OPINIÓN
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Ø
Alberto
Witvrun
Diariovialibre.com.mx, (4 febrero, 2025).- Al mal gobierno del
presidente municipal morenista de Tula de Allende Christian Martínez Reséndiz
se le agrega su exceso de apoderarse mediante mayoriteo de la sindicatura
jurídica que por principio debe estar en manos de otra fuerza política y su
silencio respecto al proceso judicial abreviado mediante el cual su antecesor
el perredista Manuel Hernández Badillo logro su libertad.
La señal, aseguran opositores y detractores huele a un
acuerdo político y ofrecen como prueba la elección de delegado en Bomintzha
donde hubo una abierta operación de los leales a Hernández Badillo, lo que ha
se había mostrado en las elecciones del 2 de junio, para frenar a los
candidatos del Partido del Trabajo (PT) que eran representantes del grupo Gran
Sur que disputa el control de La Cruz Azul.
Martínez Reséndiz, no llegó con las mejores cartas de
presentación al gobierno tulense, primero en una maniobra interna impidieron la
postulación del empresario Noé Paredes Meza que optó por postularse como
independiente y luego intentaron impedir la postulación por el PT de Eduardo
Durán a quien tuvieron que restituirle la candidatura, aunque ya fue tarde para
una campaña competitiva.
Esta operación atribuida al titular de Planeación y
Prospectiva Miguel Ángel Tello Vargas, no fue suficiente para que Christina
Martínez realice un buen gobierno, porque a su prepotencia y malas decisiones
se agrega la inseguridad y violencia que sufre desde hace varios gobiernos
municipales Tula de Allende, que además fue azotada por la inundación al
desbordarse las aguas residuales del río Tula, de lo que los damnificados no
terminan de recuperase.
La tensión social se agudiza a pesar de los anuncios
presidenciales de emprender un proyecto de economía circular instalando una
planta procesadora de desechos sólidos, además del programa integral para
aliviar la grave contaminación regional que incluye 8 municipios y una
superficie de 36 mil kilómetros donde habita una cuarta parte de la población
de Hidalgo.
Por eso el silencio del presidente municipal que no reclama
por lo menos que los 25 millones que Manuel Hernández Badillo pagó para lograr
su libertad sean entregados al ayuntamiento tulense genera un mayor malestar
ciudadano y hace crecer la sospecha de un oscuro acuerdo político que pone en
riesgo la gobernabilidad en este municipio. ©
Ra
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