OPINIÓN
Por Teodoro Rentería
Arróyave
Lunes 11 de marzo de 2024
Triste noticia, el estupendo amigo y reconocido colega,
reportero y analista especializado en deportes, Aldo Fernandez Gris, “Aldo
Deportes”, como lo bautizara el comediante Hector Lechuga, falleció este
domingo en la Ciudad de México, hijo de la leyenda de la narración deportiva,
Ángel Fernández. Por razones generacionales, mis hijos colegas Gustavo y
Teodoro Raúl sostuvieron una fraternidad indisoluble, el autor con su padre,
Ángel, ambos coincidimos en la XEDF como fundadores de la primera redacción
periodística radiofónica en 1956. Habrá tiempo de un Comentario a Tiempo a su
memoria.
PRIMERA PARTE
Porque me siento amigo de Cuba y de su pueblo todo, porque
reconozco la heroicidad de su Revolución y porque desde siempre he condenado el
criminal embargo impuesto y sostenido unilateralmente por Estados Unidos, me dí
a a la tarea de realizar reuniones informales con varios amigos colegas cubanos
y mexicanos solidarios con Cuba que vemos con mucha preocupación la situación
en la isla en un contexto muy peligroso para la integridad de la isla por las
próximas elecciones y las perspectivas de los dos presidentes que le han hecho
mucho daño al pueblo con la intensificación del bloqueo y la coincidencia de
mantener a Cuba en forma artificial y de manera ponzoñosa “entre los países
colaboradores con el terrorismo”, uno de ellos ocupará la Casa Blanca en los
próximos cuatro años. A propuesta del autor, mis contertulios, me confiaron
presentar sus criterios comunes al respecto; respetando el secreto profesional
de las fuentes, lo único que hemos hecho es acomodar periodísticamente esos
invaluables análisis que hoy iniciamos a darlos a conocer.
No hay dudas de que Cuba está obligada a ganarle la batalla
al bloqueo y todos los pueblos del continente deberíamos ayudarla a vencer, más
allá de que el protagonista principal es el propio cubano.
El bloqueo es para la hermosa y fraternal isla del Caribe
como una enfermedad crónica de cura muy difícil, pero con la variante de que
quienes la sufren la conocen en toda su profundidad y complejidad, y por tanto,
según nuestro criterio, todos sus proyectos deberían de concebirse dentro de
ese marco.
Alguien podría decir que es exactamente lo que hace, y
seguramente sea así, pero aunque lo sea, antes de recurrir al bloqueo en
primera instancia para explicar determinadas situaciones internas, se deben
explorar también otros posibles orígenes de los problemas.
Es probable que este razonamiento sea una verdad de
Perogrullo, pero lo expreso con la mejor intención pues, a mi juicio -hago la
salvedad que sin vivirlo- el bloqueo, como lo percibimos desde afuera, tiene
una proyección y un espacio específico en la realidad cubana, el cual no
debería salirse de sus marcos por muy amplios que estos sean y mucha la
incidencia que tenga en la crisis, para no contaminar el examen de lo que
ocurre en el país y de lo que está en manos del pueblo y el gobierno resolver.
Pido excusas si parece que estoy dando lecciones. Nada más
lejos. Tampoco cuestiono, ni tengo el derecho de hacerlo, la heroica batalla de
los cubanos, el David que lleva más de 10 décadas enfrentando ese crimen de
lesa humanidad que es el bloqueo.
Tampoco significa dejar de creer que la descomunal y
maléfica influencia del bloqueo en la vida diaria de la isla es la primera y
más grande causa de los problemas que padecen, como declaró el primer ministro
Manuel Marrero en la Cumbre Mundial de Gobiernos en Dubái donde explicó que se
trabaja en una amplia actualización legislativa como parte de la implementación
de las proyecciones del Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la
economía. Todo eso debe de quedar claro.
Explicado eso, pienso que no debería de mezclarse en la
medida de lo posible el bloqueo con las estrategias ni con el enfoque de
problemas que podrían tener su base en fallas y debilidades del sistema social
que han prevalecido, no se han rectificado o simplemente la rectificación fue
demasiado superficial o incluso errónea. Es solamente una hipótesis.
Veamos la situación de Cuba como una playa con sargazos como
las tenemos en México: una parte de las aguas muy dañadas por esa alga, pero
otras no. ¿Qué se hace básicamente en los balnearios infectados? Mapear la zona
invadida, y contener el alga para impedir a toda costa que invada el área no
afectada. Eso significa fortalecer, desarrollar, proteger, y trabajar
arduamente la zona sana para ampliarla hasta que se le quiten los nutrientes a
esa planta maligna y desaparezca de las costas.
En tal sentido pienso -y lo digo con todo el debido respeto-
que es imprescindible admitir autocríticamente los errores y deficiencias si es
que los hay, y buscar en ellos y no en otras, las causas que les sean propias,
identificarlas, aunque estén enredadas en la madeja de la guerra económica de
Estados Unidos, a fin de que el proceder de las autoridades tenga también como
norte evitar acciones que a la postre se conviertan en un nutriente del bloqueo.
El primer ministro Marrero decía que el gobierno cubano
trabaja en estrategias para corregir distorsiones. Es lo correcto, pero hay que
cerciorarse de que se explican al detalle cada distorsión, qué daños hizo, cómo
se corrige y sus riesgos, y mantener informado permanentemente al pueblo al
respecto, darle participación en las soluciones, y tener muy en cuenta sus
sugerencias y opiniones. Digo cerciorarse porque lo más probable es que esto se
esté haciendo.
Los procesos sociales históricos enseñan que no se debe
temer a reconocer responsabilidades cuando hay crisis de cualquier naturaleza.
La de Cuba tiene un origen exterior por el bloqueo, pero no excluye que haya
afectado tanto al modelo que tenga rasgos sistémicos. Habría que definir cuál
es la parte alícuota de culpa que toca a los cubanos y cuál a Estados Unidos.
Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Eso permitirá despejar
dudas y confusiones y escoger el camino correcto para enfrentar con mayor
efectividad la crisis. CONTINUARÁ.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados
en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación
Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio
honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX,
miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor
Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la
Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y
críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en
toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info,
www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org, y el portal
irradia noticias.com
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