OPINIÓN
En el espacio de la reunión se encuentran políticos de la A
a la Z según se van acomodando en sus lugares, pero no dejan de ser candidatas,
candidatos, suplentes, con licencia, integrantes de planillas, diputados, regidores…
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| Otros tiempos, otros actores políticos. Quienes llegan, quienes se van. Azucena Cisneros Coss, al centro y Luis Fernando Vilchis Contreras, a la derecha. Foto Archivo/Jorge Villa. |
+ Vilchis, non grato
+ ¡Ah… raza Morena!
+ EAV, a quién apoya
Por Jorge Luis Villa Acevedo
Lunes 20 de mayo de 2024
Ecatepec, punto del encuentro. Lugar: Universidad. Hora: 4
de la tarde.
Ocurriría una especie de cónclave el domingo 12 de mayo,
apenas hace días. Se tratarían asuntos federales en común, el tema del agua y domésticos,
por lo concerniente al municipio 34.
En el espacio de la reunión se encuentran políticos de la A
a la Z según se van acomodando en sus lugares, pero no dejan de ser candidatas,
candidatos, suplentes, integrantes de planillas, diputados, regidores… en
espera de que inicie el evento. Un perro se pasea distraído por el estrado, luego
se echa por las sillas de quienes presidirán.
De las que presidirán. Candidatas las dos, Presidencial y Municipal.
Antes de iniciar, se toman una pausa, dialogan ambas. Luego,
la palabra es de la anfitriona según la deferencia acostumbrada, y al grano. Empieza
a transmitir su mensaje y previamente omite nombrar a los presentes, como se acostumbra.
Lo mismo hará la candidata principal, quien también cosechará aplausos en su
interlocución.
Más adelante, de entre las sillas, el perro empieza a
deambular y la oradora en turno continúa con su discurso como si nada. No es,
sino momentos después, que un murmullo se eleva con insistencia, se vuelve intenso
el momento, y todas y todos mirando al perro.
-¡Fuera Vilchis! ¡Fuera Vilchis!, se escucha.
- ¡Fueera Vilchis! ¡Fueeera Vilchis, fueeeera Vilchis!
El ocupante de una de las sillas entre los candidatos se
mueve incómodo, molestísimo, sin atinar dónde posar la vista. Mirada furibunda
que poco antes no bajaba de la imagen Municipal.
Dicen que estaba ahí porque apoya a la Presidencial.
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¿A quién apoya Eruviel Ávila?
Se preguntan ciudadanos, curiosos, novo morenistas y de
plano una persona que se planteó si no es traicionar a Morena el que el senador
Eruviel Ávila Villegas esté apoyando al Verde (PVEM) y a diversos candidatos y
no directamente a Morena, “eso dijo al principio. Los votos se los van a contar
al Verde, este partido va a concentrar los votos, aunque luego se los dé a
Morena, está bien, porqué no directamente a Morena, qué no es jugarle a las
contras”. Desde luego, es una observación aceptable, no comparable con el
malabarismo político.
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| Captura de pantalla. |
El salvaguarda del equipaje eruvielista es el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Luego de renunciar al PRI, junto con otros reconocidos priístas, ya tenían en pie el grupo llamado Alianza Progresista para operar a favor de Claudia Sheinbaum Pardo, como fue difundido con amplitud, incluyendo el video del propio ex gobernador mexiquense y dos veces alcalde de Ecatepec, en donde se exculpa de improperios contra la candidata presidencial ahora políticamente incorrecto. Así que en esa especie de estar con Morena (léase CSP) lo es vía el PVEM, jugada de más de dos bandas en espera de la ansiada diputación no pedida, pero bien recibida a nombre del receptor Verde Ecologista convertido en negociador del clan familiar.
Y un dato ya no tan curioso. Que Ávila Villegas dijera que
con el arribo al PVEM, aliado estratégico del gobernante Morena, no sería para
buscar un cargo, fue una especie de declaración de humor involuntario. Nadie en
su sano juicio le creyó: “es lo primero que va a hacer” coincidieron algunas
voces locales conocedoras del intríngulis y el cotilleo político. Así que él
mismo se encargó de confirmar lo que la opinión pública ya contemplaba. En una
entrevista publicada en febrero pasado, así tituló EL PAÍS:
“Eruviel Ávila: ‘No
pretendemos ningún cargo en Morena o a través de Morena’”. (https://bit.ly/3UOjs4f).
Eso sí, siempre tiene un pie en Ecatepec. ©
Ra
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