OPINIÓN
Foto Vía Libre. |
Alberto Witvrun
Diariovialibre.com.mx, (3 abril, 2024).- En diciembre de 2017
en el restaurante Tiro Girault del Club Universitario de Tenis, la firme
negativa de ceder la candidatura de segunda fórmula al Senado de la República
de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de Julio Menchaca Salazar, fue
histórica para Hidalgo, porque evitó que el jefe de uno de los grupos políticos
de permanencia más nefastos en la historia de Hidalgo se perfilara a la
candidatura a gobernador que le fue negada en dos ocasiones en el Partido
Revolucionario Institucional (PRI).
Culminaba en ese encuentro las negociaciones que no acuerdos
iniciados por Alejandro Olvera Mota, para su jefe Gerardo Sosa Castelán con la dirigencia nacional de
Yeidckol Polevnsky que envió a su secretario de Organización Gabriel García Hernández a
cerrar acuerdos; testigos al delegado Octavio Oropeza Romero y al presidente estatal
Abraham Mendoza Zenteno.
Ahí en medio de arcos de piedra y barra de madera, la
propuesta a García Hernández fue concreta “lana y estructura” a cambio de la candidatura comprometida por Andrés Manuel López Obrador; la primera era inamovible por razón de género y había
recaído en la ex perredista +Angelica García Arrieta, lo que tajante rechazó Julio
Menchaca, así que, a Gabriel García, a quien interesó la oferta negoció por un paquete de
candidaturas a diputados locales y federales.
Así de golpe y porrazo, Gerardo Sosa se anotaba un triunfo a
medias, porque su proyecto era construir como senador su candidatura a la gubernatura, lo que se había
propuesto desde 1986 con su alianza con José Antonio Zorrilla Pérez, bajo el principio de
primero tú y luego yo, lo que se le cayó al huir el zimapense cuando era
candidato a diputado federal, tras ser acusado de autor intelectual del homicidio del periodista Manuel
Buendía.
Lo volvió e intentar en 1998, pero la interna favoreció a
Manuel Ángel Núñez y el perdedor fue José Guadarrama; él logró la presidencia del PRI y la promesa de
ser candidato al Senado, pero en 2006 fue postulado el ex gobernador Jesús Murillo
Karam y solo alcanzó una diputación plurinominal, así que inició su doble juego
queriéndose apoderar de Acción Nacional (PAN) y luego de Movimiento Ciudadano (MC).
La última oportunidad de Gerardo Sosa, para hacer realidad
su obsesión era Morena y al no lograrlo su meta es conservar el control de la UAEH y para lograrlo requiere
poder político, por eso utiliza la franquicia obtenida de Alberto Anaya en 2021 y en
voz de su títere Javier Vázquez Calixto reta al gobernador.
Ra
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