Lunes 18 de septiembre de 2023
¡Claro que apoyo! –respondí sin titubear después de leer la propuesta
al Senado de la República para que otorgue la medalla de honor “Belisario
Domínguez” 2023, de manera póstuma al periodista y comunicador democrático Virgilio
Dante Caballero Pedraza.
Y también fue automático desear que hoy más colegas actuaran
como el Virgilio que conocí y traté: con ética profesional rigurosa y libre;
sensible a las necesidades informativas de la gente y de la seguridad física y
laboral de quienes informan; creando y fomentando medios públicos como
instrumentos de servicio para la gente y no de promoción de los gobernantes: un
periodista con perspectiva de Estado y además impermeable a los instintos
lucrativos.
El promotor
Es el comunicador Fernando González Domínguez quien redactó
los considerandos principales de la propuesta y para el 16 de septiembre ya
había reunido más de cien adhesiones, aunque no las exige la convocatoria del
Senado. Además agrega allí, como refuerzo de datos, el libro que él mismo está
preparando (“Las estampas del Caballero”) y el texto de Jesús Casillas
Álvarez “Las Hazañas de Virgilio Caballero, Integridad y Pasión”. El
lunes 18 de septiembre entregaría formalmente la propuesta al Senado.
Fernando, probablemente sea quien más tiempo trabajó con
Virgilio por coincidencias con el enfoque de que la comunicación social y el
periodismo deben servir principalmente para establecer una relación ética de
medios y gobernantes con la sociedad.
Esa misma visión hizo que Fernando fuese en 1981 parte de
los fundadores de la Asociación Nacional de Estudiantes de la Comunicación
(ANECO), luego de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (AMIC)
y convergiera con Virgilio en la Unión de Periodistas Democráticos (UPD). Dos
de las misiones más recientes de Fernando fueron como director de prensa y relaciones
públicas del Club Universidad y responsable de difusión del Instituto Nacional
de Bellas Artes (INBA).
Miguel Ángel Granados Chapa+, Rogelio Hernández López, Virgilio Dante Caballero Pedraza+ y Javier Solórzano el 30 de mayo de 2009 en la Plaza Zarco de la CDMX. Foto RHL. |
La propuesta
“El nombre de Virgilio está asociado a las
palabras periodismo y libertad… Fue ejemplo de tesón y honestidad… Durante
décadas dedicó esfuerzos a formar jóvenes periodistas y comunicadores comprometidos
con esa libertad y con los mejores valores de la sociedad.
“Virgilio Dante Caballero dedicó muchos años de su
vida a abrir camino a las corrientes progresistas de comunicadores sociales…
También a fundar instituciones de comunicación especializadas en radio y
televisión en ámbitos regionales…
Convenció a los poderes oficiales de todos los partidos políticos a
destinar recursos para la creación de institutos y corporaciones de radio y
televisión. En los estados de Oaxaca, de Sonora, de Quintana Roo… donde
privilegió las inquietudes de las comunidades por encima de noticieros y
programas destinados a alabar al gobernador o a los alcaldes afines… después
promovió la fundación del Canal del
Congreso.
Honró con el Premio Nacional de Periodismo a su
querido XEIPN Canal Once ….Colaboró en la creación de radios universitarias
como la de la Universidad Autónoma Metropolitana, y colaboró en estaciones
universitarias y culturales como el canal 22 y la emisoras TV UNAM y Radio
Educación. … Gracias a los esfuerzos del periodista, del comunicador de Estado,
se creó la Red México de Radio y Televisión de estaciones regionales,
culturales y universitarias, de la que fue primer dirigente.
“Virgilio Caballero fue sobre todo un maestro; cual
normalista, visitó prácticamente todas las escuelas y facultades de periodismo
y comunicación de todo el país para impartir cátedras y conferencias
magistrales contribuyendo a formar generaciones de estudiantes comprometidas y
comprometidos con el carácter social de su carrera.
“Concluyo esta propuesta con la mención de su más
importante logro: la amplia comunidad de
periodistas que hoy siguen su ejemplo. Fue un hombre muy querido y respetado
por su numerosa familia y los centenares de amigas y amigos, intelectuales,
artistas, políticos de todas las corrientes y partidos que sin ninguna duda
respaldarían esta invitación al Comité de la Medalla “Belisario Domínguez”. Le
ruego al comité lo consideren como lo hacemos muchos de quienes le conocimos.”
Invitación
Como Fernando González Domínguez propongo que nos sumemos a la propuesta de que el Senado de
la República reconozca los aportes de la trayectoria de Virgilio Caballero si
coincidimos con el alto estándar del periodismo y la comunicación, de practicarlos
con responsabilidad social de servir a la gente y menos al lucro.
En mi caso ofrezco razones adicionales. Comencé a
tratar a Virgilio en las reuniones de la Unión de Periodistas Democráticos y en
las que él promovía con su círculo de exalumnos y colaboradores cercanos dónde
siempre encontraba a Fernando. Nos reconocíamos como periodistas de izquierda.
A principios del año 2000, cuando Virgilio dirigía
el Canal del Congreso, se mostró interesado en saber más del primer libro que se
había hecho sobre la situación de las y los periodistas mexicanos (Hernández
López, Rogelio. Solo para periodistas, Edit. Unios-Grijalbo.1999) y de las
coincidencias que él encontró con su ensayo que elaboraba (Ética y
Autorregulación de los medios a fin de milenio) para la revista Razón y
Palabra, entonces primera de alcance latinoamericano especializada en temas de
comunicación.
Coincidimos entonces en que era indispensable ya
lograr el reconocimiento de las y los periodistas profesionales como sujetos
esenciales de la comunicación y que con su ética podrían ser los frenos
naturales a las fuertes tendencias comercialistas de la prensa mexicana que la
han hecho demasiado estruendosa y hasta irresponsable.
Virgilio, en su texto difundido poco después de
esa charla asentó que la falta de ética de la prensa y en el proceso de la
Comunicación social era uno de los pendientes de la democracia mexicana, que
hacía falta ampliar y mejorar las relaciones de la prensa con el poder y de
ambos con la sociedad. (http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n17/17vcaballero.html)
Ponía como ejemplo que “apenas en los años
cincuenta y sesenta la prensa mexicana se entonaba a una sola voz y bajo una
misma batuta… La guerra fría tuvo aquí su exacta expresión cotidiana en la
persecución a toda disidencia del régimen de partido único, que derivaron en
asesinatos, encarcelamientos a veces masivos o en genocidios, siempre con el
apoyo del conjunto de los medios de comunicación, que azuzaban o justificaban
cualquier represión”.
Reconocíamos también que a principios del siglo
XXI los jóvenes comunicadores de la ANECO y los periodistas más desarrollados
que militábamos en la UPD pertenecíamos a una generación o corriente intermedia
que logró ampliar la cantidad de medios y de lectores y también de haber
consolidado una pluralidad de informadores y opinadores, pero que aún no
lograba vencer al comercialismo de la información de interés público y que
alejaba a los sectores avanzados de la sociedad.
“Limpiar nuestra propia casa es un imperativo
urgente, inaplazable e intransferible –insistía
Virgilio--… sin embargo reconocía que “no parece cercana la posibilidad de
que los periodistas constituyan los códigos deontológicos que regulen su
actividad profesional, contribuyendo a reformar desde dentro la oscura relación
de la mayoría de los medios con el poder”.
En aquella conversación igual que en el texto de
Virgilio fueron convergentes varios temas de una agenda, todavía inaplicada,
para mejorar la situación de las y los informadores: los que corresponden a
una deontología profesional, del respeto a la vida privada, de la cláusula de
conciencia, del secreto profesional, de la protección a la integridad de los
periodistas, de los derechos de rectificación y de réplica, si aún no estamos seguros
de que los medios de comunicación deben estar regidos por una ley de
responsabilidad social”.
Así eran los razonamientos escritos y orales de
Virgilio Caballero, ese comunicador y periodista con visión de Estado. La
última vez que pude convivir con él fue en otra acción convergente el 30 de
mayo de 2009 en un mitin en la Plaza Zarco de la Ciudad de México conmemorativo
del asesinato de Manuel Buendía. En algún momento coincidimos en una breve
guardia de honor con Miguel Ángel Granados Chapa, Virgilio Caballero y Javier
Solorzano. (ver foto).
Nota final.-
Las y los colegas que decidan apoyar la propuesta de que se conceda la medalla
Belisario Domínguez 2023 a Virgilio Dante Caballero Pedraza pueden dirigirle un
mensaje a Fernando González Domínguez al correo electrónico: librovirgilio@gmail.com
o bien directamente al del Senado: medallabelisario@senado.gob.mx.
Mirada de reportero
Reportero desde 1977. Especializado en investigación
en Excélsior, El Universal, Milenio y otros. Dos veces Premio Nacional por el
Club de Periodistas. Autor de los libros Zócalo Rojo, Zorrilla y Sólo para
periodistas. Profesor invitado en varias universidades. En 2013 y 2015 el
Colegio de Sinaloa le concedió la Cátedra de Periodismo y Comunicación “Pablo
de Villavicencio”. Miembro fundador del Consejo Consultivo del Mecanismo de
Protección a Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas de la
Segob (2010-2014). Director fundador de Casa de los Derechos de Periodistas,
A.C. Consultor en temas de protección, leyes y políticas públicas sobre el
periodismo en la asociación periodistastrespuntocero. Consejero editorial de la
revista Zócalo y del Sistema Informativo Vía Libre. Su columna para
periodistas, Miradas de Reportero, se publica en medios impresos y digitales de
14 entidades del país. Es autodidacta. Email: rogeliohl@yahoo.com.mx
Ra.
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