Ruvalcaba, declaró tener propiedades en
Atizapán de Zaragoza, Estado de México, y en Cuernavaca, Morelos, por un millón
650 mil pesos y un vehículo Ford 1981.
Al año siguiente Zorrilla declaró ingresos por cuatro
millones 91 mil pesos, inversiones por 191 mil pesos y deudas de dos créditos
hipotecarios ante el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores del Estado (ISSSTE) y Banobras, por 495 mil pesos.
Para 1985 el exdirector de la DFS vendió su casa en la
Campestre Churubusco, por siete millones y medio; declaró sueldos por cuatro
millones 246 mil pesos e intereses por tres millones 750 mil pesos.
Ese año sumó ingresos por 15 millones 496 mil 400 pesos;
inversiones en Banobras, Banco Internacional y Banca Confía, por nueve millones
729 mil pesos y sus deudas con el ISSSTE y Banobras ya eran por 305 mil 56
pesos.
Los documentos de sus propiedades y las de su esposa se
encontraron en varios portafolios que estaban dentro de uno de los clósets de
la habitación desde donde Zorrilla amenazó, el día de su captura, con matar a
su familia y suicidarse.
Su riqueza en México y el extranjero
En uno de esos portafolios había un documento titulado
“Relación de propiedades”, en el que se describen más de 20 bienes, como la
casa de Paseo de la Reforma y 13 lotes en el Fraccionamiento Lomas de las
Palmas en el Estado de México; tres lotes en Colinas del Sur, en el Distrito
Federal; una casa en los Tabachines, Cuernavaca; otra en Teololco 320, en el
Pedregal de San Ángel; tres lotes en el fraccionamiento San Juana, otro en
Paseos de Taxqueña, uno más en Portales, un lote en División del Norte y otro
en Tlalpan.
El listado incluyó un condominio en el fraccionamiento el Conquistador en Cuernavaca, otro en la zona hotelera de Ixtapa Zihuatanejo, Guerrero, y uno más en la zona residencial de Cancún, Quintana Roo.
También una casa campestre en Avándaro, dos terrenos en el
Pedregal de San Ángel, un terreno en un “lujoso” fraccionamiento de
Guadalajara, Jalisco; varios terrenos en Palmira, Cuernavaca, municipio en el
que también tenía un terreno en la zona residencial de Los Limoneros; un
terreno en Zapotlán, Hidalgo, y una exhacienda en Atotonilco; dos terrenos con
caballerizas en el Ajusco, con una extensión de 36 mil metros; dos terrenos en
Tizayuca, Hidalgo, otro en Huejutla y un condominio en Campos Elíseos, en la
colonia Polanco de la Ciudad de México.
“En el extranjero tenía propiedades en La Joya, Cal., una
propiedad en Houston y otra más en Horse Shoepday (sic)”, señala el documento
que detalla lo asegurado durante el cateo de la casa de Zorrilla.
Según los documentos, Zorrilla era accionista de la empresa
Constructora e Inmobiliaria Zoma; del Grupo Autotransportista Tusac, que
integra 32 compañías; socio mayoritario del Grupo Agropecuario San José; socio
y administrador único de Bienes Raíces Prado Sur, SA.
En otro portafolios las autoridades hallaron una membresía
de condominio compartido internacional, con un valor de 44 mil 734 dólares,
adquirida en el año 1988.
Fueron localizados documentos sobre cuentas en el Frost
National Bank de San Antonio, Texas; el Israel Discount Bank of New York; en el
Bank One of Texas; en el First National Bank en Woodlands, Texas; en el
Deustche Bank en Munich Alemania Federal, donde realizó depósitos por
aproximadamente dos millones de marcos alemanes; una cuenta en el Bank of
Montreal en Canadá; vínculos con The Union National Bank of Laredo; San Diego
Federal American Bank of Commerce; Credit Commercial de France; Ultimate Bank
King; Alamo Bank y City Bank Preferred Visa.
“En su portafolios se encontraron cheques de viajero por
ocho mil 200 dólares, así como un cheque personal en blanco de su cuenta en el
Deutsche Bank”.
Las autoridades comprobaron que Zorrilla realizó tres
depósitos de 500 millones de pesos cada uno entre septiembre y diciembre de
1988 a cuentas de Banamex, Bancomer y Banco Mercantil, en este último banco
también se realizaron otros depósitos por 350 millones de pesos.
En Banco Internacional, Zorrilla tenía una caja de depósito y en Banamex recibió depósitos por cerca de 238 millones de pesos a nombre de Moisés Uribe López, utilizado por el mismo exfuncionario como una especie de prestanombres ilegal.
“Para preparar su posible huida en el caso de ser
descubierto en su posible participación en el homicidio de Manuel Buendía”,
señaló la PGJDF.
También fueron realizados depósitos en Bancomer a nombre de
Marisela Ruvalcaba y Zorrilla por 35 millones de pesos.
“La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal
procederá a realizar un desglose de estas actuaciones para remitirlas a la
Procuraduría General de la República, a fin de que ésta investigue y, en su
caso, consigne a José Antonio Zorrilla Pérez por posibles delitos de carácter
federal como el de enriquecimiento ilícito”, precisó la institución.
Según la declaración de Roberto de Uslar de la Peña, amigo
de Zorrilla, él se encargó de conseguirle una cartilla del servicio militar con
el nombre de Moisés Uribe López, que el exfuncionario utilizó para abrir
diversas cuentas de cheques en el Banco Nacional de México por 10 y 20 millones
de pesos, con las que buscaría acreditar solvencia económica y obtener la visa
para salir del país.
El arsenal de Zorrilla
En el expediente de Buendía también se incluye otro informe
del cual se desprende que el 16 de junio de 1989, un día antes de que se
dictara auto de formal prisión a Zorrilla por el homicidio del periodista, la
PGJ envió parte de su investigación a la Procuraduría General de la República
(PGR).
Esto, para que la PGR iniciara una averiguación previa
contra Zorrilla por acopio de armas, portación de armas reservadas para
uso exclusivo del Ejército y Fuerzas Armadas e introducción clandestina al país
de armas y municiones.
Junto con el expediente la PGJ entregó a la PGR revólveres
Colt 357 Magnum; Smith & Wesson 38 especial; uno con marca no visible pero
matriculados con la leyenda José Antonio Zorrilla Pérez, calibre 38 especial
corto; Pietro Beretta 9 mm de doble acción; Llama, calibre 9mm; Walther 9 mm.
También una escopeta Remington calibre 12; una escopeta
Beretta calibre 12 doble cañón verticales y más de cuatro mil cartuchos “de
alto poder destructivo, como son las balas expansivas y las de las escopetas
capaces de partir en dos a un vehículo”, describió la PGJ.
A esto le acompañó un informe de balística de la Dirección
General de Servicios Periciales, por lo que la PGR inició la averiguación
previa correspondiente. ©
Otras informaciones
publicadas del caso:
https://www.red-acciones.mx/2019/05/conmemoracion-del-35-aniversario-del.html
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