OPINIÓN
Por Teodoro Rentería Arróyave
Viernes 8 de diciembre de 2023
Con motivo de la absurda y aberrante detención, por orden de
juez, del apreciado y respetado amigo y colega, Alfredo Jalife-Rahme Barrios,
por una denuncia de la política, Tatiana Cloutier, por undécima vez vuelve a la
palestra, más que a la polémica, la demanda firme, convincente, valiente e
incontrovertible del gremio organizado, conformado por la Federación de
Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, el Colegio Nacional de
Licenciados en Periodismo, CONALIPE, y la Federación Latinoamericana de Periodistas,
FELAP-México, en el sentido de que los supuestos o mal llamados delitos de
prensa, a saber: calumnia, difamación e injurias deben ipso facto
despenalizarse, porque atentan directamente contra las libertades de prensa y
expresión.
El 24 de abril de 2017, en respuestas a esas nuestras
demandas y de otros colegas del mundo, el representante en México del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Jan Jarab, pidió
que en el país se despenalicen los delitos de difamación, injurias y calumnias,
a fin de no criminalizar la libertad de expresión, combatir el acoso judicial y
el mal uso del proceso civil.
Durante el foro “La libertad de expresión en México”, señaló
que en México siguen existiendo, en siete estados, tipos penales que
criminalizan las opiniones vertidas, como la difamación, injurias y calumnias,
que, dijo, son un medio para silenciar ideas, opiniones, lo cual genera temor
ante las acciones judiciales y las sanciones penales y monetarias.
Es el caso que, este miércoles 6 fue detenido el periodista
y analista político Alfredo Jalife, por agentes ministeriales en cumplimiento
de una orden de juez, como consecuencia de la denuncia por los supuestos
delitos de difamación y calumnia presentada, según se sabe, por la ex
secretaria de Economía en el actual régimen morenista y actual coordinadora de
vocerías de la candidata presidencial, Claudia Sheinbaum Pardo, “por unos
videos en donde la referencia”, y el mundo se le vino encima y sus aclaraciones
en lugar de cancelar el entuerto, se dimensionan y se hacen virales.
A tal grado es el escándalo provocado que la Fiscalía
General de Justicia del Estado de Nuevo León, informó o confirmó de inmediato,
mediante una ficha informativa, la liberación del analista político, Alfredo
Jalife-Rahme, aunque aclara, que seguirá en proceso judicial, explica que “la
definición se hizo en una audiencia realizada hace unas horas, para resolver la
situación jurídica del analista, acusado de presuntamente haber cometido los
delitos de calumnia y difamación.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, de inmediato se
pronunció a favor de la libertad de expresión del analista político Alfredo
Jalife Rahme, y anunció su libertad.
Claudia Sheinbaum, precandidata única de Morena a la
presidencia, también se pronunció a favor de que el delito de difamación se
elimine de los códigos penales, “siempre he creído en la libertad de expresión
y también creo que debe haber opiniones responsables, no debe haber difamación.
No creo que eso sea de carácter penal, en todo caso llamaría a todas las
entidades de la República a que quitaran eso de los códigos penales para que
pueda ser en todo caso un asunto civil”.
Es esa nuestra lucha de más de cinco décadas y contenida en
la Agenda Legislativa Pendiente del Periodista, desde el 23 de mayo de 2012.
Por último, es de apuntarse lo declarado por Tatiana
Cloutier, quien afirmó en redes sociales: “El señor Jalife mintió asegurando
que me robé el Litio de México y que le entregué el Estado Mexicano a los
estadounidenses”, al advertir, y está en todo su derecho, que defendería “el
buen nombre que ha construido durante años”.
Lo que llama la atención y provoca más que sorpresa,
hilaridad, es que se atreva a definir al indiciado, afirmó en entrevista
radiofónica que el colega Jalife no es periodista, es articulista. Ahora
resulta que la señora Cloutier se da el derecho de calificar a los
comunicadores si son o no periodistas. Aberraciones tras aberraciones.
En consecuencia, como ha sido nuestra lucha de más de cinco
décadas: LOS SUPUESTOS DELITOS DE PRENSA DEBEN SER ABOLIDOS EN TODO EL PAÍS. Es
un grave atentado a las libertades de prensa y expresión criminalizar la
difamación, la calumnia y la injuria, a ese aberrante enjambre o absurdo legal
se cuelgan los malos funcionarios para amedrentar a reporteros, articulistas, a
la prensa en general.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados
en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación
Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio
honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX,
miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor
Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la
Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y
críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en
toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info,
www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org, y el portal
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Ra.
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