OPINIÓN
Por Teodoro Rentería
Arróyave
Miércoles 13 de noviembre de 2024
Es cierto que las bancadas de MORENA en ambas cámaras del
Congreso de la Unión continúan con su defensa de la estrategia de seguridad
pública del anterior gobierno federal que encabezara Andrés Manuel López
Obrador, a pesar de ello, la verdad es que la presidenta, Claudia Sheinbaum
Pardo está en la implementación de una nueva planeación de la que se desprende
que se acabaron los abrazos.
A tal grado es el cambio que ya se iniciaron las críticas,
desde luego interesadas, por las acciones de inteligencia, pero con fuego
cuando se requiere por parte de los cuerpos de seguridad: Guardia Nacional,
Defensa y Marina, además de corporaciones locales. “Ahora son balazos” reprocha
cierta comentocracia.
Es de reconocerse que ya no se usa el antiguo falaz
argumento de que los ataques sangrientos son entre los carteles de la droga,
“se matan entre ellos”. Toda expresión de violencia nos debe de preocupar y es
obligación del estado la seguridad pública y la pacificación del país.
Bien que se nos esté informando de las detenciones de
presuntos cabecillas de llamado crimen organizado.
Y en forma muy importante, que las comisiones
correspondientes del Senado de la República hayan aprobado con el apoyo de la
oposición la reforma al 21 constitucional que da facultades de investigación a
la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, SSPC, así es, la aprobación
fue por unanimidad.
Como antiguo reportero de las fuentes policiacas y
judiciales, siempre he expresado que fue un grave error cancelar al Servicio
Secreto, que actuaba en todo el país no obstante que era una organización
policíaca local del antiguo Distrito Federal.
La explicación es la siguiente, el Servicio Secreto, obvio,
era una institución policiaca anticonstitucional, ya que se le habían otorgado
poderes amplios entre ellos, en forma preponderante, de investigación.
Que había abusos, los hubo, el uso de la tortura era común.
Para las nuevas generaciones es de explicarles el término “El Pocito”, por las
inmediaciones del cerro del Tepeyac, atrás de la antigua Basílica de Guadalupe,
había un cuartel donde se practicaba la tortura del ahogamiento, meter la
cabeza del detenido en una pileta para hacerlo confesar un supuesto delito.
Con todo eso, que desde luego es reprobable, México era un
país pacífico, podía uno caminar por las calles de las ciudades y pueblos con
toda confianza. Los delitos comunes eran los cometidos por los “carteristas”,
el arrebato de bolsos a las damas y sombreros a los caballeros, la “tiradita,
el delincuente lanzaba al paso del peatón monedas o billetes cuando el incauto
quería recoger el hallazgo aparecía el delincuente para reclamar que “él lo vio
primero”, se armaba la discusión y en la confusión, era desvalijado el inocente
viandante.
De acuerdo que bueno que el Servicio Secreto fue
desaparecido, el error es no haberlo sustituido con una organización como la
que ahora propone la presidenta Sheinbaum Pardo, es decir la Secretaría de
Seguridad y Protección Ciudadana con poderes de investigación.
En sesión de las comisiones de Puntos Constitucionales,
Estudios Legislativos y Seguridad, el panista Ricardo Anaya explicó su voto a
favor porque la iniciativa “pone el acento en algo que es clave si queremos
pacificar al país: la investigación de los delitos; y, segundo, porque establece
una coordinación bajo un mando civil”.
“Esos son dos grandísimos aciertos de esta reforma”, señaló
al insistir en que la ruta para pacificar al país es la investigación para
desmantelar a las organizaciones criminales y no solamente “descabezarlas”,
porque eso en muchos de los casos agrava el problema.
El secretario Omar García Harfuch tiene la gran tarea, poner
en práctica la nueva estrategia de la Presidenta de la República, ha probado ya
su eficacia y su lealtad. García Harfuch es hijo del que fuera eficiente, leal
y reconocido funcionario de la inteligencia policíaca nacional, don Javier
García Paniagua, por cierto, fue muy amigo y cercano a los periodistas.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados
en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación
Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio
honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX,
miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor
Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la
Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y
críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en
toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info,
www.ciap-felap.org, www.fapermex.org y el portal: irradianoticias.com
Ra
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