La precandidata presidencial oficial de la oposición PAN, PRI Y PRD ahora denominado Frente Amplio por México, si es que no ha cambiado de nombre, acusó al gobierno federal de usar a los pueblos indígenas de escenografía, y de no impulsar avances en sus derechos. Recibió una carta de Guadalupe.
Xóchitl Gálvez visitó Santa Lucía del Camino en Oaxaca. Foto X (antes Twitter). |
Por Santos Óleos
Jueves 4 de enero de 2024
Valle de México.-
La ironía se pasea por Oaxaca. La chica del huipil que llega en bicicleta
motorizada, la panista Xóchitl Gálvez, la mujer que dice ser una mujer “muy
chingona” y que se pasea alardeando sus orígenes indígenas como bandera de
argumentación electoral, junto con el quehacer de las gelatinas como sinónimo
de pobreza y progreso, y precandidata presidencial oficial de la oposición PAN,
PRI Y PRD ahora denominada Frente Amplio por México, si es que no ha cambiado
de nombre, acusó al gobierno federal de usar a los pueblos indígenas de
escenografía, y de no impulsar avances en sus derechos.
En Santa Lucía
del Camino sostuvo un encuentro con simpatizantes a los que les expresó:
La gente de Oaxaca siempre ha contado
conmigo y podrán seguirlo haciendo; son muchas las obras y beneficios que
trajimos cuando estuve en el gobierno, y hoy están abandonados. Los oaxaqueños
y todos los mexicanos merecen más, merecen salud, educación, infraestructura de
caminos y agua, entre muchas cosas más y atajo con vehemencia: No nos
conformemos, vamos por más.
Desde luego, ningún indígena recibió el micrófono, sólo la
foto.
Xóchitl Gálvez en Oaxaca. Foto X (antes Twitter). |
Estuvo acompañada por los dirigentes nacionales del PAN, Marko Cortés y del PRI, Alejandro Moreno, y señaló que como presidenta de la comisión de Asuntos Indígenas del Senado puso a disposición de la bancada de Morena los votos de PAN, PRI y PRD para sacar adelante modificaciones constitucionales para los pueblos originarios.
A pesar de ello, agregó, el ejecutivo federal no ha
impulsado la reforma y no ha habido avances en materia de derechos para este
sector ¿y qué creen?, nunca ha mandado la reforma constitucional, puro cuento.
“Este Gobierno a los pueblos indígenas los usó de
escenografía, pero en materia de derechos no ha habido ningún avance".
En tanto, seguía con su argumento electoral: "Mientras
Claudia Sheinbaum bailaba ballet en el Esperanza Iris, a los ocho años yo
vendía gelatinas en mi pueblo, pero a mucho orgullo, porque eso me enseñó a
trabajar, eso me enseñó a salir adelante, me convertí en una empresaria a base
de esfuerzo y de trabajo", aseguró.
Aunque días antes el cuadro no pintaba bien.
La escritora Guadalupe Loaeza le dedicó una carta en la que
le expresaba lo que ahora pensaba de ella, entre cuyos párrafos le dice
textualmente:
“¿Qué sucede, por qué
ya no me inspiras como candidata vencedora? ¿Será mi ingenuidad, mi estado de
ánimo o una realidad objetiva? Mis amigas y conocidas, que odian y desprecian
al régimen actual, están igualmente ‘encabronadas’ porque ya no ven la luz al
final del túnel”.
Y en otro:
“Nadie quiere a una
ama de casa como presidenta, sobre todo en una época en que el mundo se
encuentra en constante conflicto. Querida Xóchitl, no permitas que López
Obrador y sus achichincles se salgan con la suya y desacrediten tu campaña al
mostrarte vulnerable y sola. ¿Dónde está tu bicicleta motorizada? ¿Dónde está
tu casco? ¿Y tus respuestas muy irreverentes contra AMLO? Esa eres tú, por eso
te convertiste tan rápidamente en nuestra esperanza. Te confieso que comienzo
el año deprimida porque mi candidata ya no es lo que era”.
Tan, tan.
(RIP 2023). ©
Ra.
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