OPINIÓN
Por Teodoro Rentería Arróyave
Viernes 26 de enero de 2024
La Revolución Cubana o Castrista, como se le quiera
calificar, es la última proeza reivindicatoria, libertaria e independentista
llevada a cabo en nuestro hemisferio, y cobra especial realce porque la lucha
de ese pueblo heroico la llevó a cabo y la mantiene a diario contra la gran
potencia de occidente, Estados Unidos.
Pierdo la noción del tiempo en cuando a nuestras
asistencias, en la mayor de las Antillas o en nuestro México, para unirnos en
tal celebración que recuerda ese 1 de enero de 1959, que ahora en la Embajada
de la nación hermana, el excelentísimo embajador extraordinario y
plenipotenciario, excelentísimo señor, Marcos Rodríguez Costa, recordó con
estas exactas frases:
“Celebramos 65 años de constante transformación en Cuba y
que aún continúan” al citar la arenga de Fidel Castro Ruz, el Comandante en
Jefe: “La Revolución empieza ahora; la Revolución no será una tarea fácil, la
Revolución será una empresa dura y llena de peligros”. Y cuando llegó victorioso a La Habana el 8 de enero señaló: “La alegría es inmensa. Y, sin
embargo, queda mucho por hacer todavía. No nos engañamos creyendo que en lo
adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil”.
Que razón tuvo El Héroe de Sierra Maestra, cuando el propio
diplomático nos dice o nos recuerda: “Todos ustedes, amigos permanentes de
Cuba, saben que muchos han sido los retos y desafíos que hemos tenido que
enfrentar, y aun enfrentamos, para llegar hasta aquí, pero, compañeras y
compañeros, ha valido la pena, la obra de la revolución y sus conquistas
sociales, aun en medio de colosales dificultades así lo corroboran.
La Revolución dignificó a Cuba y a los cubanos. La política
dejo de ser un feudo de una elite y todo el pueblo se convirtió en protagonista
de su destino”.
Porqué, por lo mismo que asentó Rodríguez Costa: “Con
valentía y decisión imborrable, hemos tenido que enfrentar la permanente y
perversa agresividad del enemigo y un despiadado y cruel bloqueo, condenado por
la abrumadora mayoría de las naciones.
Hoy podemos decir a todos nuestros amigos en México y en el
mundo entero, con sano orgullo, que ni agresiones externas, ni los golpes de la
naturaleza, ni nuestros propios errores han impedido que lleguemos a este 65
aniversario. ¡Aquí estamos y aquí estaremos!”, enfatizó.
Con la emoción que se transpiraba y que casi se tocaba,
continuó: Hoy Nos convoca un hecho tan relevante y lo hacemos en el espíritu de
hermandad, solidaridad y en el empeño de todos por un futuro mejor para
nuestros pueblos.
Para luego agregar: Estén tranquilos, la Revolución, lejos
de debilitarse, se fortalece. El odio se desintegra frente a la resistencia de
un pueblo heroico y creativo, que eligió el amor y la dignidad como
fórmula.
Para luego reconocer que México fue entonces un ejemplo de dignidad
de la región, al nunca romper relaciones diplomáticas con nuestro país. Esta
conducta, continuó, hoy resplandece en las relaciones que exhiben nuestros
gobiernos y pueblos.
En ese aspecto relató el diplomático, “Los últimos años han
demostrado las potencialidades que tenemos para crecer en conjunto. Lo que
significa México para los cubanos y cuán profunda es la huella de Cuba en estas
tierras.
El pueblo cubano nunca podrá olvidar la ayuda desinteresada
e imprescindible de sus hermanos mexicanos ante las catástrofes naturales,
accidentes y otros infortunios que ha padecido nuestro pueblo en estos últimos
tiempos.
El pueblo cubano agradece la valiente actitud del gobierno,
su presidente y todo el pueblo mexicano, en apoyar a Cuba siempre y en los
momentos más difíciles.
Cuba por su parte, reafirma el compromiso de seguir
brindando toda nuestra experiencia en la atención médica al pueblo mexicano, la
formación de profesionales, ofreciendo nuestras vacunas, revitalizando nuestras
economías y trabajando por una América más humana y unida, y pensar como una
gran nación desde el Río Bravo hasta la Patagonia.
Para finalmente remarcar, como hemos sido testigos, hoy
tenemos muchas cosas que celebrar y por eso estamos tan contentos de tenerlos a
todos aquí, pues desde sus modestos lugares han hecho una contribución inmensa
a esta bella obra, que son las relaciones entre Cuba y México.
Ustedes han demostrado ser parte de un pueblo que ha
derramado sangre en ambas luchas independentistas, que solo nos separa la
corriente del golfo, que trajo tradiciones, rituales, comidas, prendas y formas
de entendernos más allá de las palabras.
No queremos agregar más, el Embajador Marcos Rodríguez Costa
así rubricó su mensaje: “Es verdad que el mar nos separa, por capricho de la
naturaleza, pero como dijera Martí: Si yo no fuera cubano, quisiera ser
mexicano y siéndolo, le ofrendaría lo mejor de mi vida”.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados
en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación
Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio
honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX,
miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor
Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la
Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y
críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en
toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info,
www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org, y el portal
irradia noticias.com
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