OPINIÓN
COMENTARIO A TIEMPO
Por Teodoro Rentería
Arróyave
Viernes 5 de agosto de 2024
“La Doctrina Monroe, es una declaración unilateral,
arbitraria y despótica… Las ideas de intervención extranjera y de independencia
nacional, cualquiera que sea la forma en que aquella se presente, se excluyen
completamente y son completamente inconciliables”. Francisco Zarco, 1863.
La llamada doctrina Monroe de “América para los americanos” que en realidad se
traduce en “América para los estadounidenses”, la aplica la gran potencia
cíclicamente o cuando lo dispone el imperio capitalista porque está en su
naturaleza, está arraigada en su genética, en su ADN, no me refiero al pueblo
de Estados Unidos que me merece todo el respeto.
Ahora nuevamente aflora o se agudiza esa galopante y malhadada actitud
injerencista de la gran potencia contra Venezuela ya que, desde siempre, de
acuerdo con los intereses que unilateralmente han fijado los países poderosos
con la injustificada e inadmisible llamada zona de influencia, se ha mantenida
contraria y por tanto enemiga de la Revolución Bolivariana.
Los ejemplos de ese accionar de la Doctrina Monroe son incontables, nosotros
los mexicanos lo sufrimos sobre todo cuando nos arrebataron más de la mitad de
nuestro territorio, por desgracia los Santa Anna, los Miramón y los Mejía no se
dan por generación espontánea sino por los intereses económicos bastardos de
que son partícipes y beneficiarios.
Sí, existe un problema interno en Venezuela con motivo de los resultados de la
jornada electoral del pasado domingo 2 de agosto entre el gobierno del
presidente Nicolás Maduro a quien el ente electoral dio oficialmente como
ganador y la oposición de derecha que no acepta el veredicto y acusa fraude, en
efecto tiene una serie de aristas que hay que tomar en cuenta.
Por cierto, dedico al nieto y Benjamín de la familia, Arnau Rentería Vila, esta
entrega por su interés que ha manifestado desde la Primaria por la cosa pública
tanto nacional como internacional y por su cumpleaños el pasado 1 de agosto.
Ante el principio básico de la soberanía de los países, que debe de respetarse
para garantizar la armonía en el concierto de las naciones, en primer lugar,
debe aceptarse que tal diferendo que afronta la República Bolivariana de
Venezuela sólo compete solucionarlo a los venezolanos, por tanto, los gobiernos
de los países hermanos deben limitarse a ofrecer sus buenos oficios para lograr
los acuerdos entre las partes en conflicto y en forma pacífica.
En consecuencia, es inadmisible que el secretario de Estado de Estados Unidos,
Antony Blinken, reconociera al opositor Edmundo González como ganador de las
elecciones en Venezuela, con qué autoridad, con qué potestad o con qué
jurisdicción legal puede actuar de esa manera, obvio, se atiene a la susodicha
Doctrina Monroe y ya son 7 países latinoamericanos encuadrados en ese eje del
imperio los que apoyan sumisos tal aberración.
Ante ello, no hay de otra más que invocar la Doctrina Estrada, que nos
distingue en el mundo y nos ha dado prestigio internacional: México ni reconoce
ni desconoce a ningún gobierno, sólo decide si mantiene o no relaciones con una
nación, y lo más importante, exige en forma recíproca, ese mismo trato.
Esta señera Doctrina desde luego que surgió por las experiencias
intervencionistas del extranjero desde el siglo XVIII, exacto cuando las
naciones hispanoamericanas iniciaron su emancipación.
Ante esas consideraciones de peso, tiene razón el presidente Andrés Manuel
López Obrador cuando declara que "es una imprudencia”, que el secretario
de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, reconociera al opositor Edmundo
González como ganador de las elecciones en Venezuela e hizo “un llamado
respetuoso” a todos los gobiernos para que no haya intervencionismo y agregó “ningún
gobierno está autorizado, no es legal, no es legítimo emitir un fallo dando
perdedor o ganador a un candidato de otro país. “¿Qué es eso? Si no hay un gobierno del mundo, eso no tiene que ver con la
democracia.
“En vez de promover la confrontación, todos actuemos con responsabilidad, que
nos autolimitemos y que se respete la soberanía del pueblo de Venezuela”. Tras
la llamada de ayer con sus homólogos de Brasil y Colombia, López Obrador
mencionó que hubo acuerdo “en que lo más importante es evitar la violencia”.
Finalmente insistió “Somos de la idea -se refiere a sus homólogos mencionados-,
que se tienen que presentar las actas, no basta con proclamas que se obtuvo el
triunfo si no hay actas, que prueben el resultado”. Esta posición ya fue
abrazada por la Unión Europea.
A casi una semana después de los comicios, oposición y chavismo convocaron a la
ciudadanía a concentraciones para defender los resultados que, respectivamente
consideran como válidos.
Tanto la manifestación convocada por la oposición como la “madre de las marchas”
de Nicolás Maduro reunieron a decenas de miles de personas que recorrieron las
calles de la capital y de varias ciudades venezolanas mostrando la profunda
división de la población. Por cierto, ninguno de los candidatos asistió a las
marchas.
Lo importante es que el Tribunal Supremo ya citó a los candidatos como primer
paso para certificar los resultados. Esperemos que en paz se solucione el
conflicto postelectoral de la hermana República Bolivariana de Venezuela,
obvio, sin injerencias extranjeras.
Periodista
y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo,
CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de
Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación
de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo
Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la
Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de
Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en
teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la
República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info,
www.ciap-felap.org, www.fapermex.org y el portal: irradianoticias.com
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