OPINIÓN
Foto Vía Libre. |
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Alberto
Witvrun
Diariovialibre.com.mx, (11 marzo, 2024).- En los últimos días
de agosto y primeros de septiembre de 2023, en el pequeño rancho frente al
monumento a El Balsero en Atlapexco los hermanos Joel y Julián Nochebuena
Hernández, habrían resuelto sus diferencias, protegidos por el portal de la
casa desde donde se domina parte de la propiedad y el redondel donde en días de
fiesta se juega a los gallos.
Pero el accidentado camino en Movimiento de Regeneración
Nacional (Morena) para definir quien tendrá la candidatura en este municipio
huasteco con amplias posibilidades de gobernar los siguientes tres años, revive
las diferencias familiares y pone en riesgo el cacicazgo iniciado por su abuelo
Julián y continuado por su padre Antero el siglo pasado, el que han mantenido a
través de diferentes partidos políticos.
Joel Nochebuena impulsa a Gabriela Naranjo Bautista y Julián
Nochebuena a la regidora Marcelina Flores Hernández, sin considerar que el
menor de los hermanos, Chano Nochebuena pareja de la candidata al senado Simey
Olvera Bautista, también quiere mantener la “tradición” de que un Nochebuena
gobierne este municipio donde en 1977 surgió el movimiento indígena
independiente con la organización 14 de Mayo.
Ya se duda que contrario a la buena costumbre de sentarse a
la mesa familiar para resolver diferencias, está vez no escuchen consejos y
cada quien mantenga su ruta, lo que abriría el camino a nuevas opciones que
bien puede ser el principio del fin para la hegemonía de esta caciquil familia
que pocas veces ha compartido temporalmente el poder como sucedió hace más de
dos décadas con Bonifacio Naranjo.
Y mientras ellos no salven sus diferencias, allanan el
camino a la enfermera Itzamara Gutiérrez Salazar, mujer de ideas progresistas,
que abandonó las filas priÍstas en 1994, después del homicidio de Luis Donaldo
Colosio, quien por cierto ese año arrancó su campaña proselitista en la
Huasteca. ©
Ra
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