OPINIÓN
Por Teodoro Rentería
Arróyave
Miércoles 31 de julio de 2024
Como ya lo habíamos comentado, todos los Supremos o todas
las Supremas en todos los países son lo mismo, al haberse convertido en un
poder supranacional en perjuicio no sólo de los otros dos poderes, el Ejecutivo
y el Legislativo sino, lo que es más grave, de los pueblos de todas las
naciones.
Ya nos habíamos referida a la Reforma Judicial que se
analiza y se discute en nuestro país, con todas las posiciones en favor y en
contra, todas válidas, para que surja o se constituya o se logre el propósito
fundamental e invaluable de acotar la corrupción en los juzgadores y así agotar
al máximo ese ignominioso, vergonzante y vergonzoso 85 por ciento de impunidad
en todos delitos.
Nada más y nada menos, que me refiero a todos aquellos que
recurren, desnacionalizados, como supuesto ejemplo a imitar de la supuesta
honestidad a todo lo que ocurre en Estados Unidos, como paradigma y ejemplo
para todos los pueblos del mundo en su actuar decisorio, pues es el caso, para
que aprendan o asimilen que el propio presidente de la gran potencia, Joe Biden
ha presentado una enmienda constitucional para frenar o cancelar ese poder
supranacional existente en el Supremo de la gran potencia del norte.
En efecto, Biden ha propuesto oficialmente limitar los
mandatos del Supremo y con ello una enmienda constitucional que recorte la
inmunidad presidencial. Concretemos, el presidente de la gran potencia del
norte propone o plantea, en su primer acto público tras la renuncia a
reelegirse, la creación de un código ético para los magistrados.
Su intención es impulsar cambios legislativos en el Tribunal
Supremo, que se traducen en dos ambiciosas propuestas: la limitación a un
máximo de 18 años del mandato de los nueve magistrados, que ahora disfrutan de
un contrato vitalicio, y la creación de un código ético que rija su desempeño.
En el texto, el huésped demócrata de la Casa Blanca también abogó por la
aprobación de una enmienda constitucional titulada “Nadie está por encima de la
ley” y que ponga coto a la inmunidad de los expresidentes.
Teniendo en cuenta que para todo ello necesita el consenso
de un Congreso fieramente dividido, logro altamente improbable en un año
electoral, el gesto tiene mucho de “brindis al sol”, especialmente en lo que se
refiere a la enmienda, porque los requerimientos del sistema estadounidense
para sacarlo adelante, es algo así como de enormes convencimientos.
El texto de la propuesta comienza así: “Esta nación se fundó
sobre un principio simple pero profundo: nadie está por encima de la ley. Ni el
presidente de Estados Unidos, tampoco un juez del Supremo. Biden critica
después de la reciente decisión del alto tribunal de conceder inmunidad parcial
al inquilino de la Casa Blanca sobre sus actos en el desempeño del cargo, un
fallo dictado en respuesta a la petición de los abogados de Donald Trump en el
caso que se sigue contra el magnate en Washington por los intentos de revertir
el resultado electoral de 2020.
“Si un futuro presidente incita a una turba violenta a
asaltar el Capitolio y detener la transferencia pacífica del poder, como vimos
el 6 de enero de 2021, es posible que no haya consecuencias legales. Y eso es
solo el comienzo”, escribe Biden, que propone en su artículo la citada enmienda
constitucional con el siguiente argumento: “Somos una nación de leyes, no de
reyes o dictadores”.
“Tengo un gran respeto por nuestras instituciones y por la
separación de poderes que establece nuestra Constitución”, añadió Biden en
Austin, en un acto programado para conmemorar el 60 aniversario de la Ley de
Derechos Civiles, uno de los grandes logros de la presidencia de Johnson, que,
como Biden, decidió no presentarse a la reelección siete meses antes de las
elecciones de 1968. “Lo que está sucediendo ahora no es coherente con esa
doctrina de separación de poderes. El extremismo está socavando la confianza
del público en las decisiones del alto tribunal”, enfatizó.
Para justificar la urgencia de reformar el Supremo
-compuesto por tres juezas liberales y seis conservadores, tres de los cuales
los nombró Trump-, Biden, que define las decisiones de esos nueve magistrados
como “peligrosas y extremas”, cita la “crisis ética” en el que el tribunal
“está sumido”.
El presidente se refiere a los escándalos por los regalos
sin declarar recibidos por el juez Clarence Thomas de personas con intereses en
casos examinados por el tribunal, así como los conflictos relacionados con el
aparente apoyo de la esposa de Samuel Alito a los insurrectos del 6 de enero.
Según develaron los medios estadounidenses en primavera, el matrimonio hizo
ondear una bandera americana del revés en sus dos residencias en torno a la
fecha del asalto al Capitolio, un tiempo en el que ese símbolo cundió entre
quienes defendían que las elecciones de 2020 fueron robadas por el Partido
Demócrata.
“Lo que está sucediendo ahora no es normal y socava la
confianza del público en las decisiones del tribunal, incluidas las que afectan
las libertades personales”, abunda Biden en su artículo. El Supremo, al que se
considera en teoría ajeno a la riña partidista, registra los peores índices de
confianza de los estadounidenses en su historia. Eso hace al presidente
concluir: “Las tres reformas cuentan con el apoyo de la mayoría de los
estadounidenses, así como de los académicos constitucionales conservadores y
liberales”.
La vicepresidenta Kamala Harris, más que probable candidata
a las elecciones de noviembre, hizo público al final de la mañana su apoyo a la
iniciativa del presidente. Trump, por su parte, denunció el artículo como “un
ataque ilegal e inconstitucional a nuestro SAGRADO Tribunal Supremo”.
Esa y no otra es la terrible realidad de los Supremos y de
la Supremas en casi todas las naciones del mundo en detrimento de los pueblos
ahítos de justicia.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados
en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación
Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio
honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX,
miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor
Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la
Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y
críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en
toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info,
www.ciap-felap.org, www.fapermex.org y el portal: irradianoticias.com
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